La presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha asegurado este martes que acordó «la semana pasada» con el diputado Jaume-Alonso Cuevillas su salida de la Mesa del Parlament, antes de que cuestionara la admisión de propuestas de resolución contra la monarquía y a favor de la autodeterminación que a efectos prácticos no tienen recorrido y que podrían llevar a la inhabilitación de los miembros de la Mesa.
«En estos compases iniciales, ya vimos que seguramente no era su sitio. Tuvimos una conversación la semana pasada y ya acordamos que no estaría y que saldría de la Mesa. Luego todo se ha precipitado», ha subrayado en una entrevista en Catalunya Ràdio.
Tras explicar que el relevo de Cuevillas ha sido una decisión «colegiada» que deberá ser ratificada en el próximo pleno del Parlament, Borràs ha especificado que habló con él después de que se abstuviera en el voto delegado del exconseller y actual diputado de Junts Lluís Puig.
«Esto evidenció que podía haber alguna turbulencia, y ante cualquier pequeño bache es mejor asfaltar y poder seguir trabajando para avanzar», ha destacado la presidenta del Parlament, que ha recordado que Cuevillas aceptó entrar en la Mesa tras ofrecérselo ella misma después de haber compartido dos años en el Congreso, pero que no era el lugar que él hubiera preferido.
Según Borràs, el debate abierto por Cuevillas sobre la admisión de determinadas propuestas de resolución es «inexistente» en Junts, y ha defendido que lo demostraron en la anterior legislatura y que así lo recogían en el programa electoral del partido.
«En mi discurso de presidenta del Parlament fui muy clara en el sentido de tener una actitud de dignidad, de preservar la inviolabilidad del Parlament y de no permitir injerencias externas», ha apuntado Borràs, que ha defendido que en la Cámara catalana se pueda hablar de todo.
También ha lamentado que se exponga a posibles querellas, como ha pasado con el expresidente del Parlament Roger Torrent, y que se combata «por la vía de los tribunales y no por la vía política cuando a alguien dice o hace algo que no gusta».
Al preguntársele si Junts tiene garantizados los votos para sustituir a Cuevillas por la diputada Aurora Madaula, Borràs ha concretado que en el marco de negociaciones con ERC ya han hablado «de hacer cambios en la Mesa cuando los partidos lo consideren necesario».
Por ello, ha apelado a la «responsabilidad» de ERC, aunque ha añadido que no cree que deba haber ningún problema, pese a que los comunes hayan propuesto a su diputado Lucas Ferro para ocupar dicho puesto.
NUEVO GOVERN
Además, espera que esto no afecte a las negociaciones con ERC para formar Govern independentista, aunque ha advertido de que Junts está dispuesta a quedarse en la oposición si no logra un buen acuerdo, pese a garantizar la investidura del candidato republicano, Pere Aragonès, como ya sostuvo el secretario general de Junts, Jordi Sànchez.
«En estos momentos estamos más lejos de entrar en el Govern que de entrar», ha avisado Borràs, que abrirá una nueva ronda de consultas cuando haya la certeza de que puede haber una investidura.
RÉPLICA A LA CUP
Borràs también ha replicado a la CUP que Junts «no necesita digerir nada» pese a haber quedado por detrás de ERC en las elecciones, a sólo un escaño de diferencia –33 de ERC y 32 de Junts–, y que ahora toca trabajar para reflejar en el Govern el resultado de las urnas.
Lo ha dicho en referencia a la entrevista la portavoz de la CUP en el Parlament, Eulàlia Reguant, en la que afirmó que Junts «quiere ganar en los despachos lo que perdieron en las urnas», y añadió que tiene la sensación de que los de Puigdemont no han digerido que han quedado por detrás de ERC en las elecciones pese a que han cedido el liderazgo de las negociaciones a los republicanos.
«En la anterior legislatura teníamos 34 y 32, y ¿cómo nos comportamos desde Junts? Junts tenia 6 consellerias y Presidencia, ERC 7. Una relación de 50%. Junts tenia 43 direcciones generales, ERC 66. El Presupuesto lo gestionaba un 71% ERC y un 29% Junts. ¿Qué tenemos que digerir?», ha preguntado Borràs.
