La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, se ha dirigido a los manifestantes por la devolución del pazo de Meirás, en el municipio de Sada (A Coruña), para agradecerles su «lucha» e «impulso», que ha facilitado «todos los pasos dados».
Calvo ha reconocido su trabajo este sábado a las puertas del pazo, donde ha tenido lugar la firma del protocolo general de coordinación temporal de actuaciones entre el Gobierno y demás instituciones colaboradoras, por el que se inauguran oficialmente los jardines del lugar.
Los jardines del Pazo de Meirás estarán abiertos para los visitantes a partir del 1 de julio aunque, tal y como se ha señalado, la asistencia durante los primeros días estará reservada a las asociaciones por la memoria histórica.
A su llegada, Calvo se ha acercado a la veintena de manifestantes que exigían la devolución de Meirás al pueblo, así como la creación en el pazo de un centro de memoria de las víctimas del franquismo en Galicia.
La vicepresidenta les ha recordado los «pasos dados, como la exhumación del dictador», y les ha agradecido su «impulso» en todo el proceso, «sin el que no habría sido posible todo lo conseguido». Aunque «se ha hecho mucho en poco tiempo», les ha reconocido que «queda mucho por hacer».
En el acto han estado presentes, además de la vicepresidenta, el secretario de Estado de Memoria Histórica, Fernando Martínez; el conselleiro de Cultura de la Xunta de Galicia, Román Rodríguez; el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones; la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey; el regidor de Sada, Benito Portela; y el presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso.
DEROGAR LA LEY DE AMNISTÍA
Calvo ha señalado que «aprovechando el impulso dado por las asociaciones memorialistas», el Estado ha podido «ir a los tribunales para reclamar la vuelta del pazo al patrimonio público gallego y español». «De lo que se trata aquí es de preservar la verdadera memoria de lo que ocurrió y lo que fue esto, la residencia de verano de un dictador, y en eso tenemos que seguir trabajando juntos», ha interpelado a los manifestantes la también ministra de Memoria Democrática.
Ante esto, uno de los manifestantes, Manuel Monge –histórico representante del movimiento memorialista y preso franquista–, ha confirmado las ganas de las víctimas del franquismo de «acabar con todo lo que quede de la dictadura», lo que incluye devolver el pazo de Meirás y la Casa Cornide (A Coruña), «pero también la ley de amnistía».
Así, le ha solicitado al Ejecutivo central la «derogación de la ley que impide que los crímenes franquistas sen juzgados». «Es vergonzoso que tengamos que ir a Buenos Aires para que los criminales sean juzgados», ha lamentado Monge.
La vicepresidenta primera ha concedido que «queda mucho por hacer» pero les ha pedido a los manifestantes que «se paren y vean lo que se ha conseguido en tres años». «Contra todo pronóstico, hemos conseguido exhumar al dictador del Valle de los Caídos, un lugar de enaltecimiento, y hemos devuelto Meirás al patrimonio público», ha explicado Calvo.
Monge, por su parte, ha valorado «positivamente» el esfuerzo realizado por el Ejecutivo socialista, pero ha indicado que las asociaciones «seguirán luchando». En este sentido, la vicepresidenta ha señalado que la futura ley de Memoria Democrática «abrirá un debate muy interesante en el que hay que saber por dónde se mueve cada uno, quiénes estarán a favor y quiénes en contra» y ha reiterado su agradecimiento al «esfuerzo callado» de los gallegos.