Cospedal niega la existencia de la caja ‘b’: «Sería de la persona que fue tesorero, no del PP»

La ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal ha negado este martes en el juicio que celebra la Audiencia Nacional por el presunto pago de la reforma de la sede nacional del PP con dinero de la caja ‘b’ que existiera en el partido una contabilidad paralela. «Sería de la persona que fue tesorero, no del PP», ha dicho en alusión a Luis Bárcenas.

Cospedal, que ha declarado como testigo en la vista oral por videoconferencia, ha afirmado que no tiene ninguna «animadversión» hacia Bárcenas, sino que en cualquier caso sería «desprecio». Aún así, ha evitado mencionar su nombre durante su intervención que ha durado alrededor de hora y media –tan sólo le ha nombrado en tres ocasiones– y se ha referido a él como «esta persona» o por el cargo que ocupó en el partido.

La ex secretaria general, cuya testifical ha sido a propuesta de varias acusaciones populares, ha sido preguntada directamente por la afirmación que hizo el extesorero del PP sobre que algunos altos cargos del partido cobraron sobresueldos procedentes de la caja ‘b’, incluyéndole a ella en la lista y al expresidente del Gobierno Mariano Rajoy. Sobre esto Cospedal ha dicho que es «falso» y que no tiene conocimiento de que existiera este «sistema» de pago.

En este sentido, ha negado rotundamente los dos apuntes de 7.500 euros que aparecen en los denominados ‘papeles de Bárcenas’ bajo su nombre. «No es que no lo recuerde, es que no lo recibí», ha destacado.

Tampoco ha reconocido que Bárcenas, tal y como indicó en su declaración como acusado, le entregara a ella o a Rajoy el remanente de esa supuesta caja ‘b’ una vez que éste dejó de ser tesorero en 2009 ni un sobre con 25.000 euros a cada uno de ellos procedentes de la devolución por parte del PP de Pontevedra de una cantidad que había sido embargada al partido nacional y que correspondía a los gallegos. «Desde febrero o marzo de 2009 no tuve relación prácticamente con esta persona, pero además es falso», ha dicho al respecto.

De este modo, Cospedal ha negado algún tipo de irregularidad en el partido, por lo que en varias ocasiones ha apuntado que «la contabilidad paralela o la caja b no existe. Sería de la persona que la hizo pero no del PP».

Y así lo ha repetido en referencia a los apuntes de Bárcenas, sobre los que ha dicho que «no son reales. Sería la contabilidad b del que fue gerente o tesorero del partido». Según Cospedal, las únicas cuentas que existían eran las que figuraban en el partido y se remitían al Tribunal de Cuentas.

DONACIONES LEGALES Y NOMINATIVAS

Con todo ello, la también ex ministra de Defensa ha restado credibilidad a la versión de Bárcenas sobre cómo el partido recibía donaciones. En este sentido, ha afirmado que no tiene ningún conocimiento de que algún empresario acudiera a la sede del PP en la calle Génova para aportar donaciones anónimas en metálico.

Cospedal ha asegurado al respecto que «las donaciones eran conforme a la legislación vigente y fiscalizadas por el Tribunal de Cuentas», recordando que a partir de 2007 la ley establece que estas aportaciones dinerarias tienen que ser nominativas. «Nunca he conocido que se hicieran donaciones que no fueran regulares en el PP», ha añadido.

A preguntas de las acusaciones populares, Cospedal también ha explicado que entre julio de 2009 a marzo de 2010 ejerció las funciones de tesorera después del cese de Bárcenas: «El que era tesorero del partido dejó su cargo y el partido me encomendó a mí que supliera sus funciones de manera transitoria para la gestión diaria de los asuntos».

Ha añadido que después se revocaron los poderes a Bárcenas (hasta en dos ocasiones) y que fue designada por el comité ejecutivo del partido pero «por boca del presidente», Mariano Rajoy.

Además, ha subrayado que no hubo traspaso de documentación de Bárcenas hacia ella a pesar de que era su sustituta, y ha indicado que su función básicamente fue la de pagar facturas de cuestiones ordinarias y firmar las nóminas. «Muy poco más», ha señalado, matizando que no tuvo nada excepcional en ese tiempo.

Al hilo, ha calificado de «falso» que Bárcenas siguiera de tesorero de facto y ha recordado que éste interpuso una demanda laboral contra el PP que perdió y la Audiencia Provincial de Madrid «dejó claro que no había continuado esa relación laboral». Sobre los abonos posteriores al extesorero después de su cese, ha especificado que no eran nóminas sino que se le pagaba «en concepto de indemnización por haber renunciado al cargo de tesorero».

Cospedal ha aprovechado también su declaración como testigo para acusar a Bárcenas de «mentir» en este procedimiento relativo a la financiación irregular del partido y recordar que ganó una demanda por vulneración de su derecho al honor que interpuso contra el extesorero, quien fue condenado a pagarle 50.000 euros y que «nunca ha pagado», ha indicado.

Así, a preguntas del abogado del PP, Jesús Santos, también ha apuntado que otros de los procedimientos en los que se ha visto implicado la formación política fue por la destrucción de los ordenadores que Bárcenas usaba en la sede del PP, en el que Cospedal también declaró como testigo, que acabó con una sentencia absolutoria para el partido.

Sobre la reforma de la sede de Génova, Cospedal ha dicho que cuando llegó a la Secretaría General, las obras ya estaban a punto de terminar, por lo que no participó en ningún sentido, además de que no entraba dentro de sus funciones. Asimismo ha señalado que le parece «inverosímil» que se pagara parte de la remodelación en negro, ya que la «cantidad ordinaria» que se abonó a la empresa Unifica fue lo «suficientemente abultada como para que no tenga que haber otro pago».

LA AUDITORÍA DEL PP

Por otro lado, Cospedal ha explicado que, a raíz de la aparición en prensa en enero de 2013 de declaraciones del extesorero acerca de retribuciones al comité ejecutivo del partido, Rajoy encargó que se realizara una auditoría interna para conocer los flujos de caja y cómo se realizaba el pago de complementos salariales.

Ese informe, ha destacado a preguntas de la letrada de Izquierda Unida, arrojó que la situación del partido y sus cuentas estaban «saneadas». Y ha subrayado hasta en dos ocasiones, la segunda a preguntas del abogado del PP, que se analizó el periodo comprendido entre 1989 y 2009 y se comprobó que «el 95 por ciento de los ingresos provenían de subvenciones estatales».

Además, ha incidido en que respecto a las retribuciones al personal funcionaban como «cualquier empresa», y respecto a las retribuciones por representación a cargos del partido que pertenecían a cámaras legislativas, ha apuntado que existían, pero que iban acompañadas de sus pertinentes retenciones para la Hacienda pública y siempre se realizaban por transferencia bancaria.

No obstante, los cargos del partido que formaban parte de algún gobierno, ya fuera nacional, autonómico o local, no podían percibir esa retribución, ha precisado. «Por ejemplo, cuando pasé a ser presidenta de Castilla-La Mancha no percibí nunca ninguna retribución del PP. Antes sí, después no», ha apostillado.

La defensa de Bárcenas ha tratado de preguntar a Cospedal por el operativo parapolicial ‘Kitchen’ que supuestamente se sufragó con fondos reservados y que tuvo como objetivo sustraer al extesorero la información comprometedora para el PP que aún conservaba tras salir del partido, si bien el tribunal no ha permitido que se interrogue por este asunto ya que se trata de una cuestión que se está instruyendo en la Audiencia Nacional en el marco de otro procedimiento.