Tenerife pide al Gobierno canario que suavice las «duras» restricciones a la hostelería

El alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, se ha reunido con varias asociaciones de empresarios de la hostelería y la restauración con la finalidad de proponer al Gobierno canario alternativas que suavicen las «duras» restricciones decretadas tras la subida de la isla al nivel 3.

Bermúdez entiende que este sector ha tomado desde el inicio de la pandemia «todas las medidas de seguridad e higiene necesarias»; por ello, también pide al Ejecutivo canario que reconsidere el «daño» que le causará a muchas familias de la Isla y de la capital.

Así, el alcalde valoró que los daños previstos, que fueron estimados en el pasado nivel 3, de mantenerse 15 días causarán el cierre de unas 25 empresas, al tiempo que una pérdida de unos 2.500 empleos.

Añadió que esto demuestra «la importancia de este sector en Tenerife y en la ciudad, que no en vano representa más de la mitad de todos los negocios de restauración y hostelería que hay en toda Canarias; de ahí su extraordinaria importancia en la economía de la Isla y para la supervivencia de las familias que dependen de él».

Bermúdez anunció el apoyo al sector en cuantas medidas tomen estos empresarios en defensa de sus legítimos intereses, situación que los ha llevado en otras comunidades autónomas incluso a acciones legales, ya que entienden lesionados sus derechos, y mostró su esperanza de que esto haga reflexionar al Gobierno de Canarias y reconsidere «el daño que se les va a causar a tantas familias y repiense las medidas tomadas, que aún tiene tiempo y se llegue a un acuerdo en la reunión que mantendrá con el sector el miércoles».

El alcalde puso de relieve algunas propuestas que se pueden articular, como establecer medidas complementarias de limitación de aforos dependiendo de los metros de los locales o el control de la renovación del aire, y argumentó que «todo antes que cerrar a cal y canto, ya que hay algunos negocios que ni siquiera pueden utilizar la terraza exprés porque físicamente el local no dispone ni de aparcamientos delante ni posibilidades de instalarlas, lo que los aboca al cierre».