La CUP cree que Junts quiere «ganar en los despachos lo que perdieron en las urnas»

La diputada de la CUP Eulàlia Reguant ha asegurado que Junts «quiere ganar en los despachos lo que perdieron en las urnas», y ha añadido que tiene la sensación de que los de Puigdemont no han digerido que han quedado por detrás de ERC en las elecciones pese a que han cedido el liderazgo de las negociaciones a los republicanos.

En una entrevista ha achacado la abstención de Junts en la investidura del candidato de ERC a la Presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès, y su actitud durante la negociación a una estrategia para «hacerse valer y de intentar a última hora arañar más cosas, porque se acaban los plazos».

Ha criticado que ya hicieron lo mismo con la Presidencia del Parlament y la composición de la Mesa: «Hasta dos días antes no pusieron sobre la mesa que entendían que la Presidencia del Parlament les tocaba a ellos… un concepto un poco perverso, ahora me toca porque me toca».

Reguant también ha afeado a ERC que no se atreva a llevarles la contraria y cree que los republicanos han sido «tímidos» en el acuerdo que han alcanzado la CUP porque estaban pensando en que debían contentar después a Junts para gobernar juntos.

«ERC a veces tiene el síndrome del hermano pequeño, que no se atreve a enfrentarse o llevar la contraria al hermano mayor», por lo que les ha reclamado más valentía para proponer políticas de izquierdas y transformadoras.

Tras ser testigo de las negociaciones para la Mesa del Parlament y para la investidura, Reguant ha alertado de que las relaciones entre ERC y Junts son incluso peores que en la anterior legislatura y que el tono del debate de investidura de la formación de Carles Puigdemont era muy beligerante contra republicanos y ‘cupaires’.

«Habíamos visto situaciones de ERC y Junts, que compartían Govern, tirándose los platos a la cabeza en el Parlament, pero creo que el discurso del viernes no lo habíamos visto nunca», ha apuntado.

También ha explicado que ha habido «muy pocas» negociaciones a tres bandas, y que no se han vuelto a reunir con Junts y ERC juntos desde antes de la constitución del Parlament, y que desde entonces solo han hecho una reunión con Junts: «La sensación es que muchas ganas de hablar, como mínimo con la CUP, no tienen», ha criticado.

NIEGA DAR DOS AÑOS A LA MESA DE DIÁLOGO

La diputada anticapitalista ha negado que la CUP dé dos años de margen a la mesa de diálogo en el acuerdo con ERC, sino que, según ella, deja que los republicanos exploren la vía de la negociación con el Estado, dejando claro que los ‘cupaires’ no se implicarán porque no creen en ella, mientras defienden que hay que ir preparando un nuevo «embate» desde el inicio de la legislatura.

Sí que ha subrayado que la CUP no utilizará la mesa de diálogo contra el Govern ni contra ERC, pero que esto no quiere decir que le den dos años de margen: «Ha habido quien interesadamente ha querido decir que la CUP ha puesto dos años de margen a la mesa de diálogo, y lo que está escrito en el acuerdo no es eso. Y si queda duda: nosotros no damos dos años de margen a la mesa».

Ha explicado que el acuerdo dice que «como mucho en 2023 se evaluará, pero si la mesa se da por fallida antes, se da por fallida antes», y considera que debe haber una evaluación permanente y continua de la mesa y debe haber espacios para evaluarla, en sus palabras.

«ERC, legítimamente, en su táctica apuesta por la mesa de diálogo, y el 2023 podemos imaginar que no es casual porque habrá elecciones en el Estado, si no lo son antes», ha sostenido.

En este sentido, ha defendido que el «embate democrático» se debe construir desde el principio de la legislatura y no desde 2023, y ha asegurado que se deben generar las condiciones desde ya, para que existan unas condiciones objetivas que permitan hacer las cosas mejor que en 2017, en referencia al referéndum del 1-O.

ESTRATEGIA INDEPENDENTISTA

Preguntada por el rol que debería tener el Consell per la República en esta estrategia, Reguant ha respondido que «tal y como se ha construido estos años, es una herramienta partidista» de Junts, ha recriminado que no haya sido suficientemente transparente y ha apostado por reformarla.

«Creemos que tiene que haber un espacio de diálogo y de trabajar el consenso entre las tres principales fuerzas independentistas y la dos principales organizaciones de la sociedad civil», pero ha descartado entrar públicamente en el debate de cuál debe ser ese espacio y ha insistido en reformar el Cosejo por la República.

Además, Reguant ha concretado que este espacio no debe intervenir en la política interna del día a día, sino que se debe «blindar ante las dinámicas de Govern o parlamentarias», y considera que también puede ser un espacio que aglutine, o sirva para construir o dar paraguas a la Asamblea de Cargos Electos, entre otras cosas.

No ha descartado que este órgano pueda llegar a ser un espacio de coordinación del movimiento independentista, pero ha insistido en que «el debate sobre el consenso estratégico va más allá de una legislatura parlamentaria, no es solo una cuestión de Govern o Parlament».