La restricción de movilidad en Aragón deberá contar con apoyo de las Cortes

Las medidas restrictivas de movilidad que adopte el Gobierno de Aragón para hacer frente a la pandemia del coronavirus, una vez decaiga el estado de alarma el próximo domingo, 9 de mayo, van a requerir del visto bueno posterior de las Cortes autonómicas. Durante el estado de alarma, solo debían ser firmadas por el presidente de la comunidad, Javier Lambán.

Así lo han explicado la consejera de Presidencia y Relaciones Institucionales del Gobierno de Aragón, Mayte Pérez, la consejera de Sanidad, Sira Repollés, y el secretario general de la Presidencia, Julio Tejedor, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.

Han indicado que para cada nuevo confinamiento, habrá que establecer un nuevo decreto ley que deberá ser convalidado por las Cortes de Aragón en el plazo de un mes de su publicación y la duración de los cierres perimetrales será de un mes, «si bien revisamos constantemente los datos para adaptar las medidas a la evolución epidemiológica, pudiendo levantar antes estas restricciones si la evolución es positiva», ha aclarado Repollés.

Por su parte, la consejera de Presidencia, Mayte Pérez, ha remarcado que Aragón «hizo los deberes» con la ley 3/2020, por la que se establece el régimen jurídico de alerta sanitaria para el control de la pandemia, y esto va a proporcionar seguridad jurídica a partir de este momento. «Los gobernantes debemos ser claros y transparentes de cara a transmitir certeza a la ciudadanía», ha manifestado.

Repollés ha añadido que gracias a esa ley la situación va a ser «similar», a pesar de decaer el estado de alarma, exceptuando el toque de queda y el confinamiento perimetral autonómico. Ha apuntado también que, a partir de ahora, los aragoneses que no estén en ciudades o comarcas confinadas perimetralmente podrán viajar a otras comunidades autónomas y, por ejemplo, «ir a la playa».

TOQUE DE QUEDA

El secretario general de la Presidencia, Julio Tejedor, se ha referido a la posibilidad de establecer un toque de queda y ha contado que antes de la declaración del segundo estado de alarma la Comunidad Valenciana aprobó un decreto que lo contemplaba, que fue ratificado por el Tribunal Superior de Justicia de Valencia.

Por lo tanto, esa vía «existe» y podría recurrirse a ella, si en algún momento la autoridad sanitaria aragonesa lo considerase necesario, aunque no lo recoja la ley 3/2020. De esta última, ha dicho que hasta ahora «nadie ha suscitado dudas de constitucionalidad». Al contrario, es una norma por la que los aragoneses saben cuales son los criterios para adoptar medidas por lo que aporta «predictibilidad y seguridad».

La consejera de Sanidad, Sira Repollés, ha comentado que la supresión del toque de queda y el cierre de los establecimientos no esenciales a las 22.00 y 20.00 horas, según la zona, «seguramente puede tener consecuencias desde el punto de vista epidemiológico» ante la posibilidad de que se realicen actividades en la calle de ocio diferentes a los espacios de hostelería», como botellones, si bien ha remarcado que éstos están prohibidos ya desde antes de la pandemia.

En este punto, la consejera de Presidencia, Mayte Pérez, ha manifestado que este jueves se reúne el Consejo Local de Aragón «para abordar cuestiones que preocupan» e «insistiremos en pedir la colaboración de todos los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad para ayudar a hacer cumplir las medidas que protejan» a la población, como ha ocurrido hasta ahora.

Por otra parte, sobre el real decreto ley aprobado por el Consejo de Ministros para que las comunidades autónomas puedan acudir al Tribunal Supremo si los Tribunales Superiores de Justicia tumban sus restricciones, Tejedor ha vaticinado que no habrá una resolución en cinco días. «Cualquier que piense eso, no conoce como funciona el sistema procesal español». A su entender, las decisiones podrían diferirse en un plazo sin permitir alcanzar los objetivos propuesto.

NUEVA NORMATIVA

La titular de Sanidad ha informado de que este viernes el BOA publicará un decreto ley que establecerá el confinamiento perimetral de las zonas que ya lo están o cualquier modificación que se pueda producir hasta ese día, con la entrada en vigor a las 00.00 horas del domingo, 9 de mayo.

Además, publicará una orden que establecerá los niveles de alerta y sus modulaciones y que, en esta ocasión, flexibilizará limitaciones en las zonas que están en el nivel de alerta 3 ordinario, que son todas aquellas de Aragón que no están confinadas perimetralmente.

En concreto, en las celebraciones del ámbito de la hostelería se mantienen los aforos del interior al 30 por ciento, pero, adicionalmente, se establece una limitación máxima de 30 personas en el interior y de 50 en el exterior, cuando hasta ahora eran de 10 y 15, respectivamente.

Repollés ha apuntado que se pretende dar «homogeneidad» para las celebraciones propias de estas fechas, como bodas, bautizos y comunidades. También ha dicho que se mantiene la limitación de agrupaciones en el interior de cuatro personas y en el exterior de seis, igual que en el ámbito privado, cifra que baja a cuatro en el nivel de alerta 3 agravado.

Asimismo, en los espacios para ferias, se amplia el número de atracciones de cuatro a 12; las visitas turísticas guiadas pasarán de 10 a 15 personas como máximo; y se amplía al 50 por ciento el aforo en biblioteca.

Se modifica el marco de los eventos multitudinarios, que cuando superen las 500 personas en el interior o las mil en el exterior deberán tener autorización expresa previa por parte de Sanidad, mientras que en los eventos deportivos podrá haber público hasta un máximo de 300 personas en interior y 500 en el exterior.

La consejera ha aclarado que los horarios de cierre se mantiene como hasta ahora, es decir, para los lugares con nivel de alerta 3 hasta las 22.00 horas en hostelería y actividades no esenciales y para las zonas en alerta 3 agravada –confinamiento perimetral– hasta las 20.00 horas.

SEGUIMOS EN SITUACIÓN DE ALERTA

Repollés ha enfatizado en que el decaimiento del estado de alarma «no es el fin de la pandemia, seguimos en situación de alerta sanitaria», si bien la vacunación contra la COVID-19 «muestra el camino hacia la superación de la crisis sanitaria».

Ha remarcado que su Departamento está «en permanente vigilancia» de la evolución de esta quinta ola, cuyo comportamiento «es diferente y errático» y por eso «es más complejo acertar con previsión sobre qué medidas tomar».

La consejera ha apuntado que con esta finalidad se ha incluido un nuevo modelo sobre la geografía de los contagios, «para distinguir si estas subidas y bajadas son consecuencia de brotes no detectados –por la dificultad en obtener información de los contactos estrechos–, o a una distribución de contagios comunitarios», ha glosado.

Este indicador se une a los habituales del número reproductivo básico, porcentaje de ocupación de las UCIS y de las camas de hospital, positividad e incidencias acumuladas a siete y 14 días.

Repollés ha señalado la especial preocupación por la ocupación de las UCI, por encima del 30 por ciento, y con 70 personas ingresadas por la COVID-19 en ellas, si bien por ahora los medios son «suficientes», sin necesidad de ampliación, ni de reducir la actividad quirúrgica.

En el caso de la ciudad de Zaragoza, ha indicado que mantiene un «comportamiento estable», con cifras de incidencia acumulada que no son muy superiores al resto de la comunidad autónoma» –de 299 casos por 100.00 habitantes a 14 días– y por eso «no tenemos pensado establecer medidas restrictivas en la ciudad en los próximos días».

La consejera sí ha comentado que hay otras unidades territoriales respecto a las que se podrían adoptar medidas en breve, en la zona occidental de la provincia de Zaragoza.