El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha afirmado que el referéndum de autodeterminación para Cataluña «no cabe en la Constitución», pero ha indicado que «sí caben otro tipo de referéndums y hay otras maneras de plebiscitar sobre una solución».
Así lo ha indicado Puig este miércoles en una entrevista en La Hora de la 1 de RTVE, donde ha defendido que el Gobierno sigue una línea «de acuerdo y de reencuentro basado en el Estado de derecho y en la Constitución», y que el referéndum que proponen los partidos independentistas «no cabe» en la Carta Magna.
El president ha argumentado que el Gobierno de España está apostando por los indultos «con riesgo político pero con coraje por abrir espacios de reencuentro», mientras que ha criticado que la derecha en este país «está yendo a peor».
Asimismo, ha criticado al PP por su «bloqueo a las instituciones del Estado» y ha aseverado que, con el PP de Fraga, sería «imposible» que la derecha abordara así estas cuestiones.
Para Puig, el «clima que necesita este país» para la recuperación política debe «estar basado en la serenidad, no permanentemente en posiciones» encontradas. De hecho, ha criticado las «mentiras y permanentes fake news del PP» que «no tienen nada que ver con la realidad».
«EL AVANCE EN SÍ MISMO ES EL ENCUENTRO»
Preguntado sobre la mesa de negociación entre Gobierno y Generalitat de Cataluña, Puig ha indicado que el «avance en sí mismo es el encuentro», y que el Gobierno esté en «posición de desbloqueo», así como que se entre en «una nueva dinámica, una nueva atmósfera y un nuevo clima».
Si bien existen «posiciones muy diferenciadas ante esta situación», Puig ha defendido que «hay quien apuesta con riesgo político pero con coraje por abrir espacios de reencuentro», mientras otros «apuestan por derribar constantemente los puentes» e «intentar que no haya conciliación».
Por ello, ha instado a abandonar «el estado de confort de los extremos, la crispación, la discusión permanente y la confrontación» sin «intentar empatizar o entender mínimamente posiciones contrarias».
Así, no ve los indultos como una «solución en sí misma», ni tampoco cree que vayan dirigidos a la clase política, sino que es un mensaje a la sociedad catalana que «quiere reencontrarse» ya que «ha sufrido una convulsión grande esta década».
Frente a esto, ha pedido «delicadeza y generosidad más allá del cortoplacismo» que «a veces nos lleva a callejones sin salida». En el conflicto catalán, por tanto, ve un «gran desafío», pero «hay que hablar, comunicar y entender a los que están en contra». De hecho, ha considerado que «las grandes cuestiones de España se han resuelto por la vía del diálogo: primero la Constitución y luego la lucha contra el terrorismo».
