Nuet apoyó tramitar leyes de desconexión para ir por la «vía constitucional»

El diputado de ERC Joan Josep Nuet ha explicado durante su declaración en el juicio que se celebra contra él por desobedecer al Tribunal Constitucional (TC) al apoyar determinados acuerdos de la Mesa del Parlament de Cataluña durante el ‘procés’, ente ellos los que facilitaron la tramitación de las leyes de desconexión con España, que su actitud no tenía como intención contravenir los mandatos del tribunal de garantías sino, más bien al contrario, tratar de que el independentismo «transitara por vías constitucionales».

Esta justificación, argumentada de diversas maneras, ha sido la tónica general del interrogatorio a Nuet, para quien la Fiscalía pide 10 meses de multa y un año y cuatro meses de inhabilitación por haber votado, como secretario tercero de la Mesa del Parlament de Cataluña en la XI Legislatura, en la que era diputado de SíQueEsPot, a favor de la determinadas resoluciones independentistas pese a las advertencias del Tribunal Constitucional.

Ante las diversas preguntas tanto del fiscal Javier Zaragoza como de la abogada del Estado Rosa Maria Seoane, poniendo de manifiesto sus reiterados incumplimientos -hasta cuatro- frente a las advertencias del TC, Nuet ha tratado de zafarse explicando por que votó en contra de algunas resoluciones independentistas que llegaron a la Mesa.

«Pero a otras, que podrían convertirse en constitucionales, les di tramite para usar la Constitución en su sentido amplio, que pudiera ser reformada para dar cabida a una determinada opción política», ha explicado, añadiendo que ese era el mandato de su grupo parlamentario.

A juicio, y a riesgo de que se le pueda tildar de «iluso o idealista», su intención sobre todo en los primeros pasos del ‘procés, no fue la de incumplir la Constitución ni colaborar con proceso independentista en Cataluña. » De ser así hubiera votado a todo que sí desde el principio hasta el final», ha añadido, puesto que » esos días todo eso era nuevo, todo pasaba por primera vez» y ellos pretendían «que no llegase la sangre al río» .

«Me equivoqué tal vez, hoy haría cosas distintas», ha continuado para admitir que tomó las decisiones que creyó «adecuadas para que se cumplieran con los requerimientos del Tribunal Constitucional no para desobedecerlos». Ha puesto como ejemplo su apoyo a la creación de una comisión «de estudios» del proceso constituyente, que inicialmente iba a ser una «comisión legislativa» con la que él no estaba de acuerdo.

«Todo para que preceptos que estaban fuera de lo constitucional pudieran vehicularse a preceptos constitucionales», ha insistido. Tenía además el convencimiento, ha subrayado, de que en todo caso el tribunal de garantías tendría la última palabra sobre la actuación parlamentaria que pudiera llevarse a cabo en la cámara catalana.

RECHAZO DE CUESTIONES PREVIAS

El interrogatorio ha comenzado después de que el tribunal haya rechazado la solicitud la anulación del procedimiento solicitado por la defensa de Nuet en las cuestiones previas, en atención a dos premisas, la falta de competencia del alto tribunal y la vulneración de varios de los derechos fundamentales de su patrocinado, relacionados con la inviolabilidad como parlamentario autonómico cuando se produjeron los hechos.

El interrogatorio del fiscal Zaragoza ha comenzado con el apoyo que Nuet dio a la primera resolución que inició el denominado «procés», que se trató en la cámara antes de que el Tribunal Constitucioal comenzara a actuar en este asunto. Nuet ha admitido que los letrados del parlamento emitieron informes tanto escritos como orales de los que él saco como idea importante la alusión a una sentencia del TC que señalaba que «una opinión política puede defenderse si la Constitución puede reformarse para dar cabida a dicha idea».

En este punto, también se ha referido a la «tradición parlamentaria» existente en el Parlament, que ha calificado de «laxa» en lo relativo a la significación de los acuerdos que pudieran irse aprobando en la Mesa, en el sentido de que «la última palabra» siempre la tendría el TC en el caso de que vulneraran los preceptos constitucionales. «Estábamos aprendiendo y encontrando situaciones no vistas antes en mi vida parlamentaria», se ha excusado.

Otra parte del interrogatorio se ha centrado en octubre de 2016, con ocasión de la tramitación por la Mesa de las resoluciones dimanantes del debate de política general. Según Nuet, que ha descrito dicha reunión como caótica, «no hubo tiempo material para hacer un análisis riguroso de la constitucionalidad de esos textos».

No obstante, ha querido dejar claro que su grupo introdujo una propuesta de resolución sobre la celebración de un referéndum pactado con el estado que el TC no impugnó y «al final fue la más votada en el debate parlamentario, tuvo 73 apoyos», entre otros los de Junts pel Sí.

En este tipo de actuaciones en las que el acusado señala su convencimiento de que «la política podía dar soluciones a la situación», que era muy compleja. «Mi opción no triunfó, es evidente, pero no quería usar mi voto para desobedecer o romper la doctrina constitucional», ha insistido. En este mismo ambiente ha enmarcado su actuación respecto a la tramitación de las leyes de Referéndum y la Ley de Transitoriedad Política, que luego no apoyó en el Pleno.

La abogada del Estado le ha preguntado si el hecho de que recibiera personalmente los requerimientos del Tribunal Constitucional no le hicieron pensar que tenía una responsabilidad diferente al resto de diputados de su grupo para impedir la tramitación de iniciativas que seguían ese sesgo inconstitucional, a lo que Nuet le ha respondido que él se encontraba en la Mesa porque su grupo parlamentario le propuso y les enseñó todos los autos. «Mi grupo era consciente de en qué estábamos metidos y todas la votaciones importantes fueron discutidas», ha dicho.

A preguntas de su defensa, ha descrito el episodio en el que el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, le llamó a su despacho para explicarle que quería firmar un decreto de convocatoria de elecciones, a lo que él dio su respaldo. «Que no se hiciera fue una lástima y la foto del fracaso, pasamos de elecciones autonómicas a una declaración unilateral de independencia, y fue el último clavo en el ataúd del proceso de esos días».

LA VISIÓN DESDE CIUDADANOS

También en la sesión de este miércoles ha comparecido el primero de los testigos, el que fuera diputado de Ciudadanos y miembro de la Mesa del Parlament José María Espejo, que ha sido interrogado por el fiscal Jaime Moreno, ante quien ha ratificado que los informes de los letrados, desde que se produjo la primera sentencia del TC sobre este asunto, no dejaban duda sobre la obligatoriedad del cumplimiento de sus resoluciones, si bien antes de ello mantenían «una posición de cierta duda jurídica».

Sobre la actitud de Nuet, y al contrario de lo señalado por el acusado, que dijo haber evolucionado desde una ignorancia inicial a posiciones cada vez más contrarias con las propuestas lanzada por los independentistas, el que fuera diputado de Ciudadanos ha señalado que aunque en principio Nuet exponía más dudas, en su recuerdo aparece cada vez más alineado con las tesis que optaban por desobedecer al tribunal.

También ha señalado que veía «anormal» que la tramitación de las denominadas leyes de desconexión se pretendiera no llevarlas a la Mesa del Parlament antes de iniciar su andadura parlamentaria, lo que hacía pensar en «un plan determinado de llevar el debate» para que la justicia constitucional no pudiera actuar contra dichas iniciativas. Al mismo tiempo, constató que la misma evolución hacia la contundencia que llevaban las resoluciones del TC podía verse en los informes de los servicios jurídicos del Parlament de Cataluña.