Castilla y León cede a la presión de los cazadores y subasta matar 12 lobos

Poco le ha preocupado a la Junta de Castilla y León que las comunidades autónomas y el Ministerio de Transición Ecológica hayan acordado incluir al lobo ibérico en un régimen de protección especial. Está en proceso la prohibición de la caza de esta especie. Sin embargo, la administración liderada por Alfonso Fernández Mañueco quiere hacer caja con las cabezas de estos animales que coquetean con entrar en la lista de especies en peligro de extinción y ha aprobado en una insólita reunión, en la que por supuesto estaban presentes los cazadores, sacar a subasta 12 lobos ibéricos, 12 corzos y 40 ciervos en la Sierra de la Culebra, en la provincia de Zamora. Tampoco hará mucho dinero, pero al menos unas decenas de miles de euros se llevará Mañueco.

Representando a la Junta no estaba Mañueco, en su lugar estaba la eterna «servidora» de lo público Clara San Damián, actual delegada territorial de la Junta de Castilla y León en Zamora, junto al responsable de la Federación Española de Caza, José Antonio Prada. Juntos han decidido que lo mejor para el entorno de la Sierra de la Culebra, un paraje natural como pocos en España, es acribillar a tiros a 12 ejemplares de lobos con la única pretensión de quedarse el «trofeo» (vamos, que suele ser colgar el animal disecado en el salón), además de otros 12 corzos y 40 ciervos, para hacer algo de caja. Algunos buscan ganar dinero vía impuestos y Mañueco y los suyos tiran de animales. No hay que olvidar que por un lobo se paga entorno a 3.500 euros por animal, según ha podido comprobar MONCLOA.com en portales que subastan estos cánidos para cazarlos precisamente en Sanabria (la Sierra de la Culebra).

El problema no solo es que vayan a cazar lobos ibéricos. Esto lo llevan haciendo todos los años con la única pretensión de ganar dinero y quedarse el trofeo. La historia es que el Ministerio de Transición Ecológica ya ha acordado este año el incluir a esta especie en el catálogo de especies protegidas, lo que prohibirá matar estos animales. A pesar de que este proceso ya está en marcha porque se llegó a un acuerdo con las comunidades autónomas, Castilla y León sigue cediendo a las presiones de los cazadores y gestores de cotos y poco le ha importado que los expertos hayan decidido acabar con la caza de lobos. Es cierto que esta comunidad autónoma unida a Galicia, Asturias y Cantabria llenaron de quejas el Miteco una vez adoptada la decisión con tal de contentar a los ganaderos y cazadores. Pero la norma se adoptará este año a pesar de que Mañueco quiera despedirse de su práctica favorita disparando a los últimos 12 lobos.

para cuando esta subasta tenga efecto, que será en septiembre, la prohibición podría ser efectiva

Aún así, hay esperanza para estos animales. Puede que los lobos al menos se salven ya que para cuando esta subasta tenga efecto, que será en septiembre, la prohibición podría ser efectiva. Lo que llama la atención de asociaciones ecologistas es que Mañueco haya intentado apurar el plazo al máximo con tal de matar unos poquitos lobos más. Todo por contentar a esos cazadores con los que se ha reunido directamente San Damián para darles todo lo que quieran. El masaje no estaba incluido.

Pese a las enérgicas quejas de estas comunidades autónomas, que son las que conviven con el lobo ibérico a golpe de escopetazo, la decisión está tomada. Ellos se quejan dando voz a sus ganaderos, que aseguran que el lobo les mata gran parte del ganado y les genera pérdidas. Hay seguros, hay ayudas y hay mastines, pero lo cierto es que el método preferido de los ganaderos de estas comunidades autónomas para mantener al lobo a raya es tirar de cartucho y cañón. Luego aparte están los cazadores, que no tienen mayor interés en la caza del lobo ibérico que el gozar con el hecho de sentarse en una loma y disparar a un animal a 100 metros de distancia para luego recoger (si es que el tiro es certero) al cadáver y colgarlo en el salón. No entramos en si es una cuestión de hombría o simple placer por ver a diario la cara del animal.

LOS CHAPUCEROS CENSOS

Los censos que determinan el número de lobos que hay en Castilla y León son la suma de muchos pequeños estudios elaborados por empresas privadas, contratadas tanto por los gestores de los cotos de caza privados como por la propia Junta. Aun así, según la administración autonómica, al norte del río Duero en Castilla y León (territorio de la autonomía donde este animal es especie cinegética, ya que al sur está considerado un animal protegido) hay 1.051 lobos. Una cifra que algunos técnicos consideran excesivamente precisa.

censos lobo
Un lobo ibérico. Foto: Europapress.

La Junta de Castilla y León ha aprobado abatir 339 lobos ibéricos durante las tres próximas temporadas de caza. Para tomar esta decisión, la administración se ha basado en los censos y estudios que ellos mismos realizan. El resultado lo ha obtenido la Junta tras sumar los datos sobre el número de lobos que envían los gestores de los cotos de caza privados con los datos de las reservas de caza públicas. Todos ellos recabados a través de empresas privadas, subcontratadas tanto por la Junta como por los gestores de los cotos. Un sistema que muchos consideran excesivamente impreciso.

El último censo regional sobre el lobo ibérico se realizó en 2012. Desde entonces, la Junta de Castilla y León se ha basado en estudios anuales que adjudica a la empresa Consultora de Recursos Naturales, S.L., dirigida por la misma persona que “coordinó” el censo regional: Mario Sáenz de Buruaga. Según las investigaciones anuales de Sáenz de Buruaga (nombrado “protagonista del mes” por la revista Ciencia y Caza), que cuestan 4.174,50 euros a las arcas públicas, al norte del Duero hay una cifra concreta de 1.052 lobos, es decir, 128 manadas.