Cada 2 de abril se celebra el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, una jornada impulsada desde 2007 por Naciones Unidas para poner de relieve la necesidad de contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas con trastorno del espectro del autismo (TEA) y promover su inclusión en todos los ámbitos ante las dificultades de este colectivo, que se visilizará tiñendo de azul más de 300 edificios en España y llevando a cabo diversas acciones de concienciación.
‘Puedo aprender. Puedo trabajar’ es el lema de la edición de este año que difunde el movimiento asociativo del autismo en España, en coordinación con Autismo Europa, ante la situación laboral de estas personas (cerca de 7 millones en Europa y más de 450.000 en España) de las que un 90% no tiene un empleo. Según esta ONG, se trata de uno de los colectivos de la discapacidad menor acceso al mercado laboral por lo que es uno de los objetivos pendientes para muchas empresas.
La inclusión laboral del colectivo es posible, como refleja la historia de ‘Algo de Jaime’, una iniciativa familiar inspirada en el talento para dibujar que Jaime Martínez Alonso demostró desde muy pequeño, y que desveló un estilo inocente, creativo y alegre. Jaiem es una persona con TEA y un retraso severo.
Animados por este descubrimiento, sus padres (la diseñadora Sole Alonso, y el arquitecto Javier Martínez) plasmaron estos dibujos en unas camisetas y sudaderas, que inicialmente se vendieron entre amigos, con divertidos dinosaurios, rinocerontes, cebras, gorilas, etc, y posteriormente se puso en marcha la web ‘www.algodejaime.com’ con tienda online y las redes sociales.
A partir de ahí, la marca consiguió despertar el interés de público y empezó a crecer, alcanzando acuerdos con Zara, El Corte Inglés, Gastón y Daniela, Tantanfan, Apli, Absolut Beach o Kilombo Rugs, entre otros, que con los dibujos de Jaime crearon mochilas, agendas, alfombras, papeles pintados o estuches, comercializados a nivel nacional e internacional. La marca, como subrayan sus promotores, acaba de cumplir tres años.
También es positiva la historia de Paula, que trabaja desde hace dos años como matemática en Mapfre y hace solo cuatro que fue diagnosticada. «Yo llevaba una vida como cualquier otra, interiormente sabía que lo era, pero nunca me lo había planteado», relata. Cuando acudió al psicólogo por un ataque de ansiedad durante el periodo universitario, le recomendaron que se realizara las pruebas diagnósticas, confirmando que era una persona con TEA.
«He conseguido becas y trabajado en otras empresas, y en todas me han tratado muy bien, sobre todo en lo que respecta a mi discapacidad visual, pero quizás en algunas entrevistas de trabajo ha jugado en mi contra el hecho de tener esta otra discapacidad», afirma.
No obstante, estos casos de éxito en inclusión laboral suelen ser una excepción, como denuncia el director general de Autismo España, Jesús García Lorente, que reclama que, «en el ámbito laboral, las personas con autismo sean reconocidas legalmente como un colectivo de alta vulnerabilidad, para poder reducir las cifras del 90% de desempleo».
Este es uno de los objetivos de Andrea Romero, educadora del Centro sociolaboral Aucavi. En esta asociación madrileña preparan a jóvenes con autismo para conseguir un puesto de trabajo: «Lo que hacemos es convertir sus intereses en posibilidades de empleo», y en esta línea de trabajo se desarrollan prácticas laborales como limpieza de cristales, reciclaje de vidrio y telecafé.
Precisamente, la directora técnica de Autismo España, Ruth Vidriales, explica que «los intereses limitados, su capacidad para perseverar y repetir patrones, hacen que muchas personas en el espectro del autismo se conviertan en unos auténticos especialistas en áreas muy específicas, lo que es un valor para el ámbito del empleo».
«Si las empresas pudieran capitalizar la capacidad y el grado de especialización que muchas veces tienen sobre ámbitos muy concretos de conocimiento, probablemente se sorprenderían y también se beneficiarían de un talento que está desaprovechado», afirma.
En cualquier caso, hay compañías que llevan a cabo acciones de sensibilización e integración como Royal Canin, que colabora con la Fundación Bocalán en su programa de preparación de perros para convertirse en perros de asistencia para niños con autismo (PSNA).
En cuanto a las operadoras, Orange por ejemplo cuenta con varias soluciones tecnológicas para mejorar la calidad de vida de las personas con TEA, programas como Lancelot, Azahar, Dictapicto o Teayudoajugar, y herramientas como In-TIC o SPQR; mientras Fundación Telefónica, a través de su programa de Voluntarios Telefónica, colabora con asociaciones que desarrollan su actividad con personas con TEA y otras discapacidades intelectuales.
CULTURA ACCESIBLE E INCLUSIVA
La inclusión del colectivo en espacios culturales también es posible gracias a acuerdos como el alcanzado recientemente por la Asociación Empower Parents (Familias con hijos e hijas con Síndrome del Espectro Autista TEA) y varias instituciones culturales como el Museo Nacional de CIencias Naturales, Fundación Telefónica y Real Jardín Botánico.
Empower Parents arrancó en 2013 de la mano experimentada del Queens Museum de Nueva York, de la Fundación ICO y hablarenarte, gracias a un premio concedido por la American Alliance of Museums dentro de su programa Museums Connect, dependiente del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América.
Un año más tarde, en 2014, la Fundación ICO junto a hablarenarte deciden continuar el proyecto en solitario en España y apoyar así la inclusión real en los museos. En 2020 se crea la Asociación Empower Parents, con el objetivo de continuar con las líneas de trabajo ya iniciadas con el Museo ICO e incorporar nuevas instituciones culturales y museísticas.
La Asociación Empower Parents está formada por familias con hijos e hijas con TEA y profesionales de la mediación cultural. «Desde que se inició el programa hace 8 años, el rumbo ha estado claro y definido: hacer de los museos espacios más abiertos, inclusivos y accesibles a las personas con TEA y a sus familias», afirma el director de la Fundación ICO, Lucinio Muñoz. En definitiva, añade, «contribuir a que el acceso a la cultura sea posible, de facto, para todas las personas.
«Las personas con diversidad funcional han visto cómo, durante décadas, sus derechos básicos y libertades han sido ignorados, excluyéndoles de diferentes contextos sociales. Esta exclusión también llega al contexto de la cultura: las personas con TEA tienen habitualmente grandes dificultades para acceder y disfrutar de ella, a pesar de ser un derecho universal. Desde Empower Parents diseñamos un programa de actividades inclusivas y facilitamos herramientas y recursos educativos para que las familias puedan disfrutar de cualquier museo o espacio de cultura», indica Laura Donis, responsable del programa desde la Asociación Empower Parents y autora del libro ‘Empower Parents. Imaginando espacios comunes’.
Respecto al disfrute compartido de los espacios públicos, Miguel, que participa en el programa junto a su hermano Nacho, con condición de TEA, relata su experiencia: «Yo antes no hacía nada con mi hermano, pero ahora hemos aprendido a hacer actividades y planes juntos».
En el marco del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, se han puesto en marcha otras acciones como la del grupo Autismo Plena Inclusión Madrid –integrado por una docena de entidades de atención específica a personas con Trastorno del Espectro del Autismo– que ha lanzado una acción bajo el hashtag #TeSeñaloATi, que transforma el concepto de señalar en una invitación a tener una actitud positiva ante el colectivo y no en un gesto de discriminación.