Los empresarios taurinos dan la cornada a los toreros y aficionados

Plaza1 se las prometía felices en 2019. La afición taurina crecía antes de la pandemia por el «duro trabajo» de la principal gestora de Las Ventas, cuya titularidad es público-privada. Esta empresa se mostraba satisfecha de la Feria de San Isidro de hace dos años, a la que se refería como una apuesta «arriesgada» para el cartel del festejo. El éxito se debía al «rigor» y «seriedad» acordes con esta plaza.

Sin embargo, la crisis sanitaria ha irrumpido y dejado en la estacada a este sector, del que dependen 54.000 personas y la generación de 1.500 millones de euros al año. Sólo entre toreros, picadores, banderilleros y mozos hay 2.000 empleos en riesgo, según afirman desde la Unión Nacional de Picadores y Banderilleros Españoles (Unpbe). Los otros trabajadores se reparten entre ganaderías, transporte y el personal de los ruedos, independientemente de la categoría de éstos.

Con la pandemia, los festejos taurinos se prohibieron durante el primer estado de alarma, una situación que paralizó por completo la economía no esencial en España. No obstante, poco a poco se han ido abriendo sectores, aunque la última palabra pasaba por las distintas Comunidades Autónomas. Madrid, por ejemplo, mantiene cerradas las plazas de toros, pero sí permite la asistencia a espectáculos en espacios cerrados, como cines o teatros. En otras, como Andalucía y Castilla-La Mancha, la situación es diferente, con la aparición de carteles de festejos en distintos municipios.

LA PATRONAL PIERDE A DOS DE SUS ESPADAS

La Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos (Anoet) ha asegurado que el margen económico se produce en los grandes festejos, es decir, plazas de primera categoría, que aún no han sido abiertas, como en Madrid y Valencia. La patronal ha evitado responder a cuestiones de MONCLOA.com que afectan directamente a los gestores de estos ruedos, más tras la salida de dos de sus principales espadas, como Alberto García y José María Garzón, que entienden que hay otra forma de hacer las cosas, alejándose del arcaico estilo habitual de la patronal.

plaza de toros melilla

La empresa gestora de la principal plaza de toros española ha engordado sus cuentas durante los tiempos de vacas gordas, pero se ve incapaz de arriesgar en épocas de vacas flacas. De hecho, este inmovilismo ha enervado los ánimos de los aficionados taurinos de Madrid, quienes no entienden la prohibición de la Comunidad de Madrid a estos espectáculos, mientras están abiertos otros centros de ocio.

FÚTBOL Y TOROS NO SON COMPARABLES

Los aficionados no comparan los toros con el fútbol, cuyos seguidores aún no pueden entrar a los recintos. Y es que, la plaza más grande de España alberga 24.000 asientos, la cuarta o tercera parte del Camp Nou o el Santiago Bernabéu, respectivamente. En este sentido, sí hacen comparaciones con otros centros deportivos de menor nivel, como los estadios de tercera regional o similares categorías, donde sí se permite la entrada a los hinchas.

«Les ha faltado valor para buscar algún tipo de solución«

Los aficionados a los empresarios

Los empresarios taurinos se han negado a abrir las grandes plazas al 50% de capacidad, al menos hasta ahora. El escaso margen económico a estos niveles no aconseja la celebración de espectáculos taurinos, pero los aficionados consideran que no se ha peleado ni siquiera por este porcentaje. «Les ha faltado valor para buscar algún tipo de solución«, se han quejado a preguntas de este medio.

Así, señalan que los empresarios se han beneficiado en las «épocas de vacas gordas», y ahora en el momento en el que hay que apretarse el cinturón hay que buscar soluciones de seguridad y sanitarias para poder celebrar este tipo de festejos en todas las plazas posibles, negociando así los costes que deberían asumirse para poder llevarlos a cabo, junto con los ganaderos y los políticos, especialmente en cuestiones tributarias.

LOS EMPRESARIOS EVITAN ARRIESGAR

«Los empresarios no se han movido en ninguno de estos aspectos, se han cruzado de brazos», han destacado las fuentes consultadas. «No quieren arriesgar» ni un euro con la pandemia, según apuntan; mientras son conscientes de que no se puede ganar lo mismo que antes de esta crisis. «Incluso algunos pueden perder y otros mantener márgenes, aunque algunos prefiern cobrar subvenciones y ayudas antes que abrir y tener gastos».

Este negocio es exclusivo en muy pocas empresas gestoras de plazas de toros. De hecho, se cuentan con los dedos de una mano estas firmas que tengan una dedicación exclusiva a este sector. Desde el punto de vista empresarial, se prefiere no asumir ningún gasto adicional y dejar de ingresar.

Por otro lado, También han criticado la falta del respaldo de los políticos, independientemente del color ideológico. La Comunidad de Madrid sí está ayudando a quienes más lo necesitan, han destacado las mismas fuentes, mientras que indican que las formaciones antitaurinas pondrían el grito en el cielo si este apoyo se dirigiera hacia este sector, que a su juicio, debería estar fuera de toda subvención.

LAS DEUDAS EVITAN FESTEJOS TAURINOS

La pandemia no ha sido la única excusa utilizada para impedir la apertura de las Plazas de Toros. Las deudas de algunas gestoras de plazas, como en el municipio de San Clemente (Cuenca), ha dado al traste con el festejo del próximo 18 de abril. Los banderilleros han reclamado el pago de más de 14.000 euros para trabajar ese día debido a las facturas pendientes y otras obligaciones de la gestora.

La ha remitido una misiva al Consistorio esta situación. En concreto se deben 7.774,5 euros desde el 6 de abril de 2013 y otros 7.144,02 desde e 1 de abril de 2018. El Ayuntamiento es «responsable solidario«, según esta plataforma, y por tanto se ha adoptado la decisión de no ceder sus derechos de imagen, personalísimos e individualísimos, en los festejos taurinos que se celebren en la plaza de toros de San Clemente. Mientras buscan una solución amistosa para no provocar «mayores perjuicios».