¿Notas que el deseo sexual ha ido disminuyendo? Quizá la rutina del día a día está haciendo mermar vuestra pasión. Si esto sucede, podéis probar a poner en práctica cosas diferentes para volver a despertar esa llama en la pareja. Si tenéis ganas de pasarlo bien, nada mejor que elegir unos cuantos juegos sexuales para subir la temperatura en el dormitorio, cosa que se notará también en los demás aspectos de vuestra vida.
Si sois dos personas atrevidas, seguro que le dais al sexo mucha importancia. Por eso, no debéis dejar que este decaiga. Poniendo vuestro empeño y realizando acciones sencillas, tendréis la posibilidad de recuperar la pasión y añadirle cada vez más emoción al tema. La intimidad con la otra persona es muy importante. Por eso, nada mejor que jugar entre los dos para volver a sentir lo que al principio.
¿Te atreves? Descubre algunos juegos sexuales para reactivar la llama con tu pareja.
El prisionero y el bodypainting, perfectos para animar la pareja
Son muchos los juegos sexuales que puedes poner en práctica con tu pareja para que la pasión no decaiga. En el caso de que nunca hayáis hecho antes nada parecido, recuerda que debe ser en todo momento una práctica consentida por las dos partes. Si ambos estáis de acuerdo, no cabe duda de que os espera un momento cargado de electricidad, perfecto para avivar esa llama que os une.
Uno de los juegos más sencillos pero no por ello menos placenteros es el prisionero. Además, esta práctica conseguirá también ayudaros en vuestras relaciones sexuales, volviéndolas más emocionantes y divertidas. Hablamos de un juego en el que uno de los participantes es el prisionero, que se convierte en esclavo del otro mientras tiene los ojos vendados. Podéis atar a vuestra pareja o hacer lo que se os ocurra. El límite lo ponéis vosotros.
Por otra parte, también encontraréis muy excitante el juego del bodypainting. Esta práctica os ayudará a recuperar la pasión y también la curiosidad por el cuerpo del otro. Consiste en coger un poco de pintura apta para el cuerpo y pintaros el uno al otro usando herramientas como pinceles finos, gruesos o los que más os gusten. Se trata de centraros en vosotros y vuestras sensaciones placenteras.
¿A qué sabe mi boca? Y otros juegos con comida
Las fantasías sexuales están a la orden del día y son clave a la hora de recuperar la chispa con tu pareja. Por eso, si alguna vez habéis fantaseado con vendaros o vendar los ojos y quedar a la merced de la otra persona, este juego es perfecto para comenzar. Conste en una variación del prisionero, ya que los dos tienen los ojos vendados. Es decir, son ciegos.
Uno de los dos miembros debe colocarse helado, fresas, chocolate o cualquier otro alimento que se le ocurra en la boca y, el otro, tiene que besarlo. Solo con el gusto, debe reconocer qué alimento tiene, después de haber probado el sabor del mismo. Como se tienen los ojos vendados, el deseo crecerá por momentos y este simple hecho hará que aumente la pasión en vuestra intimidad. La llama no se apagará nunca.
Otro juego que podéis probar si os gusta experimentar con comida en la cama es el del chocolate y el helado. No hay cosa que mejor siente que mezclar el sabor de lo dulce con el sexo y así lo podéis demostrar. En este caso, los dos miembros deben desnudarse y, después, se comienzan a trazar caminos de helado y chocolate sobre el cuerpo de la otra persona. Más tarde, debéis ir saboreando ese camino sin poder usar las manos. A esto debemos sumarle las sensaciones frías del helado, que subirán las revoluciones.
Un masaje en pareja diferente y una sorpresa final
Los masajes son una buena forma de ganarse a la pareja y de incrementar el placer en las relaciones sexuales. Además, si queréis darle un punto extra de erotismo, nada mejor que usar aceites especiales. Aunque es uno de los juegos más clásicos, lo cierto es que cuando nos introducimos en la rutina, puede que dejemos de hacerlo. Es el momento de recuperarlo.
Su realización, además, es muy sencilla. Uno de los miembros debe colocarse en un sitio cómodo dándole la espalda a su pareja. Después, esta debe realizar un masaje erótico y sensual incidiendo en las zonas erógenas de su compañero. Podemos hacer uso de aceites lubricantes de sabores o colores especiales para estimular aún más nuestros sentidos. Entrarán en funcionamiento el tacto, el olor y esa sensación irresistible del líquido deslizándose por la piel. No podréis frenar la pasión.
Si el masaje no os ha dejado exhaustos, también podéis probar el juego conocido como «Frío o caliente». Este consiste en realizar sexo oral pero de una forma diferente, con el objetivo de convertirse en una práctica de lo más placentera y provocadora. A la hora de hacerlo, nos pondremos hielo o beberemos algo frío y caliente, de forma alterna. De este modo, la boca quedará tanto fría como caliente, despertando las sensaciones de nuestro compañero y aumentando el placer.
Strip Poker, Twister e incluso guerra de cojines
¿Alguna vez has pensado que los juegos de toda la vida también tienen su punto de erotismo? Piensa, si no, en el strip poker. Esta variedad del juego de cartas es uno de lo más conocidos en el mundo de la sexualidad. Consiste en jugar de forma normal al póker y, aquel que pierda, se debe ir desnudando. La ropa será su dinero. Además, también se puede variar y hacerlo con otros juegos de cartas, en caso de que no sepáis jugar a este.
Por otro lado, tenemos un juego tan tradicional como el Twister, al que todos hemos jugado alguna vez cuando éramos pequeños. En esta ocasión, lo convertiremos en un juego sexual participando en el mismo completamente desnudos. Las posiciones pueden ser todas, por lo que puede que la situación termine explotando en un momento de pasión irrefrenable.
Las guerras de almohadas también pueden ser perfectas para hacerlas en pareja. Para aportarle ese toque necesario de erotismo, los dos miembros deben desnudarse y hacerse con su propio cojín. Cuando llegue el momento de pasar a la acción, tan solo tenemos que pensar en disfrutar y, por supuesto, en ganar. Realmente, al final todo culminará con un momento de amor, por lo que la guerra tan solo será una excusa.