¿Para cuándo la dimisión de Inés Arrimadas como presidenta de Ciudadanos?

En caída libre. Ciudadanos (Cs) consolida su desplome y se encamina hacia el final, ¿de una etapa o de sus días? Las elecciones en la Comunidad de Madrid han sido el batacazo definitivo para Cs que pasa de 26 escaños en la Asamblea de Madrid a quedarse por encima del 3% frente al 5% de los votos necesarios para obtener representación parlamentaria. La formación ‘naranja’ escribe sus últimos capítulos en Madrid. La duda es ¿Cuánto aguantará Arrimadas antes de presentar su dimisión?

Ninguno de los ‘tracking’ daba representación a Ciudadanos (Cs), pese a que se jugaba mucho más entrar o no en la Asamblea de Madrid. La diferencia entre salvar los muebles o fracasar en este objetivo, es la misma que separa la pervivencia o la extinción de la formación naranja. El peor resultado del partido liderado por Inés Arrimadas llegaba precedido por la campaña electoral más apagada, gris y anodina de los ‘naranjas’. En la Comunidad de Madrid, el partido de centro cae desde el 19% de los votos obtenidos, a no llegar al 4% solo dos años después.

La presidenta de Cs, Inés Arrimadas, ha demostrado con todas sus decisiones que es absolutamente incapaz de liderar una fuerza política. La concatenación de errores de la líder ‘naranja’ ha llevado a la formación a la autodestrucción demostrando que ella no ha sabido mantenerse al frente del partido. Un proyecto sin definir y una oscilación a izquierda y derecha sin rumbo ni justificación, han dejado a Cs en la estacada.

Desde que Albert Rivera dimitiera de sus cargos en el partido y abandonara la política, por mucho menos, Arrimadas ha dejado patente a nivel nacional lo mismo que cuando le dieron la posibilidad de liderar Cataluña: su incapacidad.

Y si la dirigente se aferra al poder y se resiste a renunciar en favor de otro líder con un proyecto nuevo, a la secuencia del desastre le seguirá una más que previsible espantada y cambio de filas, lo que hará todavía más agónico el camino a la desaparición del partido.

Arrimadas es la responsable de la debacle de Cs, que se va a desintegrar en tiempo récord. Sin que se haya cumplido todavía un año y medio desde la dimisión de Albert Rivera, el partido que nació para ocupar el centro político, tan necesario como bisagra para evitar los extremos, se esfuma.

Después de numerosos bandazos de un partido que ha conseguido confundir a su electorado hasta el punto de rebajar su representación de 57 parlamentarios en el Congreso de los Diputados, hasta los 10 escaños, se coronó definitivamente en las pasadas elecciones catalanas del pasado 14 de febrero, cuando Cs se dejaba 30 escaños en apenas dos años.

Y tras la sucesión de derrotas electorales, Arrimadas decidió apostarlo todo a Madrid, en una huida hacia adelante para ganar tiempo, y poner a uno de sus mejores valores al frente de la aventura electoral más arriesgada: Edmundo Bal. Al candidato ‘naranja’ le tocaba defender lo indefendible y hacer auténticas piruetas políticas buscando un centro político en no se sabe qué lugar.

Bal puso su nombre, su prestigio profesional y su más que digna trayectoria como diputado al servicio de un reto demasiado ambicioso, frente a una Díaz Ayuso reforzada tras su valentía sin ambages durante la pandemia.

El despropósito de la presidenta de Cs, con su estrategia fallida contra el PP iniciada en Murcia, sólo es equiparable al delirio y ridículo de Ignacio Aguado, mientras ocupó la vicepresidencia de la Comunidad de Madrid, en el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso.

Las decisiones viscerales e infantiles de Aguado han provocado la convocatoria de elecciones

Las decisiones viscerales e infantiles de Aguado han provocado la convocatoria de elecciones por parte de la presidenta popular tras dos años de Gobierno compartido en el que la desconfianza de la Díaz Ayuso hacia Aguado ha ido in crescendo.

Tras el suicidio al que Arrimadas ha conducido a la formación ‘naranja’, ya sólo queda Begoña Villacis, actual vicealcaldesa de Madrid y unos pocos locos más. El partido se desintegra y lo escenificará definitivamente en las próximas generales.

Sólo algunos consejeros del Gobierno regional de Madrid merecen seguir integrados como independientes en la lista de Ayuso o fichados por el PP como recompensa a un trabajo bien hecho.

Por lo pronto, Edmudo Bal dice adiós a la Asamblea de Madrid y reanudará su actividad en el Congreso de los diputados. Entretanto, el futuro de Arrimadas sigue siendo un incógnita. Hasta hace apenas unos días, no contemplaba en ningún caso abandonar Cs.

El pasado viernes, Arrimadas pasaba por los micrófonos de ‘Herrera en COPE’ donde aseguraba que si su partido finalmente no lograra representación no tenía pensado presentar su dimisión. “Hace un año que se celebró el Congreso de Cs. Rivera estuvo 15 años al frente del partido. Yo llevo sólo uno. Sánchez y Casado han sacado el peor resultado de la historia de sus respectivos partidos y nadie les ha pedido nada. ¿Por qué se le exige a mi partido algo diferente a los otros?”, se preguntaba Arrimadas.