El responsable de Política Institucional del PNV, Koldo Mediavilla, ha insistido en la defensa de «la institucionalización del derecho a decidir», que va a plantear su formación este Aberri Eguna, de manera que pueda darse «de manera pacífica, normalizada, pactada y reglada». Asimismo, ha eludido «entrar a la controversia» con la izquierda abertzale en este ámbito porque «ahondar en la brecha de la división no sería para nada positivo y la gente no lo entendería».
En una entrevista concedida a RNE, ha recordado que, por segundo año consecutivo, se celebrará este domingo el Aberri Eguna en un momento de «doble desafío» para «recobrar la salud cuanto antes» y lograr «la recuperación económica» tras la crisis provocada por la pandemia, de manera que «se pueda retomar la vía del desarrollo y el progreso cuanto antes mejor».
Asimismo, ha defendido que, «cuando las decisiones se toman a pie de tierra, lo más cercanas posibles a la ciudadanía, se llega con mayor eficacia a sacar adelante los problemas existentes». De este modo, ha defendido que «el autogobierno no es algo indeterminado», sino que «son sistemas públicos de salud, de cuidados».
Por tanto, ha remarcado, «en la medida en que hagamos posible que nuestro autogobierno sea más fuerte, más firme, que nuestra capacidad de decisión sea auténtica y que las decisiones que tomemos sean inmediatas, la eficacia de las medidas a adoptar son mejores y más adecuadas para afrontar los problemas».
En este marco, ha aludido al mensaje que trasladará el PNV en este Aberri Eguna para reclamar «institucionalizar el derecho a decidir del pueblo vasco». «Nuestra pretensión es que exista un reconocimiento de la nación vasca y, al mismo tiempo, un proceso de respeto y de reconocimiento a la voluntad popular que la sociedad vasca pueda tener en un determinado momento para considerar cuál es su expectativa de vida de cara al futuro», ha afirmado.
Según ha explicado, «es lo que nosotros denominamos institucionalización del derecho a decidir, que pueda darse esa circunstancia de manera pacífica, normalizada, pactada y reglada».
LA CONFRONTACIÓN
Preguntado sobre las diferencias con EH Bildu para reivindicar ese derecho a decidir de manera conjunta, ha afirmado que «no sabría decir qué es lo que nos separa».
«Sería muy sencillo entrar a la controversia con los ámbitos de la izquierda abertzale pero en este planteamiento nacionalista de respeto a la voluntad de la ciudadanía, y más en las circunstancias actuales de crisis en que vivimos, el ahondar en la brecha de la división, de la confrontación, no sería para nada positivo y la gente no lo entendería», ha señalado. A su entender, «lo que pide es que la política no sea un problema, sino que sea una solución».