PSOE y sus socios afean al PP que quiera condenar el comunismo, pero no a Franco

El PSOE, Unidas Podemos y los partidos que apoyan al Gobierno han recriminado este martes al PP que quiera que el Pleno del Congreso condene el comunismo, pero no la dictadura franquista, y le han avisado del riesgo que supone «banalizar el nazismo».

El debate ha tenido lugar en el hemiciclo a raíz de una proposición no de ley del PP, que se votará este jueves, y que busca que la Cámara inste al Gobierno a condenar el «totalitarismo comunista», poniéndolo al mismo nivel que el «totalitarismo nazi», un texto que ya fue rechazado el pasado mes de noviembre en la Comisión Constitucional, pero que los ‘populares’ han decidido resucitar para el Pleno al albur de la precampaña electoral madrileña.

En este contexto, la portavoz del Grupo Popular, Cuca Gamarra, ha planteado la iniciativa como una «segunda oportunidad» para que PSOE, Podemos, ERC, PNV, Bildu y el Grupo Plural se «retracten» y muestren una «repulsa unánime del totalitarismo y los regímenes autoritarios de toda calaña», incluidos los que, a su juicio, «torturan y mortifican» aún hoy, por ejemplo, al pueblo venezolano.

Así, les ha instado a dar la espalda «la polarización de los extremos» y a «recuperar el espíritu de la Transición sin revisionismos ni tergiversaciones» y ha cargado contra la «permisividad moral» con el totalitarismo comunista que, a su juicio, practica «la progresía sin fronteras».

En su réplica, el secretario general del PCE y portavoz adjunto de Unidas Podemos, Enrique Santiago, ha asegurado que la iniciativa del PP queda «desautorizada» cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, dice que «el fascismo es el lado bueno de la historia» y ha añadido que «al banalizar el mal y los crímenes contra la humanidad del nazifascimo», los de Pablo Casado se convierten en sus «cómplices».

POLÍTICA DEL ODIO

Además, ha reivindicado la lucha del PCE contra la dictadura. «Mientras Fraga firmaba la condena a muerte de Julián Grimau, nosotros impulsamos el pacto constitucional y dimos apoyo a esa Constitución que tanto les costó aceptar», ha restregado a Gamarra. «Que les hayamos perdonado no les da ninguna autoridad moral para descalificar lo que ha representado y representa el PCE, no vuelvan a hacer política con el odio y el enfrentamiento», ha reclamado Santiago.

El líder del PCE y el portavoz adjunto del Grupo Socialista, Rafael Simancas, se han preguntado si el siguiente paso del PP será pedir la «ilegalización» no sólo de los partidos independentistas sino también del PCE y de los socialistas. ¿Qué quieren, quedarse solos en el Parlamento para no tener que molestarse en comprar tránsfugas?», ha inquirido Simancas, quien ha defendido la legitimidad del Gobierno de coalición de «socialistas y comunistas.

«Estamos orgullosos de defender el interés general y la necesidad de plantarles cara a ustedes antes, ahora y siempre porque socialismo es libertad», ha proclamado. Además, ha destacado que el PP decidió llevar este asunto al Pleno el mismo día que se anunciaba la posibilidad de que España tenga una «vicepresidenta comunista y de Comisiones Obreras», en referencia a Yolanda Díaz.

«¿Quieren equiparar a la ministra de trabajo con Adolf Hitler y al Gobierno con el régimen que asesinó a millones de personas?», ha apostillado, a la vez que ha afeado a Gamarra que haya obviado en su iniciativa la condena de otros regímenes totalitarios, como el franquismo, que incluía también la resolución de la Eurocámara. «Venga ya, señora Gamarra», ha añadido.

El mismo reproche ha llegado por boca del diputado del PNV Joseba Agirretxea, quien ha defendido una enmienda precisamente para incluir incluya también una condena del franquismo. Desde Bildu, Oskar Matute ha mentado la colaboración de Franco con los nazis a través de la División Azul, ha recordado cómo el Ejército Rojo liberó Auswitch y ha acusado al PP de presentar esta iniciativa para «limpiar su mala conciencia» y que se «olvide» el origen franquista del fundador de su partido, Manuel Fraga.

«Dejen de excusarse en el comunismo y empiecen a limpiar sus propias casas», les ha dicho, tras homenajear diciendo sus nombres a varios militantes comunistas represaliados por la dictadura y mencionar también a Eugenio Espinosa de los Monteros, embajador en Alemania con Franco y pariente lejano del actual portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros.

«MI PADRE LUCHÓ POR SU LIBERTAD»

Después en un turno que le ha sido concedido por alusiones, el dirigente de Vox ha elogiado la figura del abuelo de unos primos segundos de su padre por ser, ha dicho, una «figura clave para evitar la entrada de España en la Segunda Guerra Mundial».

El diputado de ERC, Joan Josep Nuet, ha contado la historia de su padre, miliciano de las Juventudes Socialistas Unificadas, luchó en el bando republicano y estuvo seis años en campos de concentración. «Pasó por eso para que usted se pueda levantar de su escaño y decir aquí lo que piensa sin temer ningún tipo de represalia. Mi padre luchó por su libertad, por mi libertad y por nuestra libertad», le ha soltado a Gamarra.

Albert Botrán, de la CUP, ha reconocido que hubo dictaduras comunistas que cometieron crímenes, pero también ha señalado al comunismo como origen del actual Estado del bienestar y de la conquista de muchos derechos. Por eso ha rechazado el «discurso del bando vencedor de la guerra fría» que, a su juicio, ha resucitado el PP con su texto. «Viva el comunismo y la libertad», ha concluido.

VOX AL PP, ROMPAN CON LOS COMUNISTAS CHINOS

El diputado del BNG, Néstor Rego, ha denunciado que «igualar fascismo y comunismo» es «una ignominia» que equivale a equiparar » dictadores asesinos con luchadores por la libertad». «Si quieren condenar empiecen por condenar el franquismo», les ha espetado, rechazando la «sucia campaña electoral» que, a su juicio, hace el PP «desde la bajeza moral de la manipulación histórica».

Por su parte, Genís Boadella, del PDeCAT, ha avanzado su apoyo al texto del PP, pese a acusarle de «machacar» con este tema por interés electoral. También Vox ha adelantado su ‘sí’ a través de Francisco José Contreras quien, no obstante, ha pedido al PP que, en coherencia con la misma, rompa el acuerdo de colaboración que María Dolores de Cospedal firmó en 2013 con el Partido Comunista Chino.

Guillermo Díaz, de Ciudadanos, por su parte, se ha negado a «separar en dos bloques el dolor y la muerte» porque «quien asesina es un asesino, no el portador de una idea», ha dicho, antes de advertir: «Cuidado con banalizar con el nazismo o el comunismo y mucho cuidado con utilizarlo para una campaña electoral».