Hoy todos los políticos, en campaña, por el 4M o por sus propias batallas políticas, ha mostrado su acuerdo o descuerdo con el proyecto de la Superliga. Hay quien ha ido más allá. El portavoz adjunto de Unidas Podemos y diputado de En Común Galicia, Antón Gómez-Reino, ha planteado la conveniencia de expulsar de LaLiga Santander y de las demás competiciones al Real Madrid, al FC Barcelona y al Atlético de Madrid. Los tres equipos que han suscrito la creación de la Superliga europea de fútbol. Tiene lógica dentro de la idiosincrasia de la formación política, ya que se está vendiendo el proceso como una lucha de los poderosos por ganar más. Una temática que sirve bien a los morados para su campaña a las elecciones de Madrid, donde Unidas Podemos se presenta de nuevo como el partido del pueblo y para el pueblo. Como si para ellos el pasado no existiera.
Y sin tener en cuenta el comunicado ligero de peso que ha emitido el Ministerio de Cultura y Deportes, presidido por Uribes. Rápidamente han surgido las voces que han otorgado un papel clave en la comunicación al ala de Unidas Podemos en este hecho. No han reparado también que les situaba al mismo nivel que el PNV, monárquico, nacionalista, católico y liberal.
Para los de Pablo Iglesias, la propuesta es «una iniciativa a imagen y semejanza de Florentino Pérez: es elitista y va en beneficio de los clubes poderosos. Nos preocupa, puede ser interpretado como un insulto al fútbol base y a los valores que deben primar en el fútbol», afirmaba el diputado de Unidas Podemos.
FLORENTINO CONSIGUE LO IMPENSABLE: UNIÓN EN LA IZQUIERDA
Resulta cuanto menos llamativo que lo único que ha conseguido mover el interés mediático y político de la pandemia y la campaña por Madrid haya sido precisamente una propuesta del Real Madrid. Y que Unidas Podemos se dé un tiro al pie al proponer que se eche de LaLiga a los dos principales equipos de la Comunidad. Otro de los méritos de Florentino Pérez y su Superliga pasa por unir a una izquierda enfrentada por conseguir sus escaños-asientos. Aunque a él le acusen de falta de ética y valores.
Desde Más Madrid, Íñigo Errejón ha pedido a competencia que intervenga para investigar si es un nuevo acto monopolista de las clases pudientes. Para Gabriel Rufián se trata de una pelea entre millonarios, que se pondrán de acuerdo. «Hace tiempo tiempo que el fútbol dejó de tener importancia», ha criticado el portavoz de ERC.
Bildu también pone sobre la mesa que esto no es deporte sino negocio, y Baldoví, cabeza de Compromís, lo ha llevado a su terreno político: «No nos gusta el bipartidismo, somos fervientes defensores del multipartidismo», ha señalado.
Ahora bien, ninguno ha ido tan lejos como pedir que Real Madrid y Atlético sean expulsados de la competición nacional.
EL COLMO PARA UNIDAS PODEMOS: MISMO ARGUMENTARIO QUE EL DUQUE DE CAMBRIDGE
Esta postura defendida de Unidas Podemos de ver la Superliga de Florentino Pérez como un ataque a los que menos posibilidades tienen, el fútbol base, ha hecho que la formación morada dirigida por Pablo Iglesias haga extraños compañeros de cama.
En primer lugar, coinciden en su oposición con Emmanuel Macron, a quien Unidas Podemos siempre ha identificado con el liberalismo. Pero lo más llamativo ha sido la llamada coincidente entre los morados y el Duque de Cambridge. Guillermo de Inglaterra ha publicado un comunicado muy crítico con la Superliga, en la línea de Unidas Podemos. El partido que lleva la república en su ADN.