Ayuso mezcla con el cheque bebé la autorización para seguir experimentando con animales

El escándalo de Vivotecnia salió a la luz el 8 de mayo en el periódico inglés The Guardian, y las imágenes se publicaron al día siguiente en España a través de ElDario.es. La dureza de la publicación donde se detallaban crueles actividades de experimentación en animales, provocó que el sábado 10 muchos activistas se movilizasen hasta las puertas de la sede del centro situado en Tres Cantos, solicitando el decomiso de los animales. Ante esta presión mediática, la Comunidad de Madrid anunció la detención de la actividad, sin embargo las comunicaciones entre las administraciones, la comunidad y las organizaciones, nunca fueron del todo claras, y a pesar de las repetidas manifestaciones y las peticiones y firmas enviadas, respaldadas por decenas de corporaciones, no hubo intención de acuerdo en ningún momento.

La CAM emitió en los primeros días un comunicado para calmar los ánimos donde informaba que los animales estaban siendo tutelados y que había veterinarios in situ velando por ellos, pero no se aclaraba a qué entidad pertenecían los veterinarios, si eran subcontratados o pertenecían a la CAM. Una cuestión que se intentó aclarar en varias ocasiones por parte de la Dirección General de Derechos Animales con respuestas siempre intencionadamente ambiguas. Esto generó la sospecha de que probablemente eran los propios veterinarios de Vivotecnia quienes estaban al cargo de los animales, es decir, las mismas personas que eran sospechosas de maltrato animal.

LA COMUNIDAD DE MADRID MINTIÓ

Mientras tanto, la campaña electoral fue la prioridad de la presidenta Isabel Díaz Ayuso, que en ningún momento ha prestado atención a la situación de Vivotecnia. El día 1 de junio, la Comunidad de Madrid levantaba la suspensión cautelar de la actividad de experimentación en el laboratorio Vivotecnia, sin que en ningún momento se haya producido ningún avance, ningún acuerdo, ni tan siquiera una reunión con las organizaciones. Por lo tanto, la Comunidad, con Ayuso al frente mintió deliberadamente cuando en abril anunció que se procedería a sacar a los animales del laboratorio, todos ellos víctimas de experimentos y prácticas calificados como tortura. Pero además de incumplir con su palabra, la Comunidad de Madrid no ha esperado a que los tribunales diriman responsabilidades, sino que desde junio, se han retomado los experimentos sobre los varios cientos de animales que se encuentran en las instalaciones de Vivotecnia.

Las organizaciones solicitaron el decomiso de los animales, pero el Juzgado de Colmenar Viejo desestimó la solicitud por falta de evidencias de maltrato animal, a pesar de existir pruebas gráficas de ello. Esta inacción motivó una gran manifestación en Madrid el pasado 29 de mayo que reunió a miles de personas, pero la Comunidad de Madrid se mantuvo un absoluto silencio respecto al tema. Mientras por un lado la Consejería de Agricultura, Ganadería y Alimentación decreta el reinicio de la actividad en Vivotecnia, la presidenta se centra en conceder entrevistas televisivas, como la que le hizo Bertín Osborne para su programa, y a intentar promover la natalidad con medidas como el cheque bebé para madres menores de 30 años.

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