Dice Pablo Iglesias que Iván Redondo manda más incluso de lo que se le presume. Cierto es que la agigantada sombra del ‘spin doctor’, avalada por sus resultados tanto en el PP como en el PSOE, conlleva que la prensa conservadora le adjudique cualquier gran movimento político socialista.
Fue el caso de la repetición electoral de 2019, que tal y como señalan fuentes de Ferraz a MONCLOA.com «se forzó contra el criterio de Redondo». Y ha sido el de la fallida moción de censura en la Región de Murcia, obra de un hombre que tenía la etiqueta de «infalible»: José Luis Ábalos.
ÁBALOS, GENIO Y FIGURA
La resurrección de Pedro Sánchez tras las primarias socialistas de 2017 propulsó la carrera de José Luis Ábalos, ‘sanchista’ que había aceptado la disciplina de partido y se había abstenido ante la investidura de Mariano Rajoy en 2016.
Cierto es que esta no era la primera pirueta del valenciano, que se dio de baja del PCE tras la debacle de Santiago Carrillo en 1982, y posteriormente hizo provechosa carrera en el PSOE de la Comunidad Valenciana.
Ábalos ejerció durante una década como edil de Valencia, participando en el tribunal que otorgó una plaza de policía municipal a su mujer, y es propietario de la sede de una ONG (Fiadelso) en la que su mujer Carolina Perles (además de trabajar enchufada como asesora de Delegación de Gobierno en Madrid) ejerce de tesorera y su suegro como secretario. Cabe recordar que en los trece años que Ábalos lideró Fiadelso esta organización recibió casi cinco millones de euros en subvenciones.
EL HOMBRE PARA TODO: DE LOSANTOS A LA GOMERA
En Ferraz se asombran con la capacidad de adaptación de Ábalos, que se ha convertido en una especie de ‘hombre para todo’ de Pedro Sánchez. Lo mismo invita a café a Federico Jiménez Losantos para normalizar relaciones con los adversarios mediáticos de La Moncloa que consigue que el PSOE canario se haga con el poder autonómico gracias al exsocialista gomero Casimiro Curbelo, expulsado por Ferraz tras ser echado por la Policía Nacional junto a su hijo de una sauna madrileño en la que había prostitutas.
«Ábalos puede con todo: lo mismo baja a Sevilla en AVE a ponerle cara de compungido a Susana Díaz para que deje la secretaría general del PSOE andaluz que enreda con contratistas del Gobierno», señalan las mismas fuentes.
Cierto es que el ministro de Transportes ya se ha dejado varios pelos en la gatera a cuenta del ‘Delcygate’, en el que también está implicado su siniestra sombra (Koldo García Izaguirre), y de la polémica compra de mascarillas de ADIF por valor de 40 millones de euros a una PYME desconocida.
ÁBALOS DESTROZA LAS PLÁCIDAS PREVISIONES SOCIALISTAS
La cómoda aprobación presupuestaria y el triunfo de Salvador Illa en Cataluña invitaban a pensar que el PSOE tenía dos plácidos años por delante en los que Pedro Sánchez podría legitimarse como ‘poli bueno’ del Gobierno ante unas élites que odian tanto a Pablo Iglesias como Pablo Iglesias a ellas.
Antes de producirse la ‘moción murciana’, Pedro Sánchez negociaba bajo la mesa con PP y Zarzuela para hacer una ley con la que limpiar la imagen de la controvertida y opaca monarquía española, José Luis Ábalos dejaba claro que no tenía intención de cumplir el compromiso gubernamental en materia de Vivienda y el propio ministro de Transportes le ‘calentaba la oreja’ a Inés Arrimadas para hacerle creer que una moción en la Región de Murcia iba a resucitar Cs, socio deseado por el PSOE por su docilidad.
Es decir, el PSOE quería que Ciudadanos recuperase fuerza para que la derecha siguiese eternamente fragmentada, puenteaba a Pablo Iglesias en asuntos de Estado e intentaba arrinconar a Unidas Podemos para que a partir de 2023 fuese prescindible de cara a una hipotetica investidura de Pedro Sánchez.
El problema es que el fracaso de la moción murciana ha destrozado el cómodo horizonte socialista y las elecciones de la Comunidad de Madrid pueden precipitar el ciclo electoral: el PP podría haber recuperado votantes fugados a Vox y Ciudadanos podía haber desaparecido en 2023, según la hoja de ruta de Iván Redondo. Pero ambos casos se pueden dar en menos de un mes.
SANTOS CERDÁN NO SE CORTA
El diputado navarro Santos Cerdán, mano derecha de Ábalos en Ferraz, reivindicó hace unos días la autoría de la moción de censura: «Esto lo manejamos desde el Área de Organización, tanto José Luis Ábalos como yo, y estamos en contacto continuo también con el secretario general de la Moncloa que es Félix Bolaños, y con el presidente».
Nada tuvo que ver en ella Iván Redondo, que no dá crédito al comprobar que Ábalos ha destrozado las previsiones socialistas y puede facilitar que Unidas Podemos resucite, el PP recupere toda la fuerza perdida y los dos aliados pretendidos por Ferraz, Cs y Más País, naufraguen.
Fuentes de Ferraz señalan que el clamoroso patinazo de Ábalos le ha llegado a tiempo: «Lleva mucho tiempo creyéndose que está por encima del bien y del mal. El otro día adujo un motivo sanitario para irse a Valencia de fin de semana y comer en su restaurante favorito. Y la gente le está dejando de reír las gracias».
Las mismas fuentes señalan que la operación murciana ha tensionado las relaciones entre Iván Redondo y José Luis Ábalos. Y es que el jefe de Gabinete de Pedro Sánchez no ve con buenos ojos que el ministro de Transportes ejerza un papel de enviado gubernamental sui géneris en toda suerte de operaciones avaladas por el presidente del Gobierno, que disfruta viendo actuar a Ábalos…