Errejón aborta el plan de Iglesias para recuperar a los votantes díscolos

El todavía vicepresidente del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, ha roto el tablero. Nadie se esperaba que fuera a dejar su cargo para presentarse como candidato de la formación morada para unos comicios autonómicos. De la salida de Iglesias hay dos lecturas: la primera es que desde el partido deslizan que si ha dejado el cargo es porque sabe que no lo mantendría por mucho más tiempo, vamos, que desde Podemos se muestran convencidos de que habrá elecciones generales anticipadas este año; y la segunda, que Iglesias quiere afrontar dichos comicios con un espacio electoral unido, el mismo que hasta ahora ha estado partido en dos (especialmente en Madrid) por la escisión que protagonizó Íñigo Errejón en su momento. Ahora, el líder quiere abrir la posibilidad de una lista conjunta en la Comunidad de Madrid que muestre el camino para las generales anticipadas que desde Unidas Podemos dan por hecho que se celebrarán en otoño de 2021. Pero el líder de Más País, de momento, se ha negado en rotundo.

En su famoso vídeo de ocho minutos lo dijo. Iglesias quiere una lista conjunta de Más Madrid y Podemos para ir a las elecciones del 4 de mayo. En esa lista, el líder de Unidas Podemos se ha ofrecido como el político ideal para encabezarla. Y si alguien tiene dudas, Iglesias también se ha mostrado dispuesto a ir a unas primarias conjuntas para que se decida si el candidato ideal para liderar la coalición es Iglesias o la cabeza de lista de Más Madrid, Mónica García. Pero en cualquier caso, el descenso del vicepresidente del Gobierno a los infiernos tiene una lectura mucho más profunda, según deslizan las fuentes, que no es el mero hecho de frenar a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; sino que quiere recuperar a esos votantes que se fueron junto a Errejón cuando éste se enfrentó con la directiva de la formación morada.

La convocatoria electoral es inminente. Desde Podemos aseguran que si Iglesias ha dejado su puesto en la vicepresidencia del Gobierno es porque sabe que no durará mucho más en su despacho. Esto ha cambiado los planes de un líder de Podemos que ya se ve fuera de la política y que ha querido dejarlo todo atado y bien atado. Para eso, el golpe de efecto de bajar a los infiernos autonómicos tiene un trasfondo mucho más profundo que el mero hecho de echar a Ayuso, sino que quiere demostrar que se pueden ignorar las «cicatrices» para reunificar a una izquierda cada vez más disgregada en todos los territorios. Recuperar a los votantes de Errejón es clave para las elecciones generales, pues tener un puñado de diputados más puede ser decisivo en un Congreso tan disgregado.

Desde Más Madrid ven con recelo la propuesta de Iglesias porque saben que lo que pasará es lo mismo que ocurrió con Izquierda Unida: que desaparecerán bajo el ala y el rodillo de Iglesias. El morado tiende a invadirlo todo e Iglesias quiere otro pacto de los botellines con Errejón para motivar al votante de izquierdas y conseguir un resultado similar al obtenido en abril de 2019. Un espacio unido que vuelva a condicionar a Sánchez y que deje a la futura vicepresidenta Yolanda Díaz asegurada en el cargo.

IGLESIAS, PRESIDENTE

El otro punto a tener en cuenta es que si Iglesias baja a los infiernos autonómicos es nada menos porque tiene intención de ser presidente de la Comunidad de Madrid. Aunque todo apunte a que los números no dan, si Iglesias puede condicionar la legislatura a Ángel Gabilondo, lo hará. Y las fuentes apuntan a que su intención no es la de ser vicepresidente de la Comunidad, sino más bien ocupar el primer puesto. Pero lo que sí que no hará es permanecer en la oposición como un diputado más que ni siquiera tiene el «honor» de ser líder de la oposición, ya que eso se reserva exclusivamente para Gabilondo, según los sondeos electorales.

Iglesias vuelve a Vallecas, pero no para vivir ni para ser un diputado más. Vuelve para intentar unir las costuras rotas de un espacio electoral dividido y para buscar la forma de llegar a la presidencia de la Comunidad de Madrid. Ni siquiera mantenerse en un segundo plano como ha hecho Aguado satisface las pretensiones de Podemos. Se busca condicionar el gobierno en todos los sentidos y, a ser posible, desde la presidencia autonómica.

EL «NO ES NO» DE ERREJÓN

Pese a que Iglesias le propuso a su antiguo compañero unir las costuras siempre que él sea el candidato de la formación, la respuesta de Errejón no ha sido del agrado de Podemos. El líder de Más País se ha negado de momento en rotundo a confluir con Iglesias en las elecciones de la Comunidad de Madrid. El cónclave de Más País se ha reunido durante horas y ha sacado una sola conclusión: Mónica tiene que ser la única candidata y rechazan el plan de Iglesias de reunificar a la izquierda bajo su liderazgo.

El único miedo que latía en la formación de Errejón era que los números no dieran en las encuestas ante la hipotética desaparición de la Asamblea de Podemos. Algunos sondeos hablaban de que el partido morado no llegaría al 5% de los votos y que, por tanto, se quedaría completamente fuera de la ecuación. Sin embargo, la lectura del equipo de Mónica García ahora que Iglesias ha decidido desembarcar en la capital es que Podemos no tiene riesgo de desaparecer, así que si hay posibilidad de que den los números, todo en orden.