Begoña Villacís: la figura emergente que se salva de la quema de Ciudadanos

Ciudadanos es un barco a la deriva. La chapucera estrategia de Inés Arrimadas ha dejado muy tocado a un partido que se hunde en las encuestas y que afronta unas elecciones autonómicas que amenazan con hacer desaparecer por completo a la formación naranja. Sin embargo, mientras el barco se hunde por culpa de una mala gestión de la capitana, hay algunas figuras de Ciudadanos cuya gestión les ha valido un bote salvavidas. Una de ellas es la de Begoña Villacís, la vicealcaldesa de la capital que ha puesto en relieve cómo se pueden hacer las cosas de un modo distinto. Puede haber discrepancias internas, pero también hay ejemplos en el partido naranja de altura política que demuestran que una buena gestión es premiada por los votantes. Habrá supervivientes en Ciudadanos; y Begoña será de las primeras.

Mientras el barco se hunde, ya se dejan ver las primeras salidas. El ya antiguo coordinador de Ciudadanos en la Comunidad Valenciana, Toni Cantó ha dimitido y se ha tirado por la borda. Otros coquetean con la idea de dar el salto al bote del vecino. Pero hay quien ha priorizado la gestión pública a las siglas y la altura política y la decencia a los reproches públicos frente a las pataletas sobredimensionadas. Mientras la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el vicepresidente, Ignacio Aguado, han protagonizado un espectáculo más propio de los Monty Python, Villacís y el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, han dado ejemplo. 

Villacís tiene intención de dejar un legado, que trascienda las siglas del partido

Hay pocos, pero aún quedan políticos en Ciudadanos cuya labor les precede. Villacís será de los pocos dirigentes que se salve de la quema que ha provocado Inés Arrimadas al pactar con el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, una chapucera alianza que no ha salido como esperaba. Las deserciones ya se dejan ver en Ciudadanos. Toni Cantó es solo un ejemplo. Las dimisiones han sido (y serán) protagonistas en un partido cuya líder lleva tiempo cuestionada.

Arrimadas ya dejó entrever cómo sería su mandato desde el mismo momento en que abandonó el liderazgo de la oposición en el Parlament de Cataluña por un cargo algo más jugoso. Su ambición y su salto a la política nacional no gustó en la formación. De hecho, las fuentes del partido aseguran que su forma de acceder a la presidencia de Ciudadanos y su poco compromiso con el territorio por el que se había presentado no gustó nada en el partido. Pero este no es el perfil que predomina en Ciudadanos. De hecho, Villacís tiene intención, tal y como aseguró en declaraciones exclusivas a MONCLOA.com, de dejar un legado de por vida que trascienda las siglas del partido y el propio mandato actual. 

Arrimadas no defrauda ahora, lo hizo desde el mismo momento en el que rompió su compromiso con los catalanes para sustituir al frente del partido naranja a su antiguo presidente. En este sentido, no es de extrañar que las deserciones se hayan disparado en Ciudadanos. Cantó o el diputado en la Asamblea de Madrid Sergio Brabezo son solo algunos ejemplos. Sin embargo, que Villacís siga en su puesto ajena a toda la tormenta que azota su partido solo por mantener sus promesas electorales mientras consolida su coalición con Almeida deja entrever que no es la única vía a seguir. 

Hay esperanzas en Ciudadanos. Villacís es una de ellas, pero no la única. La formación naranja aún tiene opciones de sobrevivir no por Arrimadas, sino a pesar de ella, dados los últimos acontecimientos que han arrinconado al partido. El PP ya intenta pescar a las mejores promesas de Ciudadanos mientras los más fieles a las siglas tratan de que la agrupación naranja sobreviva, pero la buena noticia es que esos perfiles contrastados y reconocidos por su labor y su gestión no desaparecerán, sino que seguirán al frente de lo público, ya sea de la mano de la formación naranja o de otras siglas afines.

MADRID VS MADRID

El primer gesto de altura que ha tenido Villacís ha sido reaccionar como debería en tiempos de pandemia. Mientras en la Comunidad de Madrid Aguado ha protagonizado una pataleta llamativa tras la convocatoria anticipada de elecciones por parte de Ayuso, en la capital se han gestionado las cosas con mucha más profesionalidad. El resumen es que mientras Arrimadas ha buscado un enfrentamiento «gratuito» con el PP (partido con el que gobernaba en coalición en más de una comunidad autónoma) que se ha extendido a la Comunidad de Madrid hasta el extremo de acabar en unas elecciones manchadas con las quejas de un vicepresidente que no se había enterado de absolutamente nada, Villacís y Almeida solo han tenido que publicar una foto juntos para garantizar que la estabilidad política y programática en la capital estaba más que garantizada.

Villacís y Almeida

El esperpento de la Comunidad de Madrid que ha llevado a enfrentarse directamente a Aguado y a Ayuso hasta el punto de reconocer ante las cámaras que no se llevaban bien no se ha reproducido en la capital. De hecho, Villacís, tan pronto como supo que su partido había emprendido una chapucera estrategia plagada de mociones de censura para enemistarse con el PP, no dudó en ponerse en contacto con Almeida para garantizar su compromiso a la coalición y al acuerdo alcanzado en mayo de 2019. Dentro de esta coalición es donde encontramos las principales razones de Villacís para ignorar las consignas genéricas impuestas desde la cúpula del partido: mantener sus planes estrella.

EL BOSQUE DE VILLACÍS

A preguntas de MONCLOA.com, Villacís tuvo más que claro cuál era el proyecto personal emprendido por ella del que estaba más orgulloso: el bosque metropolitano. Es cierto que en el imaginario colectivo queda la idea de que la exalcaldesa de Madrid Manuela Carmena estaba más comprometida que nadie con reducir las emisiones y con el medio ambiente. Pero si a este discurso falso le añadimos que Villacís ha aprobado un proyecto que prevé rodear Madrid de un bosque verde con casi 100 kilómetros de territorio plagado de árboles, el argumento queda un poco cojo. 

La vicealcaldesa se ha empeñado en convertir Madrid en una isla, solo que en vez de que el territorio esté rodeado de agua salada, lo estará de 2.600 hectáreas de territorio verde con una buena cantidad de árboles que rodearán la capital a lo largo de hasta 76 kilómetros. Puede que Madrid Central quede en los discursos de Ahora Madrid y de la izquierda madrileña, pero los árboles perdurarán a todo este discurso durante siglos. Y ese mérito le corresponde a Begoña Villacís.

Al mismo tiempo, y enmarcado en este mismo proyecto, Villacís no ha dudado en tirar de innovación tecnológica y de originalidad para llevar a cabo este proyecto, pues plantará mediante drones lo miles de árboles que crecerán durante años rodeando la capital.

PATRONA DE LA HOSTELERÍA

Un paseo por cualquier comunidad autónoma basta para darse cuenta de que si la pandemia ha infectado a algún sector más que a otro ese es de la hostelería. Bares y restaurantes cerrados es el panorama más común en toda España. Pero si hay una ciudad en la que se han paliado de verdad los efectos de la pandemia en el sector hostelero esa es Madrid.

El mérito de esto no es solo de la resiliencia de los propietarios de los bares y restaurantes. También el Ayuntamiento de Madrid ha tenido mucho que ver en que la hostelería resista los golpes de la pandemia. Villacís se ha volcado con la comisión de terrazas y ha convertido zonas de aparcamiento en oasis para que los restaurantes puedan seguir con su actividad económica a pesar de la pandemia. Y siempre de una forma segura para evitar los contagios. 

Junto a esto, no es hacer de menos añadir que ha sido la propia vicealcaldesa la que se ha volcado en ayudar no solo a los hosteleros, sino también generando líneas de ayuda para el pequeño comercio y para el ocio nocturno.

CASTELLANA NORTE

Algunos piensan que veinte, otros van más allá, pero lo cierto es que el proyecto urbanístico de Castellana Norte lleva aplazándose durante décadas por la absoluta incapacidad de llegar a un acuerdo. Sin embargo, fue llegar Villacís de la mano de un acuerdo político y no tardó nada en desbloquearse. El proyecto del distrito Castellana Norte ha estado bloqueado durante 26 años. Tras este tedioso proceso, la administración municipal actual consiguió sacarlo adelante con todo lo que ello conlleva: 250.000 puestos de trabajo y 10.000 viviendas, según ha detallado la administración municipal en base a sus estimaciones.

Se trata, según los datos del Ayuntamiento, de uno de los proyectos urbanísticos más ambiciosos de toda Europa que convertirá el norte de Madrid en un espacio tan verde cono nuevo, rodeado eso sí por el bosque metropolitano que también ha impulsado Villacís. 

LAS FAMILIAS, LO PRIMERO

Pero a todos estos proyectos de un calado importante a nivel municipal, hay que añadir el lado social que Villacís tampoco ha dejado de lado de la mano de su equipo de gobierno y de las consejerías que de ella dependen directamente. En agosto de 2020, es decir, en plena pandemia, Villacís consiguió llevar adelante un proyecto que no dejaba desamparadas a las familias. Concretamente, se trata de la Tarjeta Familias, una nueva herramienta del Ayuntamiento para la atención social que permite cargar ayudas económicas destinadas a necesidades básicas que los usuarios pueden gastar en cualquier establecimiento de alimentación.

En este caso, fue el Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social, destinó alrededor de 27 millones de euros a ayudas tramitadas a través de estas tarjetas. La cuantía de las ayudas que se cargarán en ellas va de los 125 a los 630 euros al mes, dependiendo de la renta per cápita y del número de personas que forman la familia.

Si el partido naranja resurge, lo hará con Villacís en un puesto más que reconocible

El resumen de todo esto es el que deslizan desde la formación naranja hasta la saciedad: la mala gestión de algunos no salpicará a muchos de los dirigentes válidos que tiene el partido. No hay nadie dentro del partido, y no solo de Ciudadanos, sino también de algunos de la oposición, que niegue que Villacís va a sobrevivir a la quema que ahora hay en Ciudadanos. Su peso político y su valor en gestión la ha puesto en el tablero y todos en la formación naranja dan por hecho que Villacís continuará al frente de la vida pública.

Si el partido naranja resurge, lo hará con Villacís en un puesto más que reconocible. Y si la formación naranja desaparece por las chapuceras decisiones de su directiva, no dejarán escapar un valor como el que representa la vicealcaldesa de la capital. En un par de años al frente de Madrid junto al PP han conseguido más que otros partidos en solitario en legislaturas enteras. Villacís se salvará del hundimiento del barco, pero no solo porque sea una superviviente, sino porque es necesaria para la política española.