Bal reitera que Ciudadanos no iba a presentar una moción de censura contra Ayuso

El candidato de Ciudadanos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Edmundo Bal, ha reiterado este jueves que su partido no tenía intención de presentar una moción de censura contra la presidenta autonómica, Isabel Díaz Ayuso (PP), tras intentar echar al PP del Gobierno de la Región de Murcia y ha acusado al portavoz del Grupo Popular en el Senado, Javier Maroto, de mentir sobre esta cuestión.

«¿Alguien en su sano juicio se cree que si nosotros quisiéramos derribar todos los gobiernos del PP no hubiéramos presentado a la vez mociones de censura en todos los lugares donde gobernamos con el PP? Es tan evidente que no sé cómo no se ponen colorados diciendo esta mentira», ha dicho, en un coloquio organizado por el Club Siglo XXI en Madrid, en relación con las declaraciones de Maroto.

El portavoz ‘popular’ ha asegurado este jueves que vio a senadores de Ciudadanos salir de la Cámara Alta para dirigirse a la Asamblea de Madrid a firmar una moción de censura contra el PP, justo el mismo día que Cs y el PSOE registraron la moción de censura de Murcia.

Pero Bal ha dicho que esto es «mentira» y ha señalado que la líder de la formación naranja, Inés Arrimadas, llamó al del PP, Pablo Casado, para trasladarle que el movimiento se limitaba a Murcia, y los vicepresidentes autonómicos de Cs en Andalucía, Castilla y León y Madrid y la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, también manifestaron su voluntad de seguir gobernando junto al PP en estos territorios.

Sin embargo, Díaz Ayuso «no se lo creyó y salió corriendo a disolver la Asamblea de Madrid» por «un interés electoralista puro», manifestando su aspiración de «gobernar con mayoría absoluta» tras unos nuevos comicios.

Que con «hechos tan contundentes» como los que se han visto, alguien pueda pensar que Ciudadanos iba a presentar una moción en la Comunidad de Madrid «es un auténtico disparate», ha afirmado Bal. Villacís, presente en el coloquio, ha apuntado que ella podría convertirse en alcaldesa cuando quisiera porque la oposición en el Ayuntamiento le ha propuesto varias veces votarla a cambio de promover una moción de censura contra José Luis Martínez-Almeida.

«Si tan cierto es lo que dice el señor Maroto, ¿por qué no somos alcaldes todos los de Cs que podríamos serlo, que somos 14?», ha planteado, añadiendo que lo mismo se puede preguntar sobre Francisco Igea en Castilla y León o Juan Marín en Andalucía.

«CINCOS ME HAN PUESTO POCOS EN LA VIDA»

Por otro lado, a Bal le han preguntado si cree que el expresidente de Ciudadanos Albert Rivera –que no ha comentado nada sobre la formación naranja en los últimos meses– le votará en las elecciones madrileñas del 4 de mayo, a lo que ha respondido: «Entiendo que, como afiliado, le gustará el candidato que presenta el partido».

A continuación, ha manifestado que Rivera nunca le ha fallado y que siente «un respeto inmenso» por él. «Cuando se fue, dijo que no quería ser un jarrón chino ni tutelar al partido. Otros que se van sí que aparecen como santones ahí, detrás del partido, tutelando al nuevo líder. Él no lo ha hecho, él siempre es fiel a su palabra y creo que lo seguirá siendo», ha comentado.

Sobre la posibilidad de que la formación naranja se quede fuera de la Asamblea de Madrid por no alcanzar el mínimo del 5% de los votos, Bal ha pronosticado que su partido va a superar ese umbral, va a ser «decisivo» y va a condicionar las políticas en Madrid. «Cincos me han puesto pocos en la vida, me han puesto más nueves. Yo no salgo para conseguir un 5%, sino mucho más», ha declarado.

A su juicio, solo Ciudadanos encarna el centro político en Madrid y en España y ahora esa opción política es «más necesaria que nunca» porque, en un ambiente de polarización y enfrentamiento, representa un «espíritu de consenso y unidad». Es «un espacio de libertad de pensamiento, libertad en lo económico, progreso en lo social y regeneración y limpieza democrática», ha subrayado.

Considera que otros partidos quieren ocupar ese espacio de centro y por eso desde la izquierda y desde la derecha «atizan» a Cs», al que consideran «incómodo». «Pero la derecha sigue coqueteando con Vox» –en alusión al PP– «y en la izquierda, el PSOE decidió arrojarse en brazos de Bildu y de Esquerra para aprobar los Presupuestos» en el Congreso, ha agregado.

COMPENSAR EN MADRID CUALQUIER SUBIDA DE IMPUESTOS DE SÁNCHEZ

En cuanto a los planes del Gobierno de Pedro Sánchez en política fiscal, el también portavoz adjunto de Ciudadanos en el Congreso ha indicado que el Ejecutivo «debería ponerse de acuerdo consigo mismo», porque la portavoz y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y la ministra de Economía, Nadia Calviño, han expresado posturas distintas sobre si hay que aumentar la presión fiscal o no.

En su opinión, «no se pueden subir los impuestos simplemente por una cuestión ideológica», y es posible «ser de izquierdas y no subir los impuestos».

Cree que esto último sería lo adecuado en un momento en el que «los empresarios, que son quienes generan riqueza y empleo», se encuentran en una situación difícil y subir el Impuesto sobre Sociedades supondría «frenar la economía». «Si Cs es decisivo, pelearemos» para «compensar cualquier subida de impuestos en la Comunidad de Madrid que venga del Estado», ha avanzado.

En el coloquio del Club Siglo XXI, Bal ha sido presentado por el líder de Ciudadanos en el Parlamento Europeo, Luis Garicano, que ha destacado que el candidato a la Comunidad de Madrid, por su labor en política estos dos años y su trayectoria anterior como abogado del Estado, ejemplifica «la lucha por la igualdad, por la regeneración y por la modernización del país».

Tras elogiar su trabajo frente al «intento del Gobierno de politizar aún más el Consejo del Poder Judicial» y contra el «escándalo» de la ayuda pública concedida a la aerolínea Plus Ultra, en colaboración con el grupo de Cs en la Eurocámara, Garicano ha señalado que «España corre el riesgo de convertirse en una república bananera» si se permite que los gobernantes «sigan degradando las instituciones y haciendo todo a su antojo». Y Bal «es una garantía de que eso no va a ser así», ha añadido.