El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha acusado este miércoles a Vox de haber ido a presentar su candidatura para el 4 de mayo al barrio madrileño de Vallecas para «montar bronca», a lo que Santiago Abascal ha replicado recordando que ese era el argumento usado por ETA para asesinar a concejales socialistas.
Durante su comparecencia en el Congreso, donde ha acudido para dar cuenta del estado de alarma, Sánchez ha sostenido que Vox no acude a los barrios humildes y trabajadores de Madrid para lograr votos, sino para «reivindicar que existe» después de que el PP haya ya ocupado su espacio de «odio, furia y crispación».
«El señor Abascal se fue a Vallecas a montar bronca», ha acusado el presidente del Gobierno. «Ese es el argumento que se utilizaba en mi tierra por parte de aquellos que asesinaron a concejales socialistas, que molestaban y que provocaban», ha respondido Abascal tildando de «infame» esta acusación y recordando que en Vallecas Vox obtuvo el voto de 15.000 personas en las últimas elecciones.
En este contexto, Sánchez ha asegurado que el Gobierno condena todo tipo de violencia –«hasta incluso la que ustedes también han sufrido», ha dicho a Abascal–, mientras que Vox «no condena la violencia de las mujeres, de las mujeres o la que sufren los colectivos LGTBi». De hecho, ha contrastado su rechazo a la violencia con la actitud de Vox, un partido que ha dicho que «llama a sus militantes a tomar las calles y llama al Ejército a dar un golpe de estado».
En cualquier caso, el jefe del Ejecutivo se ha mostrado seguro de que la democracia española «va a vencer» el «miedo, la furia y el odio» de Vox, una formación que a la ha acusado de haber opuesto a todos los instrumentos desplegados para hacer frente a los efectos de la pandemia y proponer únicamente postulados «de hace siglos».
«¿QUERÍAN QUEDARSE SIN OPOSICIÓN?»
Abascal ha respondido a estos reproches recordando la historia del PSOE, acusando a los socialistas de haber dado un golpe de Estado contra la República en el año 1934 y preguntando a Sánchez si quiere hacer lo mismo con la Constitución de 1978.
Además, ha insistido en que la violencia contra Vox ha sido «instigada» desde el Gobierno por las ministras Irene Montero e Ione Belarra y permitida por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y ha preguntado cuál era su objetivo. «¿Querían que nos alcanzasen?, ¿quedarse sin oposición?», ha cuestionado.