El secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, ha aclarado que la Santa Sede «de ningún modo» ha pedido que se «bloquee» la ley del Gobierno italiano contra la homofobia y transfobia, y que lo que pretendían con la nota verbal entregada ante la embajada de Italia era advertir sobre la «vaguedad» del concepto «discriminación» en el texto legislativo.
«De ningún modo se ha pedido que se bloquee la ley. Estamos en contra de cualquier actitud o gesto de intolerancia u odio hacia las personas por su orientación sexual, así como por su etnia o sus creencias. Nuestra preocupación concierne a los problemas interpretativos que podrían surgir si se adoptara un texto con contenidos vagos e inciertos, lo que terminaría en la definición de qué es delito y qué no lo es», ha explicado Parolin en una entrevista con el portal de noticias del Vaticano Vatican News, recogida por Europa Press.
Según precisa Parolin, «el concepto de discriminación sigue siendo de contenido demasiado vago» y, a falta de una especificación adecuada, consideran que se corre el riesgo de «hacer punible cualquier posible distinción entre hombre y mujer, con consecuencias que pueden resultar paradójicas».
Por ello, con la entrega de la nota verbal, Parolin explica que quisieron hacer una «intervención preventiva» para «presentar los problemas antes de que sea demasiado tarde». «Una intervención posterior, es decir, una vez aprobada la ley, habría sido tardía. La Santa Sede podría haber sido acusada de silencio culpable», advierte.
En todo caso, Parolin se defiende de las críticas y asegura que «no fue una intromisión» ya que el Estado italiano es laico y la nota verbal es «el medio adecuado de diálogo en las relaciones internacionales».
«Estoy totalmente de acuerdo con el presidente Draghi sobre el carácter secular del Estado y sobre la soberanía del Parlamento italiano. Por ello, se eligió el instrumento de la Nota Verbal», precisa Parolin.
Asimismo, aprecia el llamamiento hecho por el primer ministro italiano a respetar los principios constitucionales y los compromisos internacionales. En este contexto, le recuerda que «hay un principio fundamental: ‘Pacta sunt servanda’ (lo pactado obliga)».
«Con la Nota Verbal nos limitamos a recordar el texto de las principales disposiciones del Acuerdo con el Estado italiano, que podrían verse afectadas. Lo hicimos en una relación de colaboración leal y me atrevería a decir de la amistad que ha caracterizado y caracteriza nuestras relaciones», afirma el secretario de Estado del Vaticano.
Preguntado por el motivo por el cual intervino la Santa Sede y no la Conferencia Episcopal Italiana, Parolin señala que los obispos italianos han hecho «todo lo posible para plantear objeciones al proyecto de ley» y que el Vaticano se ha sumado con su nota verbal a la petición de cambios en el texto. «Discutir siempre es lícito», zanja.