Cómo cuidar la vista durante las vacaciones de verano

¿Sabías que los problemas oculares tienen mayor incidencia durante los meses de verano? Por eso, en establecimientos especializados no se cansan de dar a sus clientes consejos para proteger sus ojos. 

Con independencia de que se pasen las vacaciones en ciudad, playa o montaña, hay que seguir unas pautas claras de prevención de problemas oculares. El primer consejo puede parecer obvio pero hay personas que lo pasan por alto. Se trata de utilizar gafas de sol homologadas. La radiación ultravioleta (UV) representa un serio factor de riesgo para la salud visual. Con lentes correctamente homologadas se puede prevenir la fatiga visual y evitar desarrollar problemas como las cataratas o las lesiones de córnea o de retina. El ojo humano cuenta con un mecanismo de protección natural para protegerse del sol. Este mecanismo no es otro que la contracción de la pupila. Al estar en escenarios de oscuridad, la pupila se dilata para que pase mayor cantidad de luz. Si las gafas de sol no tienen protección UV, esa radiación penetrará más en el interior. Por eso, siempre será preferible no usar gafas que elegir unas de mala calidad. Hay que tener presente que, en la playa y en el mar, los rayos ultravioleta llegan con mucha más potencia a la piel y a los ojos porque estas superficies ejercen de espejos reflejando la mayoría de rayos.

El color del cristal necesario varía según el uso que se vaya a hacer de las gafas y el uso y las necesidades de la persona. Los colores principales son marrón, verde y gris. Con el marrón se mejora el contraste y se reduce el cansancio y el deslumbramiento. Es el mejor para las personas miopes. Por su parte, el verde produce poca alteración en los colores. Por eso, es el más indicado para los deportes náuticos.  El gris es el que menos altera la percepción de los colores y es el más aconsejable para conducir. 

Otra pauta para cuidar la vista durante el verano es proteger los ojos en el agua. Las piscinas son un considerable foco de irritaciones e infecciones oculares. Se pueden usar gafas de piscina graduadas que cubran toda la superficie ocular y protejan de las bacterias del agua. Estas gafas se pueden usar aunque se lleven puestas lentes de contacto. Esta opción es cada vez más popular. En efecto, hay cada vez más páginas web, tienda Vision Direct siendo una de ellas, donde se pueden comprar lentillas baratas online con mucha facilidad, de ahí que cada vez más gente elija esta solución para el verano.

En verano, como el resto del año, es importante descansar la vista tras un uso prolongado de pantallas como la del ordenador o el móvil. Estas emiten luz azul que se refleja de forma directa en la retina, provocando cansancio ocular y enrojecimiento. Lo mejor es utilizar gafas que reduzcan la longitud de onda. Pueden incorporar protección UV extra, filtros selectivos, polarización y un tratamiento antirreflejos.

Otra pauta que interiorizar es mantener los ojos hidratados. La sequedad ocular puede aumentar en verano por factores ambientales como el calor, el viento o los aires acondicionados. Se pueden usar lágrimas oftálmicas para humectar y mantener la hidratación ocular. También usar humidificadores para contrarrestar el efecto del aire acondicionado y, como no, llevar una dieta rica en frutas y verduras.