WWF alerta de incendios de sexta generaciĆ³n imposibles de apagar

La organizaciĆ³n WWF ha alertado del impacto de los incendios de sexta generaciĆ³n imposibles de apagar y convertidos en emergencias sociales, cuyas muertes a escala mundial se han incrementado un 276% en los Ćŗltimos aƱos. Esta es una de las conclusiones del informe anual de la organizaciĆ³n ‘Paisajes cortafuegos’, que ha presentado hoy de forma simultĆ”nea en EspaƱa y en Portugal en el que alerta de la urgencia de transformar el paisaje actual en un paisaje mosaicocortafuegos para extinguir los incendios forestales mucho antes de que se produzcan.

En EspaƱa cada aƱo se producen cerca de 12.000 incendios forestales, de los que el 95% de los casos responden a causas humanas y casi el 53% de los siniestros son intencionados y esta intencionalidad llega hasta el 70% en las regiones del noroeste. Entre 2011 y 2020 los grandes incendios se han incrementado un 12% respecto a la dƩcada anterior.

En el caso de Portugal, cada aƱo se producen mƔs de 18.000 incendios al aƱo desde 2010, a pesar de que el porcentaje se ha reducido un 57% desde 2010. Esta cifra es un 37% superior a los siniestros anuales en EspaƱa. Portugal es el paƭs europeo mƔs afectado por los incendios forestales, con unas 136.000 hectƔreas de media al aƱo, un 31% mƔs que en EspaƱa, a pesar de tener un 80% menos de superficie forestal.

La organizaciĆ³n ha recordado la importancia del cambio urgentecambio en la ordenaciĆ³n del territorio que permitirĆ­a reducir notablemente el impacto de los incendios, que actualmente rozan los 12.000 siniestros al aƱo en EspaƱa y mĆ”s de 18.000 en Portugal. WWF pide al Gobierno y a las CCAA una estrategia integral de gestiĆ³n de incendios forestales que invierta en prevenciĆ³n social y que ponga la gestiĆ³n del territorio en primer plano.

WWF desgrana en el informe ‘Paisajes cortafuegos’ cĆ³mo transformar el territorio para que sea menos inflamable y evitar el impacto de decenas de miles de incendios forestales cada aƱo. La clave pasa por recuperar el paisaje mosaico, de manera que se conjugue un tejido productivo con la conservaciĆ³n de la biodiversidad y la lucha contra el cambio climĆ”tico. Y esto solo se puede lograr si se recuperan los paisajes tradicionales, que son aquellos donde existen pastos con usos ganaderos extensivos, masas forestales bien gestionadas, cultivos extensivos y bosques autĆ³ctonos.

La organizaciĆ³n ha alertado de que en todo el arco mediterrĆ”neo estĆ” aumentando la probabilidad de que se produzcan incendios de alta intensidad, simultĆ”neos e imposibles de apagar. Este nuevo escenario de incendios extremos requiere tambiĆ©n de una mayor demanda social para la puesta en marcha de una ambiciosa polĆ­tica de prevenciĆ³n que priorice la gestiĆ³n del territorio.

Ā«Esto implica necesariamente pasar de un modelo centrado en altas inversiones para avanzados dispositivos de extinciĆ³n que ignora los efectos del calentamiento global y la acumulaciĆ³n de combustibles a otro modelo que apueste por promover paisajes resilientes, vivos, rentables y mucho menos inflamablesĀ», ha indicado la organizaciĆ³n.

Tras el estudio realizado por WWF, la organizaciĆ³n destaca varias lecciones aprendidas que ratifican la necesidad de adaptar el paisaje. Las estadĆ­sticas, segĆŗn la entidad, indican que siempre arden las mismas zonas y, ademĆ”s, si prosigue la misma tendencia de inacciĆ³n, volverĆ”n a arder con una recurrencia de entre 10 y 20 aƱos porque, junto con episodios de meteorologĆ­a extrema, el gran desencadenante del fuego es el paisaje. Por Ćŗltimo, WWF ha recordado que el fuego es un proceso natural con el que hay que convivir, por lo que el reto consiste en aprender a mitigarlos mejor, minimizar los impactos socioeconĆ³micos y conseguir que sean lo menos grandes e impactantes posibles.

