domingo, 15 diciembre 2024

Monedero admite que hizo mal la factura de ‘Neurona’

El cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero reconoció ante el juez que la factura que emitió a la empresa mexicana Neurona Consulting por trabajos de consultoría política por unos 26.000 euros, y que el instructor sospecha que fue una comisión para que el partido contratara a la filial española en la campaña electoral de 2019, «no está hecha correctamente» porque no es un experto fiscal, si bien aseguró que no fue una mordida, sino que realmente hizo el trabajo por el que cobró.

«Seguramente, pues al ser doctor en Ciencias Políticas no voy a poder dar clases de cómo se hace bien una factura», dijo el ex dirigente ‘morado’ en su declaración como investigado del pasado 15 de marzo ante el juez del caso ‘Neurona’.

El interrogatorio se centró en la factura con fecha 30 de diciembre de 2018 por valor de 30.000 dólares en concepto de «300 horas de consultoría presencial Buenos Aires, México y Colombia», por la que Monedero recibió el 25 de enero de 2019 un ingreso bancario de 26.200,31 euros procedente de Neurona Consulting.

Tanto el juez como la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) creen que Monedero elaboró la factura cuando el banco le pidió que justificara el ingreso, basándose en tres indicios: que las labores de consultoría son un concepto habitual en facturas falsas porque es un servicio difícil de comprobar; que figura como emisor Neurona Consulting cuando debería constar el cofundador de Podemos; y que se emite como ‘factura número 1’ el último día del año y en domingo.

FACTURA HECHA EN DOMINGO, EL ÚLTIMO DÍA DEL AÑO

«Esa factura, claro que la hago un domingo, la hago en mi casa, y la hago poniendo arriba lo que tenía que ir abajo y abajo lo que tenía que estar arriba (…). Es verdad que no está hecha correctamente», admitió al instructor Juan José Escalonilla.

Monedero disculpó esos errores explicando que elabora sus facturas de modo artesanal porque no es un especialista en temas contables. «Los que hacemos facturas y no somos expertos utilizamos el Excel, cambiamos los contenidos, muchas veces las hacemos mal», ilustró.

No obstante, defendió que, a pesar de sus «torpes» facturas, en esta figuran los elementos básicos que acreditarían su «buena fe», que «no hay ningún tipo de secreto»: «Se establece quién tiene que pagar, que es Neurona; quién cobra, que soy yo; cuál es la cuenta donde se tiene que introducir el dinero; aparecen los conceptos y aparece la cantidad».

LA FACTURA ES LA NUMERO 1 DE 2018 Y DICE QUE IBA A SER LA 1 DE 2019

Sobre estas supuestas erratas, y ante el interés del juez, Monedero aclaró que «la factura es la ‘número 1’ de 2018 pero porque realmente iba a ser la ‘numero 1’ de 2019». Y reiteró: «No me siento especialmente habilidoso en la elaboración de facturas».

En cuanto al momento de la emisión, sostuvo que la factura no se confeccionó cuando la reclamó la entidad bancaria, esgrimiendo como prueba una tanda de correos electrónicos con Andrea Edlin, una de las dos socias mexicanas de Neurona Consulting, en los que consta que el 28 de diciembre de 2018 avisó de que la emitiría para su cobro y que el 13 de enero de 2019 se la envió. «La factura que les emito a ellos es la que mando al banco», afirmó. «Es idéntica», enfatizó.

UNA CONSULTORA DE IZQUIERDAS

Otro de los ejes de la declaración de Monedero fue determinar el rol que jugó en el contrato que Podemos firmó con Neurona Comunidad –la filial española de Neurona Consulting– por valor de 363.000 euros para labores de consultoría política de cara a las elecciones generales del 28 de abril de 2019.

«No, en absoluto», respondió a Escalonilla, que le planteó directamente si había puesto en contacto a Podemos y Neurona. Según Monedero, desde que dejó el cargo en 2015 «siempre» se ha ofrecido a ayudar al partido en actos electorales pero no «profesionalmente» en el diseño de la campaña, apostillando que en este caso, si lo hubiera querido hacer en la de 2019, lo lógico habría sido hacerlo incorporándose a Neurona Comunidad, algo que «habría sido absolutamente legal», pero no fue así.

Monedero deslizó que las partes pudieron conocerse en 2015, cuando Neurona Consulting vino a España por «primera vez» para «acompañar, seguir, ver las elecciones de una formación política emergente como era Podemos». En cualquier caso, consideró que no sería raro que Podemos contactara con la mercantil porque es «una de las pocas» consultoras políticas de izquierdas.

ARRIMADAS, LULA Y EEUU

También se esforzó en demostrar que sí prestó los servicios para los que fue contratado por Neurona Consulting, apoyándose nuevamente en la documentación que entregó en el Juzgado de Instrucción Número 42 de Madrid el mismo día de su comparecencia.

Monedero mencionó en concreto esos ‘emails’, que detallan los viajes realizados y las horas de trabajo imputables a cada uno, y su historial de vuelos de 2018 con Iberia, que refleja billetes a México, Colombia y Argentina. Y, además, ofreció al juez su pasaporte para que pueda verificar «los sellos de entrada y salida de los diferentes países».

El juez quiso saber en qué consistía el trabajo de consultoría política de Monedero, que le habló del «prestigio» que ganaban tanto él como la empresa al colaborar entre ellos, de participación en foros, de análisis sobre el «devenir» latinoamericano y de formación en política.

Lo ilustró con un ejemplo cercano: «Si me hubiera llamado hace una semana Inés Arrimadas, para preguntarme cuál era mi opinión sobre una moción de censura en Murcia, le habría dicho: ‘Cuidado, porque en Madrid tuvimos un Tamayazo, no hay garantías de que puedas tener el voto seguro de tus militantes y, además, seguramente vas a desatar histeria colectiva que puede desembocar en unas elecciones anticipadas en Madrid, que no es bueno para el país’. Eso habría sido una llamada por teléfono pero imagínese los efectos».

El cofundador de Podemos aprovechó la audiencia judicial para denunciar «la guerra jurídica o ‘lawfare'» en América Latina y que, según alertó, estaría llegando a España a través de la judicialización de la política, extremo que dijo ser lo único que comentó sobre esta causa con el otro socio mexicano de Neurona Consulting, César Hernández, a quien solo le vincularía una «relación profesional».

En este punto, Monedero denunció el supuesto «golpe de Estado» en Bolivia contra el Gobierno de Evo Morales, unos hechos por los que está encarcelada su sucesora inmediata, Jeanine Áñez; recordó que recientemente «el Tribunal Supremo brasileño ha declarado ilegales los juicios que sacaron a Lula de la carrera electoral»; y apostilló que «desde Estados Unidos antes se financiaban golpes de Estado, 50 en el siglo XX en América Latina.

«YO DECLARO EN MI PAÍS»

Monedero también hizo hincapié en que declaró esos 26.000 euros al fisco español. «Creo que es lo correcto, trabajos de fuera que los ingreso en mi país y los declaro en mi país, a diferencia de otras realidades que me parecen menos virtuosas, que se van los dineros fuera. Yo lo declaro en mi país», destacó.

Con todo, consideró que la documentación aportada al Juzgado de Instrucción Número 42 de Madrid –los correos electrónicos, el historial de vuelos y las declaraciones tributarias– «invalida radicalmente» la «malfundada sospecha» de que la factura es falsa.

En una especie de alegato final, lamentó que si le hubieran permitido presentar todo ese material «hace unos meses» se habría ahorrado «protagonizar portadas de la prensa de este país con falsas acusaciones».

Monedero se desvinculó así de lo que constituye el núcleo de esta causa, el contrato firmado por Podemos y Neurona Comunidad, y que Escalonilla cree que pudo ser un contrato simulado para desviar dinero de las cuentas ‘moradas’.