A finales de 2020 el Gobierno aprobaba un paquete de reformas legales en el Reglamento General de Circulación con el propósito de reducir el número de accidentes de tráfico. Esta nueva normativa incluye nuevos límites de velocidad que obligarán a cambiar radicalmente los hábitos al volante de muchos conductores, ya que en algunas vías se llega a reducir el límite permitido hasta 20 kilómetros por hora.
Esta reforma fue aprobada por Real Decreto en el Consejo de Ministros para su entrada en vigor el pasado 2 de enero, aunque estableció un plazo de seis meses para la aplicación de los nuevos límites de velocidad. Será el próximo 11 de mayo cuando finalice este periodo y a partir de ese momento todos aquellos vehículos que incumplan con la norma, serán sancionados con multa y retirada de puntos.
Este cambio implica que en las vías urbanas de un solo carril de circulación, es decir, las existentes en la mayoría de las ciudades españolas, el límite de velocidad permitido será de 30 km/h. La máxima genérica hasta ahora en la gran mayoría de las vías urbanas es de 50 km/h, así pues es una reducción considerable a la que conviene habituarse ya, para evitar posteriores multas de la DGT a partir del 11 de mayo. Este límite de velocidad puede reducirse hasta los 20 km/h en las vías que no dispongan de una acera para peatones a diferente altura. Se mantendrá el límite actual de 50km/h en el resto de vías urbanas con dos o más carriles.
NUEVAS MEDIDAS Y MÁS MULTAS DE LA DGT
Esta medida tan drástica tomada por la DGT tiene el propósito de reducir la velocidad dentro de ciudades para evitar la accidentalidad en los núcleos urbanos. Según los datos que ha aportado el organismo, reducir de 50 a 30 km/h disminuye hasta 5 veces las probabilidades de muerte en caso de atropello. Como es de prever, la entrada en vigor de esta nueva norma, implicará un aumento de las multas por exceso de velocidad.
Otra de las novedades incluidas en el reglamento para este 2021 es la prohibición de sobrepasar en 20km/h el límite máximo para adelantar a otro vehículo en carreteras secundarias. Los datos indican que el número de fallecidos en este tipo de vías es muy superior con respecto a autovías.
Durante 2020 se registraron 797 accidentes en vías interurbanas, en los que 870 personas perdieron la vida. Aun que hubo un descenso del 25 % en los desplazamientos de largo recorrido (321 millones), esto no ha reflejado un descenso relevante en la cifra de siniestros en relación a las 1.101 personas que fallecieron en 2019. Unos datos que la DGT considera inaceptables, y trata de atajar con estas nuevas reformas.
