La tasa de incidencia acumulada de Andalucía ha subido este sábado hasta 150,03 por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, de manera que se encuentra por encima del umbral de 150 marcado por el Gobierno y las comunidades autónomas que plantea la recomendación de cerrar el servicio en el interior de la hostelería.
Este indicador se aprobó el Viernes de Dolores en la Comisión de Salud Pública, en la que se encuentran representadas las CCAA y el Ministerio de Sanidad, y supuso una actualización del documento ‘Actuaciones de respuesta coordinada para el control de la transmisión de covid-19’, conocido como ‘semáforo covid-19’.
Concretamente, se aprobó la recomendación de cerrar el servicio en el interior de la restauración cuando una región se encuentre en nivel de alerta alto o muy alto, es decir, con una incidencia superior a 150 y otros indicadores elevados como la ocupación hospitalaria.
No obstante, ese mismo día el vicepresidente de la Junta de Andalucía y consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, Juan Marín (Cs), manifestó que en la región no se aplicará dicha recomendación. «Las normas están muy claras, los criterios son cristalinos» y «no vamos a cambiarlos porque el Gobierno esté en las ocurrencias como la de la ministra de Sanidad, Carolina Darías, cuando dijo que había que adelantar el toque de queda a las ocho de la tarde», dijo en declaraciones a los periodistas en Sevilla.
Este sábado Andalucía contabiliza en sus hospitales 1.090 pacientes hospitalizados por coronavirus, 58 más en un día, lo que supone la mayor subida un sábado desde la registrada el 23 de enero (222) en la tercera ola, y tiene 275 en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), ocho más que la víspera y 41 más que hace siete días.
Respecto a la tasa, se encuentra en los ya citados 150,03 puntos, 21 por encima de la tasa de 129,0 de hace siete días. La región no tenía una tasa por encima de 150 desde el 2 de marzo.
Sanidad precisó el día de la aprobación de esta recomendación que a la hora de establecer sugerencias para las medidas restrictivas se tendrán en cuenta, «no solo los indicadores, sino también la tendencia» que presente una comunidad autónoma, de forma que si su crecimiento es exponencial se podrían aplicar estos consejos, aunque la ocupación en hospitales, por ejemplo, no se haya disparado aún.
SIN CAMBIOS DESDE OCTUBRE
El citado ‘semáforo covid-19’ no se actualizaba desde el 22 de octubre de 2020 y mantiene cuatro niveles de alerta con diferentes medidas de actuación frente al coronavirus en función de la incidencia de contagios a siete y 14 días por 100.000 habitantes, la positividad de las pruebas diagnósticas o el porcentaje de ocupación de camas hospitalarias y de cuidados intensivos.
Así pues, esta recomendación no es vinculante y cuando se aprobó el viernes 26 de marzo Madrid, Cataluña, País Vasco, Melilla y Ceuta ya estaban en nivel alto de riesgo.
De acuerdo a esta actualización, el interior de la restauración debería estar al 50% en los niveles más bajos de riesgo. En exteriores, la recomendación es que no haya restricciones en el nivel bajo (incidencia inferior a 50), un 75% de aforo en los niveles medio y alto y un 50% en el de riesgo extremo (incidencia por encima de 250). El texto, según precisan fuentes de Sanidad, recuerda que las terrazas tienen que tener un máximo de dos lados cerrados para que sean consideradas exteriores, con el objetivo de «garantizar que la ventilación es permanente».
En el nivel de riesgo alto, se establece un máximo de seis personas en reuniones sociales y de cuatro cuando el riesgo es extremo. «En los niveles de alerta muy altos el cierre de interiores de la restauración es importante debido a la importancia de la transmisión en los lugares cerrados, donde el número de personas que se relacionan tienen un riesgo alto de transmisión. Cada vez se da más importancia a la transmisión por aerosoles, esa ha sido una de las claves para ser más estrictos con los interiores», apuntan estas fuentes.