Ciudadanos se juega 952.000 euros si se queda fuera de Madrid

Ciudadanos no deja de perder peso elección tras elección. El cisma tras la moción de censura en Murcia ha provocado una desbandada de políticos hacia el PP. La formación, no obstante, no ha acometido por ahora recortes, pese a la caída de ingresos, en unos 1,64 millones de euros anuales si finalmente se quedara fuera de la Asamblea de Madrid. Y es que, tras perder casi 742.000 euros del Senado podría dejar de ingresar 952.000 euros del Hemiciclo madrileño si no consigue entrar.

La macrosede nacional en Madrid se le queda ya muy grande a los naranjas. El inmueble, situado en la calle Alcalá y propiedad de la aseguradora Cáser, tendrá aún a los diputados hasta al menos 2025, tras haber renovado el alquiler durante cinco años y justo antes del adelanto electoral en Madrid, provocado precisamente por el apoyo a una moción de censura de Más Madrid y el PSOE contra Isabel Díaz Ayuso.

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Para conseguir representación parlamentaria, Ciudadanos necesita al menos una cosecha del 5% de los votos en todo Madrid. Con una participación del 68%, el número de electores tendría que ser de unos 175.000, un número muy elevado más cuando se estima que los de Edmundo Bal necesitan al menos 60.000 votos para poder entrar.

SIN EL REGUERO DE SUBVENCIONES

La sede de Ciudadanos es un bastión y abandonarla supondría un duro golpe para un partido que vive, entre otras cosas, del los símbolos. Para ello, ha iniciado una serie de recortes en otros territorios y evitar mudarse de edificio. La pérdida de 47 escaños en el Congreso ha supuesto un duro varapalo, que se suman a los 30 caídos en Cataluña en apenas dos años. La formación y a preguntas de MONCLOA.com, ha evitado facilitar el número afiliados al corriente de las cuotas, como tampoco el de los totales.

Además de perder las subvención asignada por las sucesivas debacles electorales, la macrosede deja aún más huecos libres por la falta de asesores, casi uno por diputado. Solo en el Congreso se asignan un total de 321, más otros 60 del Senado, donde Cs perderá incluso la condición de grupo propio tras las salidas de tres senadores y dejarles únicamente con un total de cuatro. Si cada uno de ellos tenía despacho, al menos sobran tres, junto con las mesas que ocuparan sus asesores. Además, perderá su asignación como grupo propio, una vez acabe el período de sesiones porque el mínimo para obtenerlo es de seis escaños.

ERE Ciudadanos
La sede de Ciudadanos. Foto: Europapress.

FUERTES DESPLOMES ELECTORALES

Inés Arrimadas, líder del partido, se ha comprometido a mantener esta sede al menos cinco años más. El cambio de edificio se produjo en 2015, cuando Ciudadanos se reunía en el Paseo de Recoletos. Eran tiempos felices para los ‘naranjas’, con 40 diputados en el Congreso, número que subió a 57 en las siguientes generales. La decisión de la formación fue ocupar las cinco plantas del inmueble, espacio que en estos momentos disponen para 9 diputados tras la salida de Pablo Cambronero, y cuatro senadores, tras perder tres y una asignación de casi 742.000 euros, junto a los asesores y miembros no electos de la directiva y otro personal.

Con todo, la megasede de Ciudadanos quedará huérfana de inquilinos, con espacio abierto, al menos para la esperanza de la remontada, un lema utilizado en Cataluña y que no pudo materializarse al no convencer a los votantes. Y es que, el discurso ya no engancha con los electores en las campañas polarizadas.

El fortísimo desplome se ha registrado también en Cataluña, donde ha pasado de los 36 a seis asientos, mientras que en Madrid podría quedarse fuera de la Asamblea si acertaran las encuestas. Antes del adelanto de Isabel Díaz Ayuso, Ignacio Aguado, líder autonómico naranja, se mostró favorable a una moción de censura contra el PP.

DE TRATAR DE FAGOCITAR AL PP A ACERCARSE AL PSOE DE SÁNCHEZ

Con los resultados de 2015, los dirigentes se embriagaron y tuvieron el anhelo de poder superar al PP. La realidad, no obstante, les ha dado un revés digno de plasmarse en los libros de historia política. En Cataluña pasaron este pasado 14-F a sólo seis diputados, pero los avisos llegaron mucho antes, en concreto cinco años antes. Albert Rivera lideraba el partido por entonces y su giro para comerse al PP le salió muy caro.

El ahora miembro del bufete Martínez-Echeverría & Rivera Abogados dimitió tras obtener sólo 10 diputados en el Congreso dejó al mando a Arrimadas, más cercana al PSOE de Pedro Sánchez. Rivera, sin embargo, negocia con el PP un puesto para volver a la primera línea política, como han hecho numerosos excompañeros naranjas.

El giro de Arrimadas tampoco se entendió, ya que la utilidad y el principal objetivo de la formación era actuar como una bisagra y evitar así que el bipartidismo pudiera pactar con los independentistas. Pero la líder naranja quería tener un control absoluto dentro de la formación. Primero comenzaron a desfilar los miembros de la junta afines a Rivera, después comenzó un reguero de dimisiones y divisiones internas por la nueva deriva.

Tras los movimientos internos de mociones de censura y rupturas de gobiernos autonómicos, con la consecuente desbandada de diputados y senadores, el partido naranja ha visto mermados sus ingresos a través de subvenciones, así como su imagen y credibilidad en un proyecto que hace aguas.