Marlaska dice que la Constitución «obliga» a ceder prisiones al Gobierno vasco

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha insistido este miércoles en el Congreso que la Constitución «obliga» a transferir la competencia sobre la gestión de las prisiones al Gobierno vasco y Vox ha alertado de que «lo peor queda por llegar» tras el acercamiento de los presos de ETA, ya que entiende que habrá excarcelaciones y concesiones de semilibertad para los condenados por terrorismo.

«Poner en manos exclusivas de Urkullu y de Otegi la suerte final de los presos vascos para seguir contando con el apoyo de Bildu y PNV, esa es la deuda a pagar», le ha reprochado el diputado de Vox Ignacio Gil Lázaro en la sesión de control al Gobierno. También ha censurado que los ejecutivos de Pedro Sánchez e Iñigo Urkullu se «comprometan a buscar trabajo y vivienda social a los asesinos».

Una vez más, Marlaska ha contestado a Gil Lázaro recordándole su pasado en las filas del PP. «Usted sí pagaba deudas en materia de acercamientos mientras ETA asesinaba o sacando a la Guardia Civil de Tráfico de Cataluña», le ha dicho el ministro en referencia a las decisiones adoptadas por el Gobierno de José María Aznar.

En concreto, Marlaska ha citado varias proposiciones en las que Gil Lázaro fue ponente cuando formaba parte del PP y ha insistido en que la transferencia de prisiones que ahora se ha materializado a favor del Gobierno vasco se debe a una decisión que «nace de la Constitución». «Aquello que está constitucionalizado es una obligación, no una deuda», ha añadido.

Gil Lázaro ha reprochado el engaño a las víctimas por acabar con la política de dispersión cuando hay más de 300 crímenes de ETA sin resolver y la mayoría de los etarras no colaboran con la justicia. «Y ETA está sin disolverse formalmente», ha sostenido el diputado de Vox, que ha hablado de «traición a los muertos y a la democracia».

El representante de Vox ha aludido a la situación migratoria, con «Ceuta invadida», lo que según él acredita la «debilidad, estupidez y fracaso» de un Gobierno de «infinita miseria moral, mentiroso e indigno». Esto mismo es el «vínculo común», ha añadido, «que unen a Sánchez y Marlaska». El ministro le ha reprochado que lea y trabaje «poco», ya que muchas de sus intervenciones están contestadas por escrito previamente.