El anĆ”lisis tambiĆ©n describe el paisaje ibĆ©rico como un Ā«cĆŗmulo de problemasĀ». El abandono rural y su consecuente abandono de usos tradicionales, sumado al aumento de la superficie forestal con una escasa gestiĆ³n forestal, con bosques a la deriva -por uncambio climĆ”tico cada vez mĆ”s notable- y casas en el monte sin medidas de autoprotecciĆ³n son los Ā«ingredientes perfectosĀ» para que se desate el desastre cada aƱo.

INICIATIVAS NOVEDOSAS

Para poner fin a este cĆŗmulo de problemas ya estĆ”n en marcha, segĆŗn WWF, pioneras iniciativas inspiradoras que pueden contribuir a lograr estos paisajes cortafuegos. Este es el caso del proyecto mosaico Sierra de Gata (Extremadura) donde se estĆ”n potenciando los sistemas agrosilvopastorales que fijan la poblaciĆ³n y previenen incendios. Otro ejemplo serĆ­a el proyecto para la recuperaciĆ³n de la zona afectada por el incendio de Las PeƱuelas, en pleno Espacio Natural de DoƱana en 2017, donde ardieron mĆ”s de 10.300 ha, incluidas Ć”reas sensibles para especies amenazadas como el lince ibĆ©rico, y que puso en serio riesgo a la poblaciĆ³n de MatalascaƱas, con unas 130.000 personas en peligro potencial.

En Portugal tambiƩn se estƔn llevando a cabo este tipo de iniciativas transformadoras, como Clima Positivo Rebanhos+, que pretende potenciar la ganaderƭa para reducir el riesgo de incendio. Este proyecto utiliza el pastoreo como herramienta para gestionar espacios naturales, prevenir incendios de manera coordinada entre diferentes territorios fronterizos y recuperar Ɣreas degradadas.

Otro caso de estudio destacable en Portugal es el de Alvares, que en 2017 sufriĆ³ dos incendios extremos (PedrogĆ£o Grande y GĆ³is),donde ardieron en total mĆ”s de 50.000 hectĆ”reas. Ā«Esta iniciativa representa una oportunidad para crear un modelo de desarrollo territorial y de aumento de la inversiĆ³n en zonas del interior del paĆ­s muy afectadas por incendios forestales y con poblaciĆ³n envejecidaĀ».

SegĆŗn Lourdes HernĆ”ndez, coordinadora de lucha contra incendios en WWF EspaƱa Ā«los incendios del futuro solo se podrĆ”n evitar recuperando el paisaje tradicional en mosaico del pasado, pero sumando criterios de sostenibilidad que permitan la conservaciĆ³n de la biodiversidad y adaptaciĆ³n al cambio climĆ”ticoĀ».

Desde WWF piden al Gobierno central y a las comunidades autĆ³nomas desarrollar y aprobar una estrategia estatal de gestiĆ³n integral de incendios forestales que invierta en prevenciĆ³n social y que ponga la gestiĆ³n del territorio en primer plano con el objetivo de promover paisajes mĆ”s adaptados para prevenir los incendios forestales. TambiĆ©n recuerdan la importancia de reducir la siniestralidad y acabar con la impunidad, aplicando de forma efectiva y ejemplar las sanciones y condenas para disuadir a quienes estĆ”n detrĆ”s de los incendios.

Por Ćŗltimo, piden que se acelere la transiciĆ³n energĆ©tica hacia un modelo mĆ”s limpio, eficiente y renovable que nos permita combatir el cambio climĆ”tico, el gran amplificador actual de los incendiosforestalesĀ», ha concluido Hernandez.