Casado: «En España no hay un problema de convivencia sino de polarización»

El líder del PP, Pablo Casado, ha asegurado este miércoles que España es una «tierra de concordia» en la que no se ve en la calle la «crispación» que, a su juicio, intenta la izquierda «trasladar» en la campaña electoral madrileña para «sacar un rédito electoral o movilizar las bajadas pasiones». Por eso, ha pedido «serenidad» ante las cartas amenazantes que se están enviando a político estos días.

«En España no hay un problema de convivencia sino un problema de polarización instigada por un Gobierno desesperado porque va a perder estrepitosamente las elecciones en la Comunidad de Madrid», ha declarado Casado en un acto del PP en Aranjuez para presentar la proposición de ley que el Grupo Popular ha registrado en el Congreso para defender a las víctimas del terrorismo.

Tras aludir a la carta con cartuchos dirigida a su candidata, Isabel Díaz Ayuso, ha señalado que esto hay que «asumirlo con serenidad» como lo hizo en su día el expresidente José María Aznar saliendo del vehículo tras la explosión de un coche bomba «sacudiéndose la solapa»; o el expresidente Mariano Rajoy, que se fue a una óptica cuando le «partieron las gafas de un guantazo» en un paseo electoral en Pontevedra.

«AL PSOE LE CONVIENE LA TENSIÓN»

Casado ha asegurado que en su día el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero reconoció en «un off the record» –que se hizo público– que al PSOE le interesaba «la tensión». «Al PSOE le conviene la tensión en campaña, como le convenía en los 90 con ese dóberman de los vídeos en blanco y negro metiendo miedo de ‘ya viene la derecha'», ha enfatizado.

Por eso, el presidente de los ‘populares’ ha recalcado que el PSOE «en todas las campañas electorales resucitan a Franco, legislan en lo moral y enfrentan por sexo, genero u orientación sexual», pero ha subrayado que «ya no cuela».

Tras asegurar que el PP quiere hablar de las «cuestiones que importan» a los ciudadanos, ha insistido en que en España «no hay un problema de convivencia». A su entender, es «irresponsable» que los partidos políticos «intenten llevar una polarización a las calles para intentar sacar un rédito electoral o movilizar las bajas pasiones», algo que ha achacado a que no tienen «argumentos, balance de gestión, programa ni una idea que aportar al futuro de España».