Los obispos españoles incluyen un rito «abreviado» para un entierro en pandemia y otro para la incineración

Los obispos españoles han sometido a aprobación un nuevo ritual de exequias, es decir, el libro que llevan los sacerdotes cuando entierran a un difunto, en el que se incluyen novedades como un rito «abreviado» para un entierro en época de pandemia y otro para quienes optan por la incineración, al ser una práctica «cada vez más extendida».

«El nuevo libro intenta responder a todas las circunstancias que han surgido después de la pandemia pues nos encontramos con situaciones complejas», ha explicado el obispo de Orense y presidente de la Comisión Episcopal para la Liturgia, José Leonardo Lemos, durante un encuentro con la prensa, este miércoles, en Madrid.

Entre las novedades introducidas en el nuevo ritual de exequias se contempla «un rito abreviado, más sobrio y sencillo» que se utilizó en los peores momentos de la pandemia cuando solo se daba permiso a asistir a los entierros a tres personas, aparte del sacerdote, «por la situación dramática de la Covid».

Además, tal y como ha señalado, «cada vez se está extendiendo más en la sociedad» la praxis de la cremación o incineración, por lo que el nuevo libro contempla el rito fúnebre para estos casos ya que «hay que variar una serie de formulismos», por ejemplo, cuando el sacerdote se refiere al «cuerpo presente» en el entierro.

También se recogen algunas observaciones sobre funerales de niños pues, según ha dicho el obispo, «aunque gracias a Dios es infrecuente, se dan casos», y el ritual anterior apenas contemplaba esta situación.

Preguntado sobre si los sacerdotes deben negar el rito de exequias a quienes deciden esparcir las cenizas del difunto por la naturaleza, el obispo de Orense ha indicado que, ante esta «moda que se ha impuesto», el sacerdote «tiene que aconsejar que las cenizas reposen en el cementerio» pero, aun así, ha dicho que tampoco se niegan a hacer algún tipo de bendición porque «la madre Iglesia está llena de ternura».

LA VUELTA A MISA

Por otra parte, preguntado por si aún existe temor a volver a la misa domincal, Lemos, ha opinado que no hace falta promover ninguna campaña para animar a los españoles a que vuelvan a la Iglesia porque los que tienen fe, «están deseándolo».

«En mi diócesis, a la misa de las 12:00 horas en la catedral venían un porcentaje muy alto de mayores, mientras que en los últimos meses son personas relativamente jóvenes, incluso familias con niños. Creo que no es necesario que hagamos ninguna campaña de volver a la Iglesia porque los que viven su fe, están deseándolo», ha afirmado.

El prelado ha indicado que él puede hablar de su diócesis, la de Orense, en Galicia, donde, debido a la pandemia ha tenido que «suprimir actos públicos por prudencia, pensando en el bien de los fieles». Si bien, ha precisado que cuando las autoridades dieron permiso, él decidió mantener la eucaristía en la catedral porque tiene un «aforo amplio» y mantuvo los templos abiertos para rezar en el confinamiento.

El encuentro con periodistas se ha celebrado en el marco de la Asamblea Plenaria que reúne esta semana a los obispos españoles, que han tenido que someterse a test de antígenos para poder participar presencialmente, una prueba en la que todos han dado negativo, según ha precisado la CEE.

BENDICIÓN DE UNIONES HOMOSEXUALES

Preguntado por cómo valora el documento del Vaticano que se opone a la bendición de uniones entre personas homosexuales, Lemos ha indicado que en la Comisión de Liturgia lo que hacen es trasvasar a la lengua española rituales pero que esto no es un ritual en sí, sino «una serie de principios cariñosos, respetuosos y de gran ternura por parte de la Iglesia que otros no habrán entendido así, pero que tratan con amabilidad a todas las personas».

Por otra parte, los obispos han abordado estos días la nueva instrucción del Papa Francisco por la cual las mujeres podrán ejercer de acólitas y lectoras en la misa, un ejercicio que hasta el momento, en la teoría estaba reservado a los hombres, pero que en la práctica, en las parroquias, ya venían desempeñando mujeres laicas.

«Es una gran novedad, antes el lectorado y el acolitado estaban reservados única y exlcusivamente para muchachos que se estaban preparando para ser sacerdotes. El Papa lo que hace es canonizar lo que ya estábamos haciendo, pues en la eucaristía la mayor parte de los que salen a hacer la lectura y prestan servicio en el altar son mujeres», ha precisado Lemos.

Cada conferencia episcopal tendrá que determinar la formación de estos lectores y acólitos laicos, por lo que los obispos españoles están elaborando «un pequeño plan de estudios» para que quienes aspiren a desempeñar estas funciones no tengan que acudir a las facultades de Teología. «En este caso, no vamos a exigir el mismo currículo académico», ha comentado el obispo.