Greenpeace despliegan en alta mar una pancarta contra la minería marina de profundidad

Activistas a bordo del barco Rainbow Warrior de Greenpeace han desplegado en alta mar una pancarta con el mensaje ‘Stop a la minería de profunidad’ frente a un barco fletado por DeepGreen, una de las empresas que «encabeza la minería marina en aguas profundas y sobre ecosistemas apenas conocidos», según ha informado la ONG.

Paralelamente se ha llevado a cabo una segunda protesta pacífica en el puerto de San Diego (Estados Unidos), donde activistas de Greenpeace desplegaron otra pancarta de ‘Stop a la minería marina de profundidad’ dirigida al barco fletado por otra empresa líder en minería de aguas profundas, Global Sea Mineral Resources (GSR), de Bélgica.

Este barco, según ha asegurado Greenpeace, lleva un robot de minería pre-prototipo para realizar tests de pruebas este mes de abril a profundidades de más de 4.000 metros en el fondo marino de las aguas internacionales del océano Pacífico.

Ambas protestas señalan los riesgos de esta incipiente industria extractiva que «está avanzando rápidamente en sus actividades de exploración y desarrollando tecnologías en aguas profundas para así hacerla viable comercialmente».

En este contexto, la organización ha destacado que el fondo marino es uno de los ecosistemas «menos comprendidos y menos explorados» de la Tierra, que alberga una importante biodiversidad y también actúa como sumidero de carbono.

La bióloga marina y responsable de la campaña de ‘Océanos’ de Greenpeace, Pilar Marcos, ha asegurado que «ya se están sumergiendo máquinas que pesan más que una ballena jorobada (unos 30.000 kg) para realizar pruebas en el fondo del océano Pacífico».

En este sentido, ha señalado que la comunidad científica «ha advertido repetidamente que la minería en aguas profundas tendrá consecuencias terribles para los ecosistemas oceánicos que apenas entendemos».

«Con el empeoramiento de las crisis climática y de biodiversidad a las que nos enfrentamos, la minería submarina es una amenaza escandalosa para la salud de nuestros océanos. El fondo marino debe permanecer fuera de los límites de la minería», ha alertado la bióloga.

Greenpeace ha recordado que la semana pasada empresas como BMW, Volvo, Google y Samsung «se comprometieron a excluir el uso de minerales extraídos del océano en un duro golpe para este emergente negocio» y ha resaltado que la industria de la minería submarina «está dominada por un puñado de empresas con sede en el hemisferio norte».

El año pasado, una investigación de Greenpeace reveló que a través de subsidiarias, subcontratistas y asociaciones, tres corporaciones (DeepGreen, GSR y Lockheed Martin) «han tomado el control de los contratos de minería en aguas profundas que cubren medio millón de kilómetros cuadrados del lecho marino internacional en el Pacífico».

«Mientras tanto, los escasos Estados insulares en vías de desarrollo que patrocinan estos contratos de exploración están expuestos a importantes pasivos financieros, que se suman a los impactos de la sobrepesca, la contaminación y la emergencia climática», ha criticado la ONG.

El activista de Fiji a bordo del Rainbow Warrior, Victor Pickering, que ha desplegado una pancarta con el lema ‘¡Nuestro Pacífico, no el vuestro para destruir!’ ha declarado: «El océano proporciona alimento a nuestras familias y nos conecta a todas las islas del Pacífico de una isla a otra».

«Estoy participando en esta acción porque nuestra gente, nuestra tierra, ya se enfrenta a graves amenazas como tormentas extremas, el aumento del nivel del mar, la contaminación por plásticos y poblaciones de peces agotadas comercialmente. No puedo quedarme en silencio y ver otro peligro, la minería en aguas profundas, que nos roba el futuro», ha manifestado el activista.