Sergio Ramos, Pau Gasol, Fernando Alonso, Iturriaga y Calderón se unen al #Mi10xSiria de UNICEF

Los embajadores de UNICEF España vinculados al mundo del deporte –Sergio Ramos, Pau Gasol, Fernando Alonso, Juanma López Iturriaga y José Manuel Calderón– han cambiado el número de su camiseta por un día y se han unido al equipo #Mi10xSiria de UNICEF para apoyar a los niños de Siria cuando se cumplen diez años del inicio de la guerra.

Los embajadores anunciaron desde ayer en sus redes sociales que se unían a un nuevo equipo con el dorsal número 10 a la espalda, creando así expectación entre sus seguidores. Esta mañana han desvelado que se sumaban al equipo #Mi10xSiria para visibilizar la situación en la que se encuentra la infancia del país y apoyar a los 8,5 millones de niños y niñas sirios que necesitan ayuda humanitaria.

Sergio Ramos, futbolista y embajador de UNICEF España que durante la práctica totalidad de su carrera deportiva ha lucido el número 4 y el 15 en el caso de la Selección, ha explicado que «hoy es el día de vestir el 10. Porque hoy se cumple una década de guerra en Siria. 10 años de sufrimiento para millones de niños y niñas son demasiados y por ello debemos seguir llevando a los niños y niñas la ayuda humanitaria que necesitan».

Igualmente, este lunes la camiseta deportiva de Pau Gasol ha sido blanca y con el número 10. El jugador de baloncesto, recientemente llegado de vuelta a España tras veinte años en la élite de la NBA, se ha sumado a la acción y ha cambiado su icónico dorsal 16 por el 10. «Más de medio millón de niños sirios sufren desnutrición crónica, y esto tiene consecuencias terribles para ellos, como un retraso en su crecimiento. Por eso necesitan que no nos olvidemos de ellos», ha asegurado el histórico pívot y embajador de UNICEF España desde 2003.

El piloto Fernando Alonso, que dentro de dos semanas completará su vuelta a los circuitos de Fórmula 1, ha presentado a sus seguidores su nueva equipación con el 10 a la espalda. «Los niños y niñas sirios no aguantan más en un país en el que, desde 2011, más de 1.300 colegios y centros sanitarios han sido atacados o destruidos», ha recordado.

Los exjugadores de baloncesto Juanma López Iturriaga y José Manuel Calderón tampoco han perdido la oportunidad de unirse a la acción. «Hoy todos somos del mismo equipo. Hoy se cumplen 10 años del inicio de la guerra de Siria. Algunos niños solo conocen el conflicto y la violencia, y todos sufren pérdidas, miedo y privaciones. Necesitan protección, nos necesitan», ha destacado Iturriaga.

Por su parte, Calderón ha puesto el énfasis en los casi 2,45 millones de niños en Siria y otros 750.000 niños sirios en los países vecinos que están sin escolarizar. «En algunas partes de Siria, ir a la escuela es una cuestión de vida o muerte debido a la violencia. Por ello me uno a #Mi10xSiria, para que UNICEF pueda seguir enviando ayuda humanitaria y los niños puedan recuperar los años de educación perdidos», ha indicado el exjugador de baloncesto.

Además, también se han sumado a la acción el resto de embajadores de UNICEF España –el artista David Bisbal y las periodistas Sara Carbonero y Teresa Viejo–, así como el cantante Pablo Alborán, el actor Miguel Bernardeu y el piloto de motociclismo Marc Márquez. Junto a ellos, divulgadores destacados como Lucía Galán Bertrand (Lucía, mi pediatra), Marián García (Boticaria García), Héctor Castiñeira (Enfermera Saturada) David Callejo y Álvaro Bilbao y varios periodistas deportivos se irán sumando a la iniciativa para incidir desde sus redes sociales en la importancia de proporcionar suministros de emergencia a los niños y sus familias tras una década de pérdidas, violencia y desplazamientos.

10 AÑOS DE GUERRA EN SIRIA

Mientras el conflicto en Siria llega este lunes, 15 de marzo, a su décimo aniversario, la situación de muchos niños y familias sigue siendo precaria, y casi el 90% de los niños necesitan asistencia humanitaria, un aumento del 20% solo en el último año.

El conflicto ha tenido un impacto sobrecogedor en los niños y las familias en Siria. Entre 2011 y 2020, casi 12.000 niños han muerto o han resultado heridos, y más de 5.700 han sido reclutados para los combates. Además, en 2020 se duplicó el número de niños que muestran síntomas de trastornos psicosociales, ya que la exposición continua a la violencia, el shock y el trauma está teniendo un impacto significativo en su salud mental, con implicaciones a corto y largo plazo.