Cuidados a tomar en cuenta durante el embarazo

A lo largo de un embarazo, asegurar la salud tanto del bebé como de la madre resulta de máxima prioridad para que todo el proceso del embarazo surja sin problemas. Especialmente en estos tiempos de pandemia, regidos por toques de queda, mascarillas y restricciones de movilidad, el miedo a posibles enfermedades se ha vuelto algo especialmente frecuente, por lo que estos cuidados destinados a la salud de las embarazadas que vamos a listar a continuación resultarán de gran interés para los lectores.

Los cuidados que una embarazada no puede olvidar

Durante el embarazo, la madre debe pasar por una serie de cambios anatómicos y funcionales que facilitan el correcto desarrollo y nutrición del bebé, y que permitirán adaptar al cuerpo de la madre para el parto y la posterior lactancia. Es por ello que, con el fin de asegurar que todo suceda sin problemas, debemos tomar una serie de precauciones para no descuidar la salud de la madre ni la del bebé.

La dieta que debe seguir una madre embarazada

Es importante que, a lo largo del proceso del embarazo, se cuide la alimentación de la madre. Una buena dieta ha de proporcionar de energía y nutrientes suficientes que permitan satisfacer los requerimientos nutricionales tanto de la madre como del feto, siendo a su vez capaz de adaptarse a las diferentes etapas del embarazo, cada una de ellas con sus exigencias nutricionales específicas. Por ejemplo, si bien es cierto que la alimentación no debe cambiarse durante los primeros meses, a partir de la semana 20 la demanda de nutrientes se incrementa debido al aumento del tamaño del feto. Se debe procurar no caer en una ganancia excesiva de peso, ya que podría desencadenar una serie de molestias así como el entorpecimiento del parto. Se recomienda, pues, una dieta equilibrada rica en hortalizas, verduras y frutas que evite, en la medida de lo posible, alimentos con contenido excesivo en sal. Por supuesto se deben evitar pescados azules de gran tamaño, así como alimentos que puedan causar infección por toxoplasmosis o listeriosis.

Compruebe la salud del bebé con tests prenatales

Por supuesto, debemos asegurarnos que, a lo largo de todo el proceso de embarazo, la salud del bebé no corre peligro. Existen una gran variedad de test prenatales que nos dan información acerca de la salud del bebé antes de que nazca, tales como la conocida ecografía, los cultivos de orina o la amniocentesis, consistente en la extracción de una muestra de líquido amniótico. Sin embargo, algunos de estos tests (conocidos como «tests invasivos») pueden poner en riesgo la salud del bebé y de la madre, por lo que debemos consultar con el médico antes de decantarnos por uno de estos exámenes prenatales. Un ejemplo de Test Prenatal no Invasivo es el Neo24. El test Neo24 permite, mediante la toma de una muestra de sangre de la madre, poder detectar un amplio abanico de enfermedades asociadas a anomalías cromosómicas, tales como el Síndrome de Down, Síndrome de Edwards o Síndrome de Patau, sin que ello suponga un riesgo para la madre ni para el bebé.

Cambios en el cuerpo causados por el embarazo

La pelvis y la columna de la madre, debido al aumento de peso causado por el aumento de peso en el embarazo, pueden verse comprometidas debido a la tendencia a doblar el cuerpo hacia atrás, lo que acaba provocando dolor de espalda, lumbago y lumbociáticas. Los pies y los tobillos, al mismo tiempo, sufren también debido a la retención de líquidos y al soporte de un peso extra al que no están acostumbrados, causando así su hinchamiento y ensanchamiento. Con el fin de suavizar todos estos sucesos, se recomienda el uso por parte de la madre de fajas, cinturones pélvicos, medias y zapatos de horma ancha y tacón bajo que mejoren la estabilidad de su cuerpo, recolocando la zona abdominal, mejorando el retorno venoso, la retención urinaria y el dolor de espalda, entre otras muchas ventajas que facilitarán la vida de embarazada.

Incluso la piel de la madre puede verse afectada debido al embarazo. Uno de los fenómenos más conocidos que afectan a su piel se trata de la hiperpigmentación, que puede ser generalizada o estar restringida a áreas sensibles a la influencia hormonal, tales como los pezones, areolas, perineo, vulva o la región perianal. También puede darse la aparición de manchas faciales, conocidas como melasmas, que pueden afectar a diferentes zonas de la cara. El acné también supone un fenómeno especialmente frecuente durante el primer trimestre del embarazo, lo que conlleva un aumento de la producción de sebo y obstrucción de los poros. Las embarazadas pueden, además, experimentar otro tipo de molestias en forma de picazón y sequedad debido al estiramiento de la piel, junto a otros cambios en el cuerpo de la madre que la hagan más susceptible a padecerlas. Entre ellas encontramos urticarias, pápulas urticariales pruriginosas y las placas del embarazo, afecciones cutáneas muy comunes durante el embarazo. Si lo ve necesario, no dude en aplicar productos cosméticos o que puedan aliviar los síntomas causados por urticarias y demás picores y escozores.