El presidente del PP, Pablo Casado, ha lamentado el afán «electoralista y clientelar» del Gobierno en la gestión de los fondos europeos, lo que considera un error que va a costar muy caro a España, y ha insistido en la creación de una agencia independiente para la reconstrucción.
Lo ha dicho este lunes en el diálogo ‘La lucha contra la desigualdad, factor básico del progreso económico’ organizado por La Societat Barcelonina d’Estudis Econòmics i Socials de Foment del Treball en el Palau Macaya de Barcelona, junto al economista Antón Costas.
Según él, va a ser imposible que España sea capaz de ejecutar y conseguir los fondos europeos debido a la estructura clientelar existente y ha advertido que «no puede ser que la concesión de 140.000 millones de euros dependa del jefe de gabinete de la presidencia de Gobierno».
Ha defendido que la agencia debería contar con la participación de las empresas, la oposición y un control parlamentario para que todas las ayudas de los fondos europeos vayan dirigidas a transformar la economía para hacerla competitiva.
«Es un término tremendamente progresista porque si la economía es competitiva se va a crear empleo, y si se crea empleo se va a recaudar más incluso con tipos impositivos más bajos, y por tanto vamos a tener más dinero para la sanidad, para luchar contra la desigualdad, para la educación pública, para las infraestructuras, para las pensiones y la cooperación internacional», ha añadido.
ESTABILIDAD POLÍTICA
Ha defendido que «conviene estabilidad política ya», sobre todo en Cataluña, y ha dicho que también convienen políticas de prosperidad y de progreso, con baja fiscalidad, menos burocracia y más flexibilidad laboral para crear empleo y se pueda dinamizar más el Estado del bienestar, así como incidir en las libertades individuales.
En este sentido, Casado ha defendido que la igualdad de oportunidades debe estar vinculada a la libertad de elección: «Cuando más libertad de elección y rendición de cuentas hay, más libertad de oportunidades y más ascenso social».
AYUDAS
Ha situado el capitalismo como instrumento de la libertad individual y ha posicionado los malos reguladores como los culpables de las crisis financieras: «Ahí está la clave del buen y el mal capitalismo».
Ha criticado al Ejecutivo porque los datos de paro y de pobreza infantil actuales son «peores» que los que dejó el PP en junio de 2018, y ha advertido de que solo Lituania supera a España en empleo destruido durante la pandemia.
«Si tenemos seis millones de personas que no pueden trabajar, por mucho que se nos concedan fondos de recuperación la situación es insostenible porque el 80% del Presupuesto nacional corresponde a cuatro partidas: funcionarios, pensiones, intereses de la deuda y prestaciones por desempleo».
Ha advertido de que si los fondos europeos solo pueden ir a lo que no es el 80% y, encima en cuestiones de inversión que conllevan inversión privada cuando las empresas están como están –ha dicho–, hay un «problema gravísimo en España» que no se está viendo, y que según él genera desigualdad.
Por su parte, Costas ha lamentado que el ascensor social que funcionó años atrás se ha parado y en algunos casos ha bajado, y ha defendido que el progreso social vino de buen funcionamiento del ciclo competitivo.