El País Vasco estudia «retrasar» operaciones no urgentes por la «tensión» en el sistema sanitario

La consejera vasca de Salud, Gotzone Sagardui, ha reconocido que, tras el alto número de ingresos por la covid-19 de los últimos días en los hospitales vascos y la «tensión» generada, Osakidetza «podría necesitar priorizar» y, de este modo, «empezar a retrasar» aquello que no sea «urgente».

En una entrevista concedida a Radio Popular, Sagardui ha analizado el impacto de la pandemia en Euskadi y el incremento de contagios de las últimas semanas que ha llevado a que las UCIs vascas cuenten en la actualidad con 188 ingresados por covid-19.

En este sentido, ha asegurado que en el País Vasco se continúa con una «alta tasa» de incidencia de la pandemia, con cifras «muy altas» que luego se ven «reflejadas en la tensión generada en el sistema sanitario».

Tras incidir en que se está «en una situación de contagios preocupante», ha considerado que habrá que ver el resultado de los próximos días para poder establecer si se llega a una situación de meseta después de que la variante británica –con mayor letalidad y contagiosidad– haya «sustituido al virus original».

Respecto a la situación de los hospitales, la consejera ha alertado de que el índice de contagios «tensiona el sistema en su conjunto, y mucho, empezando por la atención primaria». A ello, se le suma un mayor número de ingresos en planta en la actual ola, lo que significa un incremento en las personas que necesitan cuidados intensivos.

Ante la posibilidad de que se decida aplazar operaciones no urgentes, Sagardui ha recordado que aún se está en un escenario de tres sobre cinco respecto al número de UCIs disponibles, pero ha reconocido que «se puede pensar que, con el número de ingresos producidos este fin de semana, se podría necesitar priorizar y empezar a retrasar lo que no sea urgente».

La consejera, que ha valorado el hecho de que la ciudadanía lleva «mucho tiempo con medidas preventivas y sin poder hacer vida normalizada», ha considerado que ello puede provocar que no se esté manteniendo «la tensión» que se puede requerir, lo que aumenta los contagios. «Venimos además de una Semana Santa que facilita la movilidad y el hecho de juntarnos más allá de nuestro ámbito habitual», ha lamentado.

Asimismo, ha manifestado que como consecuencia de la variante británica se ha rebajado la edad de los pacientes que requieren atención en planta, además de que la aparición de los síntomas de la covid-19 «no es tan inmediata y eso hace que cuando llegan están en una situación más complicada».

VACUNAS

En este contexto, ha defendido que la vacuna es la herramienta «más útil para frenar la pandemia», como se ha comprobado en las residencias de mayores, aunque ello no evita que se pueda «bajar la guardia y dejar de mantener las medidas preventivas».

Respecto al actual ritmo de vacunación, ha reiterado que «no se trata de capacidad sino de disponibilidad de vacunas», ya que Osakidetza administra dosis «todos los días».

Según ha concretado, para este lunes está prevista la llegada de alrededor de 100.0000 dosis de Pfizer, «la mayor de las entregas», y a lo largo de la semana se confía en recibir 11.800 dosis de Jansen y alrededor de 10.300 de Moderna.

«Lo que hacemos con Pfizer y Moderna es mantener una reserva que permita iniciar la semana siguiente y poder cumplir con las segundas dosis en el plazo establecido por las farmacéuticas. Eso no es guardar vacunas sino garantizar que se pueda vacunar», ha descrito, para añadir que las de Jansen, al tratarse de una única dosis, se priorizan en personas de movilidad reducida o para enclaves alejados de los puntos de vacunación.

Por lo que respecta a AstraZeneca, ha señalado que se sigue a la espera de cuál sea finalmente «la pauta de administración» de la segunda dosis. «La estrategia de vacunación se establece en la ponencia de vacunas y la comisión de salud pública y se está a la espera de que se estudien los distintos casos a nivel mundial respecto a la posibilidad de combinar vacunas», ha añadido.

Por último, ha defendido que en Euskadi funciona el sistema de rastreo y «va mejorando», de tal forma que más del 50 por ciento de los casos positivos detectados «proceden de haberse establecido el contacto».