‘Las mejores familias’ retrata la división social de Perú en el Festival de Cine de Málaga

El director peruano Javier Fuentes-León ha presentado este miércoles la película ‘Las mejores familias’ en el marco de la vigesimocuarta edición del Festival de Cine de Málaga. La película se sirve del género de la comedia para retratar la división social de Perú y Latinoamérica.

Luzmila y Peta son dos hermanas que trabajan como criadas para Alicia y Carmen, dos señoras aristocráticas de Perú. Ellas son consideradas como parte de las familias o, al menos, eso es lo que parece. Pero, un día, mientras la ciudad es tomada por violentas protestas, una celebración de cumpleaños reúne a todos los miembros de las familias. Un secreto guardado desde hace mucho tiempo por ambas –arriba y abajo– es, de repente, revelado explotando así la burbuja de su perfecto mundo aristocrático para siempre.

El equipo de la película ha presentado el largometraje durante la séptima jornada del festival en una rueda de prensa que se ha celebrado en el Teatro Cervantes de Málaga. En el acto han estado presentes el director Javier Fuentes-León, los intérpretes Marco Tunino y Gracia Olaya y el productor Michel Rubén.

El director, que se ha mostrado muy agradecido por la acogida de la película en el Festival de Málaga, ha explicado que ‘Las mejores familias’ es una comedia con la que ha querido denunciar el contexto social y político de su país, de América Latina y del mundo en general. «La comedia es un género que también puede hablar de cosas muy serias y permite poner un espejo en el que la sociedad puede mirarse».

Los temas centrales de la película son la familia y la división social. Fuentes-León ha destacado el contexto social de su país, Perú, y ha dicho que todavía existe una «mentalidad colonial» que permite que existan grupos privilegiados con mejor acceso a la educación y al poder. «Existe una división enorme. Aunque ha disminuido, sigue habiendo una escisión social importante que tiene que cambiar», ha reflexionado.

El director, que ha reconocido haber crecido en esas clases altas que retrata la película, ha asegurado que su idea no era establecer una separación entre «buenos y malos», sino mostrar «una reflexión a través de la risa y la comedia sobre el contexto en el que hemos crecido por crear una serie de situaciones de dolor y resentimiento» y ha reivindicado que «todos somos un poco víctimas, unos más que otros, de un contexto con el que tenemos que romper».

Sobre el trabajo actoral, la intérprete Gracia Olayo ha valorado «la facilidad» de trabajar con Fuentes-León: «No fue difícil conseguir ese ritmo y esa coreografía que aparece en la película. Javier lo tenía todo muy claro y los actores congeniamos y entendimos muy bien el producto que quería mostrar», ha dicho la actriz, que interpreta a una de las mujeres de clase alta de la película. «Javier me informó muy bien sobre ese tipo de personas, mis orígenes no tienen nada que ver con la alta sociedad», ha asegurado.

Fuentes-León ha añadido sobre el trabajo actoral que «todos los personajes estaban muy bien colocados» y que esta es la primera película en la que trabaja con tantos actores en la misma escena. «Ha sido el rodaje más difícil, pero no por los actores, sino porque había que estar pendiente de muchas cosas. El elenco estaba muy comprometido y conectado entre ellos», ha dicho el director.

Por otro lado, en la cinta aparecen una serie de protestas y manifestaciones alrededor de la casa en la que tiene lugar la trama. Javier Fuentes-León ha explicado el motivo de su inclusión como un recurso que le ayudó a encerrar a todos los personajes en la misma casa. «Quería constatar un autoencierro por la amenaza del exterior, que es esa protesta». También le sirvió para mostrar los prejuicios y la ignorancia de no entender al otro y lo que ocurre fuera.

Para finalizar, el cineasta también ha mencionado varias referencias de la cultura latinoamericana que se pueden ver plasmadas a lo largo de la historia. ‘Un mundo para Julius’, de Alfredo Bryce Echenique o la obra de Buñuel junto a otros autores de la literatura de América Latina forman parte del imaginario en el que se ha inspirado Javier Fuentes-León.