Sánchez sopesa herir a Casado con unas elecciones anticipadas

A más de uno en el Partido Popular le cuesta entender cómo unas elecciones anticipadas podría perjudicar a su bunkerizado líder, Pablo Casado. Desde que el vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, ha dado el paso de presentarse como candidato de la formación morada a las elecciones de la Comunidad de Madrid, la idea de que Pedro Sánchez prevé convocar comicios anticipados en otoño está en todos los partidos. El problema es que fuentes del PP indican que, si lo hace, será en parte por hundir a un Partido Popular tocado por el débil liderazgo que tiene y porque Vox obtendrá el mejor resultado de su historia al capitalizar el descontento del electorado más conservador. Vamos, que Sánchez ha visto la oportunidad de apuntalar su partido de cara a la recuperación económica y, sobretodo, de partir en dos a la derecha con un PP flojo y un Vox disparado por la pandemia.

El secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea, no parece demasiado consciente de lo que ocurre. Al igual que él, su presidente Casado ignora que el PSOE les está preparando un traje a medida solo porque Sánchez sabe que los socialistas apuntalarían el resultado actual y que los populares se hundirían ante el empuje de Vox. Esta es solo una cara de la estrategia, dado que el PSOE también quiere apropiarse de la recuperación económica para asegurarse la próxima legislatura. Una estrategia urdida que tiene como objetivo no solo aprovecharse de los vientos económicos a favor, sino hundir al principal enemigo: el PP.

Desde el PSOE son conscientes de que Vox es un partido que se inflará tan rápido como se desinflará. Al menos es la idea que tienen. Pero dentro de esa teoría, desde el gabinete de Sánchez son perfectamente conscientes de que los mejores resultados de la historia de Santiago Abascal se obtendrán en los próximos comicios generales, es decir, sean dentro de dos años o este. Y en esa lectura, es preferible para el PSOE presentarse a las elecciones ahora, con los sondeos a favor y con una recuperación económica en ciernes, antes que esperar dos años y añadir más variables a una ecuación complicada en tiempos de pandemia.

Los sondeos realizados hasta le fecha son tímidos. Es cierto que algunos han apuntando a que el PP mejoraría ligeramente sus resultados. Mientras que ahora los populares tienen 89 diputados en el Congreso, en el mejor de los escenarios planteados por las encuestas electorales se le han llegado a dar hasta 110, cuando la mayoría absoluta se sitúa en los 176 escaños. Con estas variables en cuenta, lo que no sopesa del todo el PP es que Vox podría pegarle un mordisco tremendo, y más después de haber visto lo que ha pasado en Cataluña, región en la que el partido de Abascal ha superado en votos y diputados autonómicos tanto al PP como a Ciudadanos.

En este sentido, que se convoquen elecciones con la resaca de Cataluña presente no hace más que echar leña al fuego a una insostenible situación que desde el PP no todos soportan con la misma elegancia. El liderazgo del partido lleva tiempo cuestionado por los propios dirigentes populares. Y el PSOE sabe que si quiere acabar con su enemigo o dejarle lo más anulado posible lo que tiene que hacer es convocar elecciones antes de que a los populares les dé tiempo a rearmarse. 

Desde el PP aseguran que ni Casado ni Teodoro son del todo conscientes de lo que se les viene encima. Interpretar la salida de Iglesias del Gobierno como un augurio de que habrá elecciones generales en los próximos meses parece básico para muchos, pero lo cierto es que todos aseguran que Casado y Teodoro llevan demasiado tiempo bunkerizados como para enterarse de que su tiempo al frente del PP podría ser menos de lo que esperan.

LOS POPULARES QUE SÍ QUIEREN ELECCIONES

Pero no todos en el PP están en contra de que Sánchez convoque elecciones anticipadas este otoño. Hay muchos dirigentes que no sabían cómo echar a Casado de la presidencia del PP y celebran la posibilidad de que estos comicios adelantados puedan dejar de manifiesto que, si el actual líder sigue al frente del partido, Casado hundirá el partido si sigue por más tiempo al frente del Partido Popular. Esto ha hecho que desde Génova haya más de uno que quiera quitarse la tirita de golpe y buscar una excusa lo antes posible para exigir la cabeza de Casado.

Hay una buena parte de los populares que llevan tiempo conjurando para tumbar a Casado. El plan B de este grupo de díscolos era el de traer al presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, para que sustituyera a un Casado de capa caída, pero de momento se ha frenado todo este plan porque no había una excusa excesivamente objetiva como para que las bases pidieran la dimisión de Casado. Sin embargo, si se celebraran elecciones anticipadas, esa excusa se pondría sobre la mesa sin la necesidad de que nadie tuviera que forzar un debate algo fuera de lugar.