Borràs obliga a Illa a marcarse un ‘Arrimadas’ en el Parlament

La investidura del socialista Salvador Illa va camino en dirección cortada. La presidenta del Parlament, Laura Borràs, sólo ha propuesto como candidato a presidir la Generalitat a Pere Aragonés, líder de ERC, pese a no contar con los apoyos suficientes para obtener el cargo por mayoría absoluta este viernes.

Aragonés aún tiene que dar su brazo a torcer a JxCat, que exige que el Consell per la República, dirigido por Carles Puigdemont desde Waterloo (Bélgica), sea un gobierno en paralelo a la Generalitat. Esta, entre otras discrepancias, como la unilateralidad, otro referéndum, el reparto de las Consejerías y los impuestos son los principales escollos a solventar la debilidad entre ambas formaciones.

Mientras se libra la guerra en el bloque independentista, Illa y el PSC se mantienen en la convicción de intentar la investidura, pese a no contar con los apoyos necesarios para alcanzar la mayoría absoluta en la primera votación de este viernes y o bien por mayoría simple el martes, pese a ser el partido más votado en Cataluña, por encima de ERC, aunque con empate a escaños.

BORRÀS DESCARTA A ILLA

Según el reglamento, corresponde a Borràs proponer un candidato en función de los apoyos que éste presente. La dirigente de JxCat, imputada por presuntamente trocear contratos en el Instituto de las Letras Catalanas, no ha perdido el tiempo con el exministro socialista, y ha presionado a Aragonès.

Illa necesitaría los apoyos de ERC o Junts para poder acceder al Govern. De momento, no cuenta con ninguna de las dos formaciones, que firmaron un cordón sanitario contra el PSC a una semana de la cita electoral del 14-F.

Ciudadanos ha tildado de «comedia» el intento del exministro de Sanidad para tratar de gobernar Cataluña. «La comedia del sr. Illa llega a su fin», ha asegurado el líder ‘naranja’, Carlos Carrizosa. «Un presidente del Parlament independentista siempre beneficia a candidatos independentistas», ha afirmado, recordando así el episodio de Inés Arrimadas en 2017. Entonces la líder de Cs había ganado las elecciones, pero no pudo presentarse la investidura ante la falta de apoyos y la negativa del ahora expresidente del Parlament Roger Torrent. El PSC dirigió duros ataques a Arrimadas, recordando su falta de apoyos.

SIN APOYO A ILLA EN EL CONSTITUCIONALISMO

Pero el tiempo es caprichoso, y cuatro años después son los socialistas quienes se enfrentan a la misma situación, con un añadido, que ostentan una representación menor que Cs en 2017 y no cuenta ni con el apoyo de Vox ni del PPC. Habrá que esperar a la decisión de los ‘comuns’, pero en este momento no se han sumado a un posible pacto de investidura.

Vox ha descartado por completo apoyar a los socialistas. El PPC tampoco está por esta labor, ya que Illa ya ha advertido que llegaría a sondear el camino de un tripartito, es decir, pactar con ERC y los ‘comuns’. Esta opción sería factible a mitad de legislatura, una vez PSC y ERC hayan medido sus fuerzas en las municipales de 2023.

Illa no cuenta nada más que los 33 diputados de su partido, mientras que ERC tendría a la CUP, pero no de JxCat. Si este viernes, Aragonés no obtiene la mayoría para ser investido, sería en la jornada del martes por mayoría simple cuando se alce con el bastón. «Illa no tiene opción alguna«, afirman fuentes parlamentarias. El exministro de Sanidad ha esgrimido que los catalanes votaron para «pasar página a un década de decadencia para apostar por la reconstrucción y la reconciliación».

ILLA CARGA CONTRA ERC

«Constato con preocupación que estas prioridades no son las de parte de las formaciones catalanas», ha afirmado el exministro. Los socialistas acusan a ERC de ser presa de los antisistema y de la derecha independentista catalana, convertida ahora en una formación de izquierdas. «Apuestan por el camino fácil, que aporta bloqueo y parálisis. Hay una alternativa», ha considerado.

Por su parte, la viceprimera secretaria del PSC, Eva Granados, ha acusado a ERC de «estar dispuesta a llegar a la Presidencia a cualquier precio, y el precio lo pagarán todos los catalanes», después de que haya alcanzando un preacuerdo con la CUP para investir presidente al republicano Pere Aragonès.

Sea como fuere, JxCat está presionando a ERC para hacer valer sus 32 escaños. Los de Puigdemont tratan de romper con las guerras de las legislaturas pasadas, pero la «confrontación» es su principal arma.

ERC ha pactado con la CUP un preacuerdo para que la Mesa entre gobierno de España y Govern llegue a un acuerdo, mientras en el Congreso se ha dado carpetazo a los indultos y amnistía pedidos por el bloque independentista. Además, se celebraría una consulta, sin señalar en qué consistiría la misma. Poble Lliure, Arran y OSAN han advertido que no comparten el texto.