Pere Navarro y sus salidas de tono generan malestar en el PSOE

El director de la Dirección General de Tráfico, Pere Navarro, tiene una sola obsesión (y más que legítima, por cierto): reducir el número de muertos en las carreteras de España. El problema es que su obsesión le ha llevado a dejar patas arriba la circulación en el país, además de haber metido al PSOE en una situación bastante comprometida al defender otras polémicas medidas como la de establecer peajes obligatorios en todas las autopistas y autovías españolas. Tal es la obsesión de Pere, que se ha enemistado con conductores, pilotos de motos y ahora con parte del PSOE. Pleno de un director general de Tráfico que ya está de salida, según las últimas informaciones que caen desde el partido.

Pere Navarro no es un nombre bien recibido entre los conductores de a pie pese a que sus medidas han contribuido aparentemente a disminuir el número de muertos en las carreteras españolas. Es el padre del carnet por puntos y de el fiasco de reducir la velocidad máxima por un breve periodo de tiempo de 120 kilómetros por hora a 110. El lema que se repite en los carteles luminosos de las carreteras de «mejor más despacio» es suyo al 100%, pero el problema es que desde el partido hay quien piensa que ya está oxidado y carcomido por sus obsesiones personales.

Pere quiere pasar a la historia como el director de la DGT que más redujo la mortalidad en las carreteras en España, pero el problema es que desde el PSOE hay quien piensa que su obsesión le está llevando a adoptar medidas que solo hacen más impopular al partido. Pere Navarro es de los pocos directores de la DGT que tiene nombre y apellidos reconocible para los conductores, el problema es que siempre es para mal. Y más ahora que ha decidido reducir la velocidad máxima en las ciudades de 50 kilómetros por hora a 30. Un desastre que solo ha traído policías municipales ocultos tras los contenedores de basura para detectar con el radar móvil a quien se pase de listo.

El director general de Tráfico, Pere Navarro, ha asegurado que la nueva limitación a 30 km/h en vías urbanas de un único carril por sentido de circulación «no es un tema de policía ni de radares», sino que «es más de convencer». El problema es que los conductores ya se huelen la tostada: habrá más radares y más adán recaudatorio, como siempre. Si a esto le añadimos otras perlas de Navarro, el malestar del PSOE con su director general de Tráfico está más que justificado; al menos desde una perspectiva electoral.

Navarro siente los colores, pero más siente que quiere pasar a la historia por algo. No es una cuestión de cargos ni de ascensos políticos. El director tiene claro que quiere dejar un legado aunque ello conlleve meter la mano en el bolsillo de los españoles, perjudicar la imagen del partido que le ha puesto donde está o hacer que los desplazamientos sean un suplicio hasta tal punto de que te adelanten pedaleando las bicicletas.

La primera parte, la de meter la mano en el bolsillo, es una de sus grandes obsesiones. Él quiere que tú estés más seguro en las carreteras con tu dinero. Si eres conductor, te freirá a multas mediante radares (de los cuales ha puesto más en circulación, incluidos los veloláser) para que vayas a una velocidad que comparado con ir andando sea difícil saber cuándo llegarás antes a tu destino. Si eres motorista, te obligará a gastarte una media de entre 300 euros y 600 euros extra (además del casco, la chaqueta de motociclismo y los guantes) para comprarte un chaleco airbag para que estés más seguro Tú, no tu bolsillo ni tu cartera.

DGT
El director de la DGT, Pere Navarro, en enero, tras entrar en vigor la norma. Foto: Europapress.

A esto hay que añadirle que nuestro querido director también se ha lanzado a la piscina con el tema de los peajes. Cuando el Gobierno se plantea imponer tasas en todas las carreteras (de en torno a 0,01 euros el kilómetro), Navarro se ha tirado a la piscina para decir que es absolutamente necesario hacerlo porque no hay que dejar que «la abuelita» que cobra su pensión y no coge el coche nunca tenga que pagar algo que no utiliza. Sobre los que tienen un seguro privado de salud o llevan a sus hijos a colegios privados no dice nada en referencia a la educación y sanidad pública.

Todo esto ha hecho que Navarro se haya convertido en un aliado incómodo para el PSOE. Ahora mismo, relevarle del cargo sería un alivio para los socialistas más que un suplicio, tal y como deslizan fuentes del partido, aunque aseguran que no lo harán por decoro y que dinalizará como mínimo la legislatura. En cualquier caso, el hecho de que Navarro vaya por libre en cierto sentido por su obsesión de reducir los muertos no ha ayudado en nada en estos momentos al PSOE, ya que la percepción sobre la DGT no es que quiera ayudar, sino más crujirte a impuestos.