La Comisión Europea ha admitido este martes que los problemas de producción y distribución de la vacuna contra la COVID-19 que tiene la farmacéutica anglosueca AstraZeneca ha provocado «problemas» en la reputación de la UE porque el bloque esperaba una cifra «enorme» de entregas durante los dos primeros trimestres del año.
La directora general de Salud y Seguridad Alimentaria del Ejecutivo comunitario y responsable de las negociaciones con las empresas farmacéuticas, Sandra Gallina, ha reconocido ante la comisión de Control Presupuestario del Parlamento Europeo que el «mal rendimiento» de esta empresa ha dañado la imagen tanto del Ejecutivo comunitario como de los Estados miembros.
«Es una vergüenza, un daño reputación de gran alcance», ha insistido durante su comparecencia la italiana, que ha asegurado compartir la «frustración» que han expresado muchos eurodiputados por los retrasos del laboratorio, que sólo entregará hasta junio 100 millones de dosis a los Estados miembros, un tercio de lo pactado en el contrato.
Bruselas ya contaba con que el primer trimestre del año no iba a ser «fácil» porque no esperaba que los socios comunitarios recibieran «muchas dosis», pero Gallina ha precisado que el «problema» principal ha sido la situación de AstraZeneca, que sólo está produciendo unidades de su vacuna en una de las cinco plantas previstas en el acuerdo con la UE.
La directora general de Salud de la Comisión Europea ha afirmado que «no tener las dosis de AstraZeneca ha creado un problema muy grave en Europa«, porque durante los primeros seis meses del año se esperaban «cifras enormes» de ella en los socios comunitarios.
Ante esta situación, Gallina ha insistido en que Bruselas «utilizará todas las herramientas su disposición» para conseguir que AstraZeneca entregue a los países de la UE todas las dosis que había prometido. «Nuestra intención es actuar, realmente es una cuestión que no puede dejarse sin resolver», ha apuntado.
En este sentido, ha recordado que la Comisión Europea prevé enviar una carta a la farmacéutica para iniciar un procedimiento de resolución de disputas en un intento para resolver las diferencias de manera amistosa pero que podría conducir a los tribunales si ambas partes no llegan a un acuerdo.