El PSOE defiende la reforma del CGPJ frente al bloqueo

El PSOE ha vuelto a defender este miércoles en el Pleno del Senado, donde se que espera que sea aprobada, que la reforma del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para limitar sus funciones en periodo de interinidad es «necesaria» debido al bloqueo impuesto por el PP a la renovación del órgano constitucional, mientras que los ‘populares’ han insistido en rechazar lo que consideran un «ataque a la yugular» del Poder Judicial.

El Pleno ha debatido la proposición de ley impulsada por PSOE y Unidas Podemos para impedir que un CGPJ caducado como el actual –que lleva más de dos años en funciones– pueda realizar nombramientos discrecionales en la cúpula judicial, así como los vetos presentados por PP y Vox y las dos enmiendas de supresión de los ‘populares’.

Se espera que los grupos mantengan las posiciones manifestadas en la Comisión de Justicia que tuvo lugar el lunes y rechacen los vetos y enmiendas para aprobar, ya de forma definitiva, la proposición de ley, que quedaría así con el mismo texto con el que salió del Congreso de los Diputados. De darse este escenario, solo restaría su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) para que los cambios contemplados surtan efecto, algo que podría ocurrir en apenas unos días.

El senador socialista Francisco Fajardo ha argumentado que el hecho de que la Constitución no regule las funciones de un CGPJ cuyo mandato ha expirado es una «anomalía» que el constituyente no contempló, no porque no lo quisiera –según sus tesis– sino porque nunca imaginó «una posición tan irresponsable que diera lugar al bloqueo», urgiendo una vez más al PP a cumplir la «obligación» constitucional de renovar el CGPJ sin «exclusión de partidos políticos» ni «vetos a personas».

A este respecto, el también senador socialista José María Oleaga ha planteado si el objetivo del PP al mantener a los actuales vocales es retener el «control» del CGPJ para obtener resoluciones favorables en las causas judiciales que le afectan, apuntando que este mismo miércoles los ex presidentes Mariano Rajoy y José María Aznar testifican en el juicio de la presunta ‘Caja B’ del PP.

En esta línea, ha deslizado que el veto al juez José Ricardo de Prada es por sentenciar –en la primera época de ‘Gürtel’– que «las siglas del PP son Partido Partícipe» a título lucrativo de la corrupción condenada en ese juicio. Oleaga lo ha tildado de preocupante al considerar que envía «un mensaje velado a los jueces»: «Ojo con meteros con el PP, ojo con causarnos problemas con vuestras sentencias, porque entonces nos ocuparemos de impedir la promoción de vuestras carreras».

Además, Fajardo ha incidido en que la legitimidad del CGPJ emana de las Cortes Generales elegidas democráticamente, que son quienes designan a los vocales, y que, al haber cambiado de signo político en estos más de dos años, «la función legitimadora ha caducado» y es indispensable renovar el órgano de gobierno de los jueves para que represente la «pluralidad de la sociedad» a la que sirve.

LOS «TERMINATOR DE LA JUSTICIA»

La réplica más contundente ha sido la del senador ‘popular’ Francisco Bernabé, que no ha dudado en calificar de «ataque directo a la yugular de la independencia del Poder Judicial» la reforma propuesta, acusando de «trileros» a PSOE y Unidas Podemos por evitar los informes del CGPJ y otros organismos y llamando a sus respectivos líderes, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, «caníbales de la democracia» y «‘Terminator’ de la justicia».

Su compañero Fernando de Rosa ha contestado a Oleaga recordando el caso de los ERE en Andalucía y reivindicando que los jueces son independientes y «los vocales del CGPJ no pueden considerarse una correa de transmisión de una u otra fuerza política», subrayando en este punto que son nombrados por las Cortes Generales, no por los partidos.

Frente a lo que ha definido como un intento de tomar como «rehén» al CGPJ para «intentar meter las manos en la administración de justicia», De Rosa ha apelado al PSOE, del que ha dicho que no cree que quiera un Poder Judicial «sumiso y obediente», para instarles a que «dejen de estar atados a la radicalidad a la que les están llevando sus socios en el Gobierno».

UN REPARTO DE «CROMOS»

Desde Vox, el senador José Manuel Marín ha coincidido con el PP en que la reforma ideada por socialistas y ‘morados’ es «un serio ataque al núcleo del Estado de Derecho, que es la separación de poderes», pero también ha cargado contra los ‘populares’ por alimentar un sistema de elección que hace al CGPJ «preso de los dictados de la mayoría del gobierno por exigua que sea».

Para sacar al CGPJ de esta «lucha de partidos», Marín ha anunciado que el grupo parlamentario de Vox presentará una proposición de ley para cambiar el mecanismo de designación de los miembros del Consejo, recuperando de esta forma una enmienda en la que apostaba por que los vocales sean elegidos por los propios jueces.

Miguel Sánchez López, de Ciudadanos, ha puesto el foco igualmente en el «mercadeo» de PP y PSOE para repartirse los asientos del CGPJ como si fueran «cromos», defendiendo asimismo un sistema en el que los jueces sean elegidos por jueces frente a esta reforma «al más puro estilo polaco».

Para Imanol Landa, del PNV, el problema no es el método de designación, enfatizando que los jueces se organizan en asociaciones con «las mismas tendencias y corrientes ideológicas de la sociedad de la que vienen», sino el uso que los partidos hacen del mismo con «intereses espurios». Así, ha señalado al PSOE por acudir a la fórmula de la proposición de ley eludiendo informes y al PP por un bloqueo «inadmisible» que, para el PNV, justifica esta reforma del CGPJ.

En el independentismo catalán, Josep Maria Cervera (Junts) ha sostenido que dicha reforma no es la solución ideal, aunque sí suficiente para lograr la renovación del CGPJ, augurando que los «rifirrafes» entre PSOE y PP van a continuar y criticando que ambos partidos solo fijan su atención en la supuesta «falta de neutralidad absoluta» de la justicia cuando les afecta. «Hoy estamos aquí porque el ‘plan a’, que era un pacto entre PSOE y PP, no funcionó», ha reprochado.

Laura Castel, de ERC, ha denunciado asimismo que «el sistema de elección del CGPJ ha degenerado en un sistema de reparto de miembros entre los partidos mayoritarios», exigiendo una reforma mayor para dar cabida a criterios de mérito, capacidad, paridad y de «pluralidad política» que permitan acabar con lo que interpreta como «una enorme carga conservadora y derechizante».

HACIA EL 4 DE MAYO

Las elecciones del 4 de mayo en la Comunidad de Madrid se han colado también en el debate parlamentario, que ha coincidido con el anuncio de que la presidenta del Senado, Pilar LLop, será la ‘número 3’ del PSOE.

Así, Oleaga ha deseado que de las urnas salga «un Gobierno decente» que respete la memoria de los exiliados, refiriéndose con ello a la retirada de una placa de Largo Caballero, mientras que Fajardo ha echado en cara al PP que esté «ennoviado» con Vox y rebaje el tono con los de Santiago Abascal ante la posibilidad de tener que «formar matrimonio» el 4 de mayo.

En las filas ‘populares’, Bernabé ha hecho gala del lema electoral para preguntar: «¿Qué van a votar, comunismo o justicia, comunismo o democracia, comunismo o libertad?». «Solo hay un camino, con Ayuso y el PP, a votar y a ganar», ha contestado.

Por su parte, el senador ‘naranja’ ha asegurado que a su partido «no se le puede dar por muerto» y ha confiado en que su candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Edmundo Bal, «va a demostrar que Ciudadanos es absolutamente necesario, es útil y ocupa un espacio que nadie ocupa en este país».