Un homenaje institucional celebra a Berlanga en su centenario

El Palau de la Generalitat ha acogido un homenaje al director Luis García Berlanga este sábado, el día en que se cumplen cien años de su nacimiento, donde representantes públicos y del mundo de la cultura han reivindicado su legado como una «enciclopedia completa de nuestra historia contemporánea» y «un espejo lúcido de lo que somos», en un momento en el que «el país necesita una mirada berlanguiana que destense».

La música ha marcado el inicio de la jornada de celebración, con agrupaciones tocando en las tres capitales provinciales. En Valencia, las canciones de Berlanga han sonado en la plaza de la Virgen gracias a la Unió Musical del Centre Històric y la Banda de Música de Campanar quienes han recordado al cineasta.

El acto institucional, enmarcado en la programación del Año Berlanga, ha contado con la participación del el presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, Mariano Barroso, el hijo del director, Fernando García Berlanga, la actriz y figura clave de la filmografía de Berlanga Mónica Randall, el actor Àngel Fígols, la comisionada de Presidencia de la Generalitat para el Año Berlanga, Rosana Pastor, y la directora general de Promoción Institucional, Fernanda Escribano.

Para la ocasión, el Palau de la Generalitat por primera vez ha albergado una pantalla de cine para repasar las diferentes etapas de la filmografía del cineasta valenciano. Carpe Diem Brass Quinteto ha puesto la nota musical a la ceremonia.

BARROSO: «NADIE SE ATREVE A CUESTIONAR A BERLANGA»

Mariano Barroso ha señalado que «pocas veces una figura aglutina tantos acuerdos entre todos los sectores», a nivel social, ideológico y cultura, porque «nadie se atreve a cuestionar a Berlanga, desde ningún lado», y «eso es algo que ocurre con muy pocas figuras». «Necesitaríamos un puñado de ‘luises’ para ser capaces de mirarnos a nosotros mismos», ha afirmado.

En ese sentido, ha resaltado que como cineasta y artista Berlanga «tenía lo más difícil» y «que solo consiguen unos cuantos», una «perspectiva sobre la realidad del momento» y ser «capaz de reflejar lo que estaba ocurriendo en la calle casi en directo, todo pasado por el filtro de su identidad y visión».

En definitiva, ha afirmado que Berlanga «compone un plano secuencia de la historia de nuestro país» que «recorre como ningún documental o telediario» todos los «lugares que definen España». «Berlanga habla de todos nosotros» y su obra compone una «enciclopedia completa de nuestra historia contemporánea», «llena d detalles que la hacen esencial y necesaria», ha recalcado Barroso, que define a Berlanga como cineasta «absolutamente libre en un periodo de represión», un creador «brillante que supo mostrarnos un espejo lúcido de lo que somos».

PUIG SE PREGUNTA QUÉ PELÍCULA RODARÍA AHORA

Por su parte, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha comenzado su intervención con una frase de ‘Bienvenido, Mr. Marshall: «Os aseguro que para pagar esto, ni un céntimo ha salido de las arcas públicas. Porque en las arcas jamás ha habido un céntimo». Una cita que es para él una «alusión anticipada a la infrafinanciación autonómica que hoy padecemos», ha bromeado.

Puig ha señalado que «tras un año con confinamientos en casa, bares cerrados y situaciones anómalas» es «inevitable» preguntarse «qué película rodaría ahora Berlanga» o «qué fragmento de sus películas ensamblaría para movernos a la risa y la reflexión».

A su juicio, «de ‘Bienvenido Mr Marshall’ retrataría la expectación de todos los gobernantes ante la llegada del dinero europeo. De ‘Plácido’ criticaría ciertas miradas actuales hacia los más vulnerables que necesitan ayuda social. De ‘El Verdugo’ extraería los sueños frustrados y el conformismo en el que tantos jóvenes pueden caer si no damos una solución y «de ‘La Vaquilla’ rescataría cómo la división entre hermanos solo termina con vencidos y sin ningún vencedor», ha señalado».

«Y de ‘La escopeta nacional’ podría sacar tantas cosas hilarantes y tan inflamables para que yo haga ironías que nos quedaremos con esta frase: ‘Y ni fueron felices, ni comieron perdices… Porque allí donde haya ministros un final feliz es imposible'», ha señalado.

Berlanga, según Puig, «forma parte no solo de nuestra cultura como pueblo» sino también forma «de nuestra memoria sentimental» y es «patrimonio de todos». Así, ha invitado a «disfrutar de un artista universal que personificó y encumbró rasgos tan valencianos como la ironía y la sátira». «El ‘pensat i fet’ hecho arte y celuloide», lo ha descrito.

Con todo, ha reivindicado su en un momento «en el que nadie parece dudar, en el que tantos gritan e insultan y en el que el humor lidia un feroz combate diario con la autocensura y con lo políticamente correcto», pero bajo sus constantes de «respeto, educación y valentía».«Este país necesita una mirada berlanguiana que destense. Que relaje ciertas actitudes catastrofistas», ha asegurado, porque «pase lo que pase, el humor nos redimirá».

BERLANGA COMO PADRE

Asimismo, el hijo del cineasta ha dado las gracias a las instituciones que respaldan el Año Berlanga en nombre de la familia del director y ha subrayado el «deber de conseguir que la gente más joven se acerque a su cine, lo conozca y reconozca su figura».

Ha desvelado que, como padre, el cineasta en su casa «siempre intentó que hubiera un pedacito de València» y les inculcó un carácter «desinhibido», ser «persistentes en las ideas» y, en definitiva, «ser un poco falleros», «amantes del ruido» y «enemigos del arroz con leche».

«ERA COMO TOCAR EL CIELO»

La actriz Mónica Randall ha asegurado que «el sueño de cualquier actor español ha sido trabajar con él». «Era como tocar el cielo», ha recordado.

Por su parte, Rosana Pastor ha puesto en valor la «mediterraneidad» de Berlanga y su obra, mientras que el actor Àngel Figols ha incidido en su capacidad para retratar «aquellos personajes fracasados» pero «llenos de vida y dignidad», cuando «lo que no tenía sentido era la realidad».