Lección de Almeida a Podemos tras el ataque a la sede morada en Cartagena

El ataque con un material incendiario a la sede de Podemos en Cartagena ha provocado un alud de reacciones y una cura de humildad a Podemos por la tibieza en su condena a los ataques violentos sufridos por otros partidos, como el PP o Ciudadanos.

La formación morada ha mostrado siempre un perfil equidistante cuando la violencia procede de un bando. Un claro ejemplo de ello se ha producido durante los saqueos y disturbios den Barcelona durante el pasado mes de febrero. Ada Colau, alcaldesa de Barcelona y líder de En Comú Podem, no realizó una condena expresa hasta que se vio forzada por la presión de los sectores afectados y de los partidos políticos.

Anteriormente, Colau ha llegado a encumbrar a David Fernández, concejal de la CUP y participante en el asalto de la sede del PP en Barcelona, colocándole en la Oficina de Transparencia y las buenas prácticas. «Es una burla que forme parte de la oficina municipal de buenas prácticas municipal aquel que promueve malas prácticas totalitarias, como asaltar las sedes de partidos democráticos, como la del Partido Popular», criticaba el entonces líder de los ‘populares’ catalanes Alberto Fernández.

PODEMOS YA TIENE CULPABLES

Con estos antecedentes, la formación morada se ha enfundado el traje de victimista y ha acusado ahora sin pruebas a grupos de la «extrema derecha». «Si queremos preservar la libertad y la democracia, hay que pararle los pies a la extrema derecha y a quienes la blanquean», ha asegurado Podemos en su perfil de Twitter.

El líder de la formación, Pablo Iglesias, ha responsabilizado del ataque «a la ultraderecha», mostrando un vídeo del ataque. «El terrorismo callejero de los ultras no va a amedrentarnos», ha afirmado el también candidato a la Comunidad de Madrid. «Frente a los violentos y sus blanqueadores: democracia, libertad de expresión y justicia social», ha indicado en Twitter.

Este mensaje de Podemos es el opuesto a los hechos violentos ocurridos en Barcelona desde mediados de febrero, donde se han saqueado comercios, atacado a los Mossos d’Esquadra e incendiados varios vehículos, entre ellos un furgón del a Guardia Urbana.

«Siempre que se denuncia en las calles una anormalidad democrática, el poder mediático pone el foco en los disturbios para que se deje de debatir del problema raíz, y nada cambie», decía entonces la formación dirigida por Pablo Iglesias sin condenar la violencia en las calles.

La posición equidistante de Podemos respecto a algunos actos violentos ajenos a sus intereses se puso de manifiesto cuando propuso la derogación de delitos del Código Penal, como el enaltecimiento del terrorismo, injurias a la Corona y contra los sentimientos religiosos.

EL PP CONDENA LOS ATAQUES

El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, ha tildado este ataque como «atentado terrorista». Es la consecuencia natural de normalizar los discursos de odio en el parlamento y en algunos medios de comunicación«, ha asegurado. «En EEUU, el terrorismo de ultraderecha es muy habitual y tuvo la misma evolución», ha concluido.

Con todo, el alcalde de Madrid y candidato de las listas de los ‘populares’ ha dado una lección de humildad a Podemos. «Nosotros no somos sospechosos. Nosotros condenamos todos los ataques, vengan de donde vengan«, ha asegurado José Luis Martínez Almeida en un acto del Partido Popular de Madrid para las elecciones del 4-M.

El alcalde, junto a la presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata a la reelección, Isabel Díaz Ayuso, ha recordado que «ha habido ataques a sedes del PP que Podemos no ha condenado», ha relatado el alcalde de la capital. «Incluso, en ocasiones, -ha dicho- ha justificado esa violencia». A diferencia de la formación de Pablo Iglesias, el PP «no tiene ningún problema» en condenar la violencia y que este es el mensaje que quiere transmitir.