Cerca de 280 ayuntamientos han aprobado en sus plenos la creación de la figura del Defensor/a de las Generaciones Futuras, según señala Fundación Savia, que promueve esta iniciativa desde hace años. El objetivo es que las generaciones que todavía están por llegar tengan una voz para que las decisiones de hoy no lastren su vida en el planeta del mañana.
Según la Fundación Savia, estos ayuntamientos representan a 6.226.535 habitantes, y a ellos se suman otras instituciones, como las Corts Valencianas, 8 Diputaciones, 3 Mancomunidades, 10 instituciones del conocimiento, 83 entidades privadas y 106 personas a título personal.
La Fundación argumenta que la protección de las generaciones presentes es igual de importante que la de las generaciones futuras y que pueden ser perfectamente titulares de derechos como el de disponer de un medio ambiente sano que posibilite su existencia en el planeta, que no se agoten los recursos naturales de la Tierra para que puedan seguir desarrollando su vida con armonía y plenitud o tener una óptima calidad de vida que no se vea amenazada por un clima hostil y agresivo.
Así, el propósito del Defensor de las Generaciones Futuras tiene un valor social, pero también medioambiental pues, si no se toman unas decisiones adecuadas, el aire, el agua, el alimento, el paisaje y la conservación del territorio y de aquellos que lo mantienen y lo cuidan, no se podrá dejar un planeta adecuado para la vida y la supervivencia digna de las generaciones venideras.
Al menos 13 países del mundo cuentan ya con esta figura de protección de la humanidad del mañana, entre los que se encuentran Estados Unidos, Finlandia, Brasil, Chile, Hungria, Bélgica, Escocia, Malta, Suecia, Francia, Gales, Alemania, Israel, Canadá o Nueva Zelanda. Fundación Savia añade que la iniciativa cuenta con el apoyo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
El propósito de Fundación Savia es que esta institución sea creada a nivel local, regional, estatal e incluso global, posibilitando dar respuesta a las demandas del presente y del futuro, teniendo presente la protección de los intereses de las generaciones venideras.