Ribera critica a quienes «les hace gracia» que se piense en 2030 o 2050

La vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha criticado que «a algunos les haga gracia» que se piense dónde hay que estar en el año 2030 o 2050.

«¿Por qué cuando nos planteamos dónde queremos estar en 2030 o en 2050 a algunos les hace gracia?», es algo que la gente seria intenta pensar para acertar lo más posible», ha señalado este sábado Ribera durante su intervención en un acto del PSOE con motivo de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente.

En este contexto, ha recordado que el impuesto al sol era «de las mayores absurdeces» que habían «encontrado como herencia» al llegar al Gobierno y que no pararon «buscando una reforma del conjunto de la economía, entendiendo que tiene mucho que ver con el medio ambiente».

«Aquello que nos habíamos creído durante mucho tiempo era una falacia, nada de que el medioambiente eran limitaciones para el progreso social o limitaciones para el progreso económico, no hay nada más nocivo para el progreso social y económico que no ser conscientes del terreno que se pisa, que es precisamente el medio ambiente», ha sentenciado.

En este sentido, Ribera ha defendido que la agenda ambiental «tiene que ser una agenda social, no puede ser vista como una agenda de capricho que se impone, tiene que prestar atención a los trabajadores, a sectores que ven radicalmente cambiada la estructura en la que venían desempeñando sus funciones y que van a necesitar recualificación profesional en muchos casos».

La ministra ha criticado que al país «se le había olvidado» por qué es importante contar con las cuestiones ambientales en la acción pública. Asimismo, ha añadido que la agenda ambiental tiene que ser también «para colectivos vulnerables que pueden verse afectados por las alteraciones del clima o para consumidores vulnerables».

«No solamente basta con proteger los ecosistemas, sino que hay que restaurarlos. La degradación de nuestros ecosistemas nos obliga a restaurar aquello que hemos venido degradando», ha precisado la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Para Ribera, hablar de medioambiente es hablar de modelo de desarrollo: «Estamos hablando de congruencia de las distintas agendas multilaterales o bilaterales. El comercio debe ser fundamental para facilitar esa congruencia».

Durante su intervención, ha destacado la obligación que tiene el Gobierno de «abonar todas las oportunidades porque no crecen solas, de corregir todas las dificultades, todas las brechas que se han ido acumulando a lo largo de décadas para facilitar el poder hacer la transformación muy rápidamente».

Ribera también ha advertido de que «salen plásticos de todas partes» al ir a bañarse en una playa: «Residuos que hasta hace poco no queríamos ver pero que nos saltan a la cara, salen plásticos de todas partes cuando vamos a bañarnos a la playa».

Por ello, ha insistido en la «gran responsabilidad» que tiene el Gobierno, la de «tener visión de conjunto, facilitar el cambio, facilitar los consensos, anticipar los problemas».«Tenemos una gran oportunidad con el Plan de recuperación, transformación y resiliencia, sumando esfuerzos con nuestros compañeros europeos y nacionales», ha dicho.

Por su parte, la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, ha indicado que la sostenibilidad ecológica es un «requisito indispensable para garantizar la igualdad», ya que todos los ciudadanos del mundo «tienen exactamente el mismo derecho a respirar un aire limpio, a acceder al agua potable». «Hay una cuestión de igualdad que para nosotros es siempre prioritario», ha afirmado.

En la misma línea, ha destacado que los países que más sufren por el cambio climático «son los países más pobres, los ciudadanos más desfavorecidos», por lo que ha defendido que su compromiso «tiene que enraizar en esa lucha contra todo tipo de desigualdades».

«Hay que intentar que los requisitos de consumir menos materias primas, generar menos contaminación, tienen que ser requisitos en todas y cada una de las políticas. Se puede producir riqueza manteniendo la salud del planeta y con ello nuestra salud», ha concluido Narbona.