El hermano del ‘caníbal de Ventas’ ofrecerá este viernes su testimonio en el juicio

El hermano de Alberto S.G., conocido como el ‘caníbal de Ventas’, comparecerá mañana en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid, donde relatará las adicciones a las drogas que tenía su hermano y el trastorno mental que sufre desde hace años.

Su relato será clave para dar luz a los motivos que llevaron al joven, de 28 años, a acabar con la vida de su madre cuando le estaba preparando el desayuno. Tras cometer el crimen, la descuartizó con un serrucho y comió sus restos durante días hasta que fue detenido por la Policía Nacional. A día de hoy, no se ha mostrado arrepentido.

El acusado afronta una petición fiscal de pena de quince años de cárcel por un delito de homicidio y cinco meses por profanación de cadáveres. No hay acusación particular al no emprender acciones legales su hermano, quien estaba distanciado de su madre a pesar de que estaba al corriente de los problemas que sufría de maltrato por parte de Alberto.

En el juicio declarará previsiblemente la amiga de la fallecida que denunció ante la Policía Nacional la desaparición de María Soledad, de 66 años.

Alberto S.G., que toma medicación por sus problemas mentales, relató ayer que tenía discusiones habituales con su madre al ser consumidor de drogas y relató que oía voces que le decían que la matara y la descuartizara.

En el juicio será clave la prueba pericial para determinar si el chico padece algún tipo de trastorno mental, que le podría atenuar la pena o eximir totalmente de responsabilidad penal en el caso de que implicara una eximente completa, como ya pidió su defensa en la instrucción.

El Código Penal contempla que aquellas personas que padecen una enfermedad mental grave o sufren un trastorno mental transitorio que les impide conocer la trascendencia de su conducta o, aun conociéndola, les impide actuar de acuerdo con esa comprensión son consideradas inimputables y se les exime de responsabilidad penal.

HECHOS A JUZGAR

El acusado, a principios de 2019 convivía con su progenitora en un domicilio de Madrid, situado en el barrio de Ventas. Sin concretar una fecha, pero a finales de enero o a principios de febrero, el acusado discutió con su madre y, tras un enfrentamiento verbal, se dirigió hacia ella «sujetándola fuertemente por el cuello, y con el propósito de acabar con su vida, le presionó fuertemente con sus manos hasta lograr estrangularla, causando su muerte por asfixia».

A continuación, el acusado, que se encuentra privado de libertad por estos hechos desde el 23 de febrero de 2.019, trasladó el cadáver hasta el dormitorio de la vivienda y lo colocó sobre la cama «con el propósito de ir haciendo desparecer su cuerpo».

Para ello procedió a su descuartizamiento empleando una sierra de carpintero y dos cuchillos de cocina que tenía en la misma casa. Una vez troceado el cuerpo, el acusado se fue alimentando «en ocasiones» durante unos 15 días de los restos cadavéricos, «guardando otros restos en varios recipientes de plástico por la vivienda y en el interior de la nevera que había en el domicilio, arrojando también algunos de ellos a la basura dentro de bolsas de plástico».