El president de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, ha expresado su deseo de que las limitaciones de movilidad no sean necesarias una vez decaiga el estado de alarma, previsto para el próximo 9 de mayo, aunque ha indicado que «si es necesario arbitrar medidas, se hará».
Así se ha pronunciado Puig este jueves en la rueda de prensa posterior a la comisión interdepartamental, en la que ha indicado, respecto a la «arquitectura normativa» después del estado de alarma, que previo a su adopción, la Comunitat Valenciana ya tomó medidas de restricción que fueron respaldadas por el Tribunal Superior de Justicia.
En este sentido, ha incidido en pedir la «máxima prudencia», pero espera que las medidas restrictivas sean «cada vez lo menos necesarias posibles».
Respecto a los cambios en las restricciones de estas próximas dos semanas, ha indicado que son «muy ligeros» y que se revisarán en 15 días. Sobre la fecha prevista para el final del estado de alarma, ha incidido en que es «importante que haya un cierto horizonte», pero ha recordado que la pandemia da «muchas sorpresas».
ALIVIO A LAS RESIDENCIAS
La Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas ha adaptado la resolución sobre el funcionamiento y las medidas de prevención y protección de la covid-19 en las residencias de personas mayores a la nueva realidad que aporta la vacunación y ha «aligerado» algunas medidas para tratar de normalizar las salidas de los centros, las visitas y los reingresos de usuarios.
Según han informado fuentes de este departamento, el objetivo es «tratar de que se parezca lo más posible a la normalidad que había antes de la pandemia». No obstante, las instrucciones siguen teniendo en cuenta los niveles de alerta epidemiológicos y el porcentaje de vacunación de cada centro.
Así se determina en la resolución que la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas está ultimando y que publicará esta misma semana. El texto, dialogado con el sector, adapta así las medidas de prevención y protección en los centros residenciales a la novedad que supone el proceso de vacunación.
Con la nueva resolución, las personas que viven en residencias de personas mayores podrán realizar salidas ordinarias del centro de manera normal –pero con las medidas de higiene y mascarilla– siempre que el nivel de alerta permanezca en los grados 1 y 2.
No obstante, los municipios con nivel de alerta 3 y 4 estas salidas de carácter ordinario, con o sin pernoctación, «solo serán posibles si el centro cuenta con una vacunación completa o, de al menos, el 95 por ciento de las personas usuarias y trabajadoras». En el caso de los centros con vacunación incompleta, quedarán suspendidas a partir de nivel 3 de alerta.
Las salidas de la residencia ya no requerirán de pruebas diagnósticas ni cuarentena adicional posterior. No obstante, se mantiene la obligatoriedad de extremar la higiene y portar la mascarilla.
REGULACIÓN DE LAS VISITAS
Por lo que se refiere a las visitas, se elimina el límite de familiares que acudan al centro cuando el municipio esté en nivel de alerta 1 o 2, aunque se mantiene la obligación de solicitar cita previa y de que los encuentros se mantengan preferiblemente en espacios abiertos y siguiendo las medidas de higiene y protección.
Los centros en nivel de alerta 3 y 4, que cuenten con una vacunación completa, podrán mantener las visitas de manera escalonada a lo largo del día de una persona familiar, tutora o afín o de hasta 3 en el caso de personas convivientes, con cita previa. Además, podrán entrar juntas y será de una duración máxima de una hora y al menos una vez a la semana, con el fin de facilitar la relación familiar. Los centros con vacunación incompleta permitirán la visita de una única persona.
En cuanto a los ingresos, se garantizará el reingreso de todas aquellas personas que durante la pandemia hayan solicitado en algún momento la baja voluntaria con reserva de plaza o por periodo vacacional.
Igualmente, los servicios de peluquería y podología mantendrán su actividad en los centros residenciales con la precaución del uso de EPI y mascarillas, así como la desinfección de los materiales y superficies empleados. Se trata de un recurso que, con el nuevo modelo instaurado por la Conselleria, resulta gratuito para los usuarios y usuarias de las residencias de personas mayores.