Unidas Podemos acoge el décimo aniversario del 15M como «brújula presente» para continuar los avances en derechos sociales, en participación democrática, en defensa de los servicios públicos y, sobre todo, en feminismo, que se erige actualmente como motor de transformación social.
Desde Podemos e IU rechazan caer en la «nostalgia» a la hora hablar de este movimiento, destacan su «impulso regenerador» y subrayan que su irrupción fue clave para terminar con el bipartidismo, además de frenar en el país el avance que experimentaba la extrema derecha en Europa.
Este sábado se cumplen diez años de la gestación de lo que se llamó sentimiento ‘indignado’ que abanderaron plataformas, como ‘Democracia Real Ya’ o ‘Juventud Sin Futuro’ y se plasmó en la acampada de la Puerta del Sol de 2011, que duró casi tres meses y también fue replicada en otras plazas del país.
Al respecto, la portavoz adjunta de Unidas Podemos en el Congreso, Sofía Castañón, ha indicado que, sin caer en la «idealización», la irrupción de este movimiento fue «muy iluminador» para todas las personas «que se encontraron y se reconocieron» en esa «idea de posibilidad de cambio».
Ha recalcado que generó un consenso, sobre todo en los jóvenes, de «dejar de sentirse culpables» y concienciarse de que la crisis que estaba vigente en 2011 se debía al «sistema» basado en «políticas neoliberales», que imperaban esos años y que eran una «estafa».
Y es que esa demanda de mayor participación democrático acabó con esa opinión de los jóvenes como «descreídos» con un «despertar» que afectó al sistema político mediante la exigencia de regeneración, además de activar otras formas de organizarse, que tienen como exponente más destacado el 8M pero múltiples formas de asociación social y vecinal.
Sobre todo dio pie a aspectos tan importantes luego como la lucha de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) o las diversas «mareas» en defensa de los servicios públicos, sobre todo en sanidad y en educación. «Reactivó las posibilidades de reorganizarse», ha desgranado para aludir también a la influencia que tuvo, en el plano político, para la creación de Podemos.
IMPIDIÓ LA «OLA REACCIONARIA» QUE ATRAVESABA EUROPA
Eso sí, Castañón ha llamado a evitar mirar al 15M con «nostalgia», sentimiento que implica un ciclo «cerrado», dado que muchas de las reivindicaciones de hace diez años con ese «espíritu impugnador» siguen teniendo «vigencia», y a las que este Gobierno «quiere responder», sobre todo con el proceso relacionado con los fondos europeos.
Además, la dirigente de Podemos ha señalado que el 15M impidió» la «ola reaccionaria que iba pasando por Europa» con el avance de la extrema derecha y que, ahora, trata de contestar al «paso firme» del avance de derechos sociales y la «hegemonía del feminismo» con un discurso de «odio negacionista», cada vez «menos disimulado.
Para Castañón, el 15M y el 8M son los dos «grandes movimientos de la década» que han marcado «líneas de pensamiento» en la sociedad, al demostrar que «no hay «resistencia infinita a la desvergüenza» y se pueden revertir todas las «opresiones» y «recortes».
PUSO FIN AL BIPARTIDISMO
A su vez, el responsable del área de Estrategia y Elaboración Política de la dirección federal de IU, Ángel de la Cruz, ha destacado que la irrupción del 15 ensanchó «los límites de lo posible» y demandó «cambios de manera inédita» mediante un impulso «moral» que puso «fin al bipartidismo».
No obstante, ha añadido que «no se puede caer en la nostalgia paralizante» y que esta efeméride obliga a un «análisis autocrítico», sobre todos en tiempos en los que existe un «empuje en la dirección contraria, un movimiento «reaccionario antidemocrático».
De la Cruz ha constatado que el 15M como generador de movilización está «agotado», pero modificó el «sentido común» de la sociedad hacia una orientación «más democrática» y que «perdura hoy» en diversos elementos.
Para ser «fieles a su espíritu», el dirigente de IU ha señalado que toca «estrechar alianzas intergeneracionales» con la nueva juventud, que a lo mejor el 15M le puede «sonar a batallita», y mantener «viva esa ruptura» con un periodo en el que la «democracia estaba secuestrada con unas élites».
Como hecho «inédito» ajustado a unas circunstancias «políticas y sociales» concretas, De la Cruz ha opinado que el 15M ahora sería «difícil de repetir» pero siguen estando vigentes esas «grandes injusticias y contradicciones» que llevan a otra forma de movilización, como la incapacidad de la juventud de emanciparse o fenómenos laborales como los riders.
CAMBIOS POLÍTICOS
«Lo más interesante del 15M fue el impulso moral que luego trajeron cambios políticos», ha desgranado De la Cruz para indicar que Unidas Podemos puede ser un reflejo a nivel de política institucional, pero un movimiento de esa «complejidad y pluralidad» es «inabarcable» a la hora de representarlo.
También ha recalcado, como en el caso de Castañón, que el movimiento feminista es en los últimos años el «más revolucionario» sin «ningún género de dudas», con una visita «distinta del mundo» que «impugna el actual sistema político».
También ha dejado claro que las luchas y reivindicaciones sociales siguen existiendo pero de una forma diferente y con «muchos movimientos sectoriales» que no encuentran una organización «tan genérica o amplia